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EL CRISTIANO Y LOS BIENES DEL MUNDO 7º Mandamiento

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Presentación del tema: "EL CRISTIANO Y LOS BIENES DEL MUNDO 7º Mandamiento"— Transcripción de la presentación:

1 EL CRISTIANO Y LOS BIENES DEL MUNDO 7º Mandamiento
51 Catequesis sobre la fe Mons. Esteban Escudero Obispo de Palencia

2 Abordaremos estos temas:
El destino universal de los bienes El amor a los pobres El respeto de los bienes ajenos La doctrina social de la iglesia

3 El destino universal de los bienes
En el libro del Éxodo, el séptimo mandamiento de la Ley de Dios se formula brevemente con la frase “no robarás” (Ex 20, 15).   El punto de partida para cumplir la voluntad de Dios en el uso de las riquezas nos lo recuerda el concilio Vaticano II cuando reafirma la doctrina tradicional de la Iglesia de que “Dios ha destinado la tierra y todo cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos, de modo que los bienes creados deben llegar a todos de forma equitativa bajo la guía de la justicia y el acompañamiento de la caridad.... Por tanto, el hombre, al servirse de esos bienes, debe considerar las cosas que posee legítimamente, no sólo como suyas, sino también como comunes, en el sentido de que han de aprovechar no sólo a él, sino también a los demás” (GS 69).

4 Caridad cristiana La caridad cristiana nos exige, por lo tanto, ayudar con nuestros bienes al necesitado y colaborar para que pueda salir él mismo de su pobreza. El papa Francisco recordó esta obligación en el Encuentro Mundial de la Juventud en Río de Raneiro, en Julio de 2013, al decir: “Me gustaría hacer un llamamiento a quienes tienen más recursos, a los poderes públicos y a todos los hombres de buena voluntad comprometidos en la justicia social: que no se cansen de trabajar por un mundo más justo y más solidario. Nadie puede permanecer indiferente ante las desigualdades que aún existen en el mundo. . .

5 ofrezca su contribución para poner fin a tantas injusticias sociales.
Que cada uno, según sus posibilidades y responsabilidades, ofrezca su contribución para poner fin a tantas injusticias sociales. No es la cultura del egoísmo, del individualismo, que muchas veces regula nuestra sociedad, la que construye y lleva a un mundo más habitable; no es ésta, sino la cultura de la solidaridad. La cultura de la solidaridad no es ver en el otro un competidor o un número, sino un hermano. Y todos nosotros somos hermanos”.

6 El amor a los pobres Jesucristo reconocerá a sus elegidos según lo que hayamos hecho por los pobres. En la parábola del juicio final nos enseña: “Venid vosotros, benditos de mi Padre...porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y venísteis a verme” (Mt 25, 34-36).

7 San Juan Crisóstomo Un Santo Padre del siglo IV, nos advierte:
“¿Deseas honrar el cuerpo de Cristo? No lo desprecies, pues, cuando lo contemples desnudo en los pobres, ni lo honres aquí, en el templo, con lienzos de seda, si al salir lo abandonas en su frío y su desnudez...No digo esto con objeto de prohibir la entrega de dones para los templos, pero sí que quiero afirmar que, junto con estos dones y aun por encima de ellos, debe pensarse en la caridad para con los pobres...Da primero de comer al hambriento, y luego, con lo que te sobre, adornarás la mesa de Cristo”.

8 El respeto de los bienes ajenos
El séptimo mandamiento prohíbe expresamente el robo, es decir la apropiación de los bienes ajenos contra la voluntad de su dueño. Se peca además contra este mandamiento cuando se retienen los bienes prestados o los objetos perdidos, cuando se defrauda en las relaciones comerciales, se pagan salarios injustos, se elevan los precios por la especulación, La reparación de la injusticia cometida contra los bienes ajenos exige, para el perdón del pecado, la restitución de los bienes sustraídos. cuando se dan casos de corrupción como la apropiación indebida de los recursos públicos, el fraude fiscal, la falsificación de cheques o facturas, el lujo excesivo y el despilfarro etc. 

9 La doctrina social de la Iglesia
La enseñanza social de la Iglesia contiene un cuerpo de doctrina moral que se va formando a medida que se interpretan las realidades cambiantes de la vida económica y social a la luz de la Palabra de Dios y con la asistencia del Espíritu Santo.

10 Reflexión y orientación
La Iglesia propone principios de reflexión y da orientaciones para el compromiso de los cristianos, especialmente de los laicos, en el mundo. Un principio claro de moral social es que todo sistema según el cual las relaciones sociales deben estar determinadas enteramente por los factores económicos, resulta contraria a la naturaleza humana. Igualmente, una teoría que hace del lucro, es decir, de la ganancia personal, la norma y el fin último de la actividad económica es moralmente inaceptable, lo mismo que el apetito desordenado de dinero, que causa tantos conflictos en la sociedad.  La doctrina social de la Iglesia puede decirse que es una asignatura pendiente para la mayoría de los cristianos, que la desconocen o no la practican.

11 ORACIÓN Oh, Dios, protector de los que en tí esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros, que podamos adherirnos a los eternos. Por N.S.J. Amén.

12 ¿Dónde encontrarnos? Diócesis Palencia: Nuestra WEB
Diócesis Palencia:


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