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El amor a la familia y la misión en la sociedad

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Presentación del tema: "El amor a la familia y la misión en la sociedad"— Transcripción de la presentación:

1 El amor a la familia y la misión en la sociedad
47 Catequesis sobre la fe Mons. Esteban Escudero Obispo de Palencia

2 Abordaremos estos temas:
El cuarto mandamiento La naturaleza de la familia Deberes de los padres y de los hijos Las autoridades en la sociedad civil

3 El Señor Jesús recordó también la fuerza de este mandamiento de Dios.
El cuarto mandamiento El Antiguo Testamento formula así este mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar” (Ex 20,12). El Señor Jesús recordó también la fuerza de este mandamiento de Dios. San Pablo enseña: “Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una promesa: para que seas feliz y se prolongue tu vida sobre la tierra” (Ef 6, 1-3)

4 Primeras obligaciones
El cuarto mandamiento indica las primeras obligaciones que impone el “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Dios quiso que, después de él, honrásemos a nuestros padres, a los que nos han transmitido la vida y nos han educado. Exige que se dé afecto y reconocimiento a los abuelos y demás miembros de la familia. La no observancia de este mandamiento entraña graves daños para la persona y para la sociedad.

5 La naturaleza de la familia
Al crear al hombre y a la mujer, Dios instituyó a la familia humana y le dió su constitución natural. Un hombre y una mujer unidos en matrimonio forman con sus hijos una familia. El matrimonio y la familia buscan el bien de los esposos y la procreación y la educación de los hijos.

6 La vida de familia La familia es la célula originaria de la vida social. La vida de familia es la iniciación a la vida en sociedad. La familia debe ser escuela donde los hijos aprendan el cuidado y la responsabilidad respecto de los pequeños y de los mayores, de los enfermos y disminuidos, de los pobres. La familia cristiana, fundada en el matrimonio religioso, puede considerarse además como una “Iglesia doméstica”. Es una comunidad de fe, de esperanza y de caridad. La oración en común fortalece los lazos de amor mutuo y de amor a Dios. Es también el ámbito privilegiado para la transmisión de la fe y la educación cristiana de los hijos.

7 Deberes de los padres y de los hijos
El papel de los padres en la educación de los hijos tiene tanto peso que, cuando falta, difícilmente puede suplirse. La familia es el lugar apropiado para la educación en las virtudes y valores humanos. El derecho y el deber de los padres a la educación de los hijos según sus convicciones morales son fundamentales y están por encima de toda injerencia del Estado.

8 La gracia del Sacramento
Por la gracia del sacramento del matrimonio, los padres cristianos han recibido la responsabilidad de evangelizar a sus hijos. Deben mirarlos siempre como a “hijos de Dios”. Por ello, han de educarlos en el cumplimiento de su santa ley y mostrarse ellos mismos como ejemplo de obediencia a la ley divina. Los vínculos familiares, aunque son muy importantes, no son absolutos. Por ello deben respetar la vocación que viene de Dios y favorecer la respuesta de sus hijos para seguirla. La vocación primera del cristiano es seguir a Jesús.

9 Responsabilidades Los hijos, por su parte, deben respetar a su padre y a su madre con un amor lleno de gratitud para quienes, mediante el don de la vida, su amor y su trabajo, han traído a los hijos al mundo y les han ayudado a crecer como personas y como miembros de la Iglesia. El cuarto mandamiento recuerda también a los hijos mayores de edad sus responsabilidades para con sus padres ancianos. En la medida de sus posibilidades, deben prestarles ayuda material y moral durante la vejez o la enfermedad y en los momentos de soledad.

10 Las autoridades en la sociedad civil
El cuarto mandamiento de la ley de Dios nos ordena también honrar a los que han recibido una autoridad en la sociedad. Este mandamiento ordena tanto los deberes de quienes ejercen autoridad como de los ciudadanos. Quien ostenta el poder político está obligado a respetar los derechos fundamentales de la persona humana y a administrar justicia en el respeto a los derechos de cada uno Especialmente de las familias y de los más necesitados. Es deber de los ciudadanos cooperar con la autoridad civil al bien de la sociedad. Pero tiene obligación en conciencia de no seguir los mandatos de las autoridades civiles cuando son contrarios a las exigencias del orden moral, a los derechos de las personas o a las enseñanzas del Evangelio.

11 ORACIÓN Dios, Padre nuestro, que has propuesto a la Sagrada Familia como maravilloso ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos, te rogamos, que, imitando sus virtudes domésticas y su unión en el hogar, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo. Por N.S. Jesucristo. Amén.

12 ¿Dónde encontrarnos? Nuestra WEB
Diócesis Palencia:


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