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RENACIMIENTO EN ESPAÑA Arquitectura y Escultura

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Presentación del tema: "RENACIMIENTO EN ESPAÑA Arquitectura y Escultura"— Transcripción de la presentación:

1 RENACIMIENTO EN ESPAÑA Arquitectura y Escultura
Historia del Arte © Manuel Alcayde Mengual

2 Introducción general al tema.
Características del Renacimiento español . La penetración, adopción y desarrollo del estilo en España podemos articularlo en varios puntos: Contacto entre España e Italia que propicia el viaje de artistas desde finales del siglo XV. Monarquia unificadora de los Reyes Catolicos y Carlos V. Receptividad de las formas italianas por la aristocracia española,( los Mendoza) que ven en este arte una forma de distinguirse. Clasicismo. Humanismo.

3 El Renacimiento español presenta unas características muy peculiares respecto al que se extendió por Europa a fines del siglo XV. Algunos autores lo han calificado de estilo poco definido y poco canónico, dada la pervivencia de una sociedad que tenía muy asimiladas aún las características propias de la Edad Media, y en la que la ostentación del gótico tardío impedía la introducción de los nuevos valores procedentes, sobre todo, de Italia. Pero, por otro lado, también son notables las influencias que, en los primeros momentos, llegaron de Francia, Alemania y Flandes. De todo ello resultó un Renacimiento que algunos comentaristas definen como periférico, y que despuntó con fuerza desigual por regiones. A esta etapa que transcurre entre las últimas manifestaciones claramente góticas y la lenta implantación de los principios renacentistas, se ha convenido en llamar arte plateresco, que tiene como principal característica la idea de aplicar a la arquitectura y, sobre todo, a las fachadas, la técnica y la ornamentación de los orfebres. Una de las primeras obras que manifiesta esta tendencia es la fachada del hospital de la Santa Cruz en Toledo y la fachada de la Universidad de Salamanca, mucho más decorada que la anterior.

4 FACHADA DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA:
Es de uno de los monumentos más representativos del plateresco español y su famosa fachada -labrada en piedra arenisca de las canteras de Villamayor- es la expresión más bella de este estilo. Está formada por tres cuerpos horizontales, coronados por una crestería y recorridos, en sentido vertical, por cinco calles enmarcadas entre pilastras, y algunas interpretaciones la consideran una alegoría de los vicios y virtudes. En el primer cuerpo se dispone el medallón con las efigies de los Reyes Católicos. También puede verse la famosa rana posada sobre una calavera -que en realidad es un sapo-, símbolo para algunos del pecado y acaso de la muerte, mientras que otros la asocian a la idea de fertilidad. La localización de esta pronto se convirtió en una costumbre popular, y según la mitología estudiantil es sinónimo de éxito en los estudios. Todos los turistas quieren descubrirla cuando están frente a la fachada. El segundo cuerpo está el escudo de Carlos I de España y V de Alemania. El tercer cuerpo presenta la figura de un Papa, tal vez Benedicto XIII o Martín V, y las tallas de Venus y Hércules, entre medallones. La fachada da la impresión de ser un inmenso y rico tapiz. Entre sus autores se citan a Juan de Troyes, el maestro Egidio o Juan de Álava.

5 FACHADA DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DE HENARES: ESTILO CISNEROS
La plaza de San Diego, ocupada de jardines y con la estatua del Cardenal Cisneros a un costado, es el espacio que enmarca y se preside de la fachada de la Universidad. Por encargo del Cardenal Tavera, a la sazón obispo de Toledo y señor de Alcalá, se comenzó a levantar esta vistosa teoría de arquitectura y decoración renacentista, en 1537, con el diseño y bajo la dirección de Rodrigo Gil de Hontañón, arquitecto máximo a la sazón de las catedrales de Salamanca y Segovia. Fue ayudado en las tareas de talla por escultores como el alcalaino Claudio de Arciniega, Juan de Miera, Nicolás Ribero, Juan Guerra, Jerónimo Rodríguez, Antonio Sánchez, Alonso de Salcedo, Guillén de Juni, y Juan de Hermosa, entre otros, que pusieron su maestría veterana en la talla múltiple y refinada de la piedra caliza de Tamajón (Guadalajara) que fue traida desde la sierra a esta orilla del Henares. Las labores de rejería corrieron a cargo de Juan de Villalpando y Ruiz Diaz del Corral. Es una fachada de proporciones gigantescas, compuesta por tres cuerpos superpuestos, y tres calles verticales, siendo la central de ellas la ocupada por los elementos más útiles y significativos, tanto para el uso del edificio (puerta y ventana principal) como para expresar el simbolismo del conjunto. A los lados de esta fachada aparecen sendas alas de dos cuerpos, más bajos que el central.

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7 EL ESTILO ROMANISTA: LA CATEDRAL DE GRANADA. DIEGO DE SILOÉ.

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13 EL ESTILO “PURISTA”. PEDRO MACHUCA. EL PALACIO DEL EMPERADOR CARLOS V
EL ESTILO “PURISTA”. PEDRO MACHUCA. EL PALACIO DEL EMPERADOR CARLOS V. GRANADA En 1.526, Carlos V se traslada a Granada para pasar el verano. Nace entonces en el emperador el deseo de fijar en Granada uno de sus puntos de residencia, por lo que proyecta construir un nuevo palacio, más acorde con su forma de vida, pero unido y conectado a los bellos Palacios Nazaríes. En se encarga el proyecto al arquitecto y pintor toledado Pedro Machuca, que había estudiado en Italia con Miguel Angel, y a su muerte, en continúa su hijo Luis; pero la rebelión de los moriscos, de cuyos tributos se obtenía principalmente la financiación de la obra, impide terminar el edificio, quedando sin cubierta y sin terminar las habitaciones. En los años siguientes se retoman en varias ocasiones las obras, pero se abandonan por falta de fondos, hasta que en el arquitecto Leopoldo Torres Balbás inicia su restauración, todavía no terminada. El Palacio En primer lugar, lo más destacable e innovador del palacio es la originalidad de su planta: siendo cuadrado su exterior, dentro de él queda inscrito su patio circular, lo que lo convierte en un edificio sin precedentes dentro del Renacimiento. El edificio consta de dos cuerpos, siendo el inferior de obra almohadillada o rústica, con pilastras y espacios intermedios, en los que se abren las ventanas, rectangulares y circulares. El segundo cuerpo tiene idéntica distribución, aunque está mucho más ornamentado. Debido a su unión con los Palacios Nazaríes, las fachadas principales están orientadas a occidente (Fachada del Emperador) y al sur (Fachada de la Emperatriz). La primera es de orden dórico y decorada con relieves de victorias militares. La segunda es de orden jónico y sus relieves describen escenas mitológicas.

14 PALACIO DE CARLOS V

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16 2. HERRERIANO: Felipe II. Austera Magestuosidad y desnudez decorativa.
Debe su nombre a JUAN DE HERRERA. MONASTERIO DE SAN LORENZO DEL ESCORIAL. Planta parrilla de JUAN BAUTISTA DE TOLEDO Moderna reconstrucción del Templo de Jerusalén de Salomón. Ideología religiosa, funcional y artistica de Felipe II. Combinación de volumenes geometricos.

17 El nombre del El Escorial se debe a unos antiguos depósitos de escoria procedentes de una ferrería de la zona de donde tomó su topónimo la aldea ubicada en las proximidades del lugar donde se construyó este monasterio-palacio. Situado junto al monte Abantos en la Sierra de Guadarrama, este monumental complejo fue mandado construir por el rey Felipe II para conmemorar la victoria de San Quintín el 10 de agosto de 1557 sobre las tropas de Enrique II, rey de Francia y para servir de lugar de enterramiento de los restos de sus padres, el emperador Carlos I e Isabel de Portugal, así como de los suyos y los de sus sucesores. La planta del edificio, con sus torres, recuerda la forma de una parrilla, por lo que tradicionalmente se ha afirmado que esto se hizo así en honor a San Lorenzo, martirizado en Roma asándole en una parrilla y cuya festividad se celebra el 10 de agosto, esto es el día que tuvo lugar batalla de San Quintín, de ahí el nombre del conjunto y de la localidad creada a su alrededor. En realidad el origen arquitectónico de su planta es muy controvertido. Dejando a un lado la feliz casualidad de la parrilla, que no apareció hasta que Herrera eliminó las seis torres interiores de las fachadas, la planta parece estar basada más bien en las descripciones del Templo de Salomón del historiador judeo-romano Flavio Josefo, modificadas por la necesidad de adaptar esa idea a las necesidades del programa monástico y a las múltiples funciones que Felipe II quiso que albergara el edificio: panteón, basílica, convento, colegio, biblioteca, palacio, etc. Todo ello llevó a duplicar las dimensiones iniciales del edificio. La obra dio comienzo, con la colocación de su primera piedra el 23 de abril de Encargada al arquitecto Juan Bautista de Toledo, que no pudo finalizarla al morir en 1567, pasando la dirección de la misma a Juan de Herrera, discípulo del anterior, quien la llevó a término en 1584, con tanto acierto que su obra dio origen a la denominada en arquitectura escuela herreriana.

18 Habitaciones de Felipe II
Patio de los evangelistas Basílica Palacio de los Borbones Patio de los reyes Fachada principal El Escorial

19 EL ESCORIAL EL MONASTERIO DE LOS MILES DE ELEMENTOS
4.000 habitaciones, salas y salones 2.700 ventanas (exactamente 2.673) 1.250 puertas libros impresos 5.000 códices 1.600 cuadros frescos 7.422 reliquias (Además tiene 15 claustros, 5 refectorios principales, 13 oratorios, 86 escaleras, 9 torres, 9 órganos, 232 libros de coro, 73 estatuas, 11 aljibes, 88 fuentes,

20 El monasterio del Escorial

21 Fachada de la basílica del monasterio del Escorial

22 Interior de la basílica del monasterio del Escorial

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24 ESCULTURA DEL RENACIMIENTO
Importancia de las relaciones con Italia. Los materiales mas empleados son la piedra y la madera. Policromia de las obras. Escultura monumental y exenta destacando los retablos. Predomina el realismo. Los temas mas empleados son los religiosos, aunque tambien los profanos. Destacamos en principio la afluencia de autores italianos como D. Fancelli y J. Florentino.

25 Domenico Fancelli (Settignano, Zaragoza, 1519) fue un escultor italiano que trabajó fundamentalmente en España, donde fue uno de los introductores del Renacimiento. Sus obras más destacadas son el sepulcro del cardenal Diego Hurtado de Mendoza, en la catedral de Sevilla, y el de los Reyes Católicos en la catedral de Granada. Nació en Settignano, cerca de Florencia. Se sabe muy poco acerca de su etapa de formación, que debió tener lugar en Florencia y en Roma. Por encargo del conde de Tendilla, esculpió en Génova el sepulcro de Diego Hurtado de Mendoza, hermano del conde, que había fallecido en Posteriormente el sepulcro fue transportado a Sevilla y Fancelli lo situó en la catedral. Hacia 1510 recibió el encargo de realizar el sepulcro del príncipe Don Juan, heredero prematuramente fallecido de los Reyes Católicos, y el éxito que alcanzó con esta obra le valió que se le encargase la que es probablemente su obra más conocida, el sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real de la catedral de Granada, terminado en Recibió también el encargo de realizar los monumentos sepulcrales de los reyes Juana y Felipe de Castilla, pero murió antes de llevarlos a cabo. Fue sustituido en estas obras por Bartolomé Ordóñez.

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27 Juana la Loca y Felipe el Hermoso. Bartolomé Ordoñez.
Reyes Católicos. Domenico Fancelli

28 Sepulcro de los Reyes Católicos. Domenico Fancelli. Capilla Real
Sepulcro de los Reyes Católicos. Domenico Fancelli. Capilla Real. Granada

29 ALONSO BERRUGUETE SAN SEBASTIÁN

30 Alonso Berruguete ( ), pintor y escultor español considerado por sus contemporáneos como uno de los artistas más brillantes del renacimiento español. Nació en Paredes de Nava, provincia de Palencia, y se formó junto a su padre, el también pintor Pedro Berruguete, y más tarde en Florencia, donde entró en contacto con el manierismo italiano de la mano de Miguel Ángel. En las obras de esa época ya se aprecia un gusto por el dramatismo y la exaltación de los sentimientos que, sin romper con el ideal de belleza renacentista, ya anticipa el barroco. De regreso a España en 1520 disfrutó de una fama superior a la de todos los artistas de su generación. En 1523 Carlos I le nombró pintor y escultor de la corte. Su estilo se caracteriza por el movimiento dramático de los personajes, descuidando a veces la factura técnica. Dentro de su producción abundan los retablos y las sillerías de coro, como la realizada para la catedral de Toledo ( ), donde labra sobre el nogal, sin policromía alguna, una maravillosa galería de figuras de profetas y santos en actitudes variadísimas y animados de intensa vida interior. También para este templo realiza los relieves policromados de la silla arzobispal y la Transfiguración del remate. Otras obras maestras son los retablos de Mejorada de Olmedo (1526), el de San Benito de Valladolid ( , actualmente en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid), en el que se representan en relieve escenas de los benedictinos y de la vida de Cristo, y el de la Adoración de los Magos (1537), también en Valladolid. Dentro de su producción escultórica destaca la que fue su última obra, el sepulcro del cardenal Tavera, en el hospital de Afuera, Toledo, donde llama la atención el realismo con que trata el rostro del difunto.

31 SAN SEBASTIÁN El sacrificio de Isaac ALONSO BERRUGUETE

32 ALONSO BERRUGETE. Adoración de los Magos

33 Ecce homo Coro de la catedral de Toledo

34 Juan de Juni (c.  ), escultor español de origen francés, figura capital del renacimiento en España. Parece ser que nació en el año 1507 en la ciudad de Joigny, entre Borgoña y Campaña. Se instaló en España en la década de 1530, tras una etapa de formación en su país y más tarde en Italia. De esta última escuela tomó la armonía clásica que preside sus composiciones y su preocupación por la simetría, mientras que la escultura borgoñona, en especial la de Claus Sluter, le influyó en la concepción vehemente y expresiva de sus modelos. Escultor y ensamblador de retablos, que compuso con originalidad y gran movimiento en los órdenes, dominó también la técnica del barro cocido. Tuvo gran fama y formó una importante escuela en Valladolid, prolongándose su influencia hasta el siglo XVIII. Entre sus discípulos cabe destacar a Juan de Anchieta. Hacia 1533 empezó a trabajar en León, donde se conservan de su mano parte de la sillería y algunos relieves del convento de San Marcos. Tras realizar en Salamanca las imágenes de la Piedad (catedral vieja) y de Santa Ana y san Juan Bautista (catedral nueva) para el sepulcro de don Gutierre de Castro, se afincó definitivamente en Valladolid. Allí realizó el Santo Entierro, para la capilla sepulcral del obispo de Mondoñedo ( , Museo Nacional de Escultura de Valladolid), grupo intensamente expresivo impregnado de un hondo patetismo. Su obra más significativa es probablemente el retablo mayor de la iglesia de la Antigua de Valladolid ( ), de concepción ya manierista, en el que el artista expone toda la energía y la fantasía creadora de su estilo. Semejante a éste es el retablo de la catedral de Burgo de Osma ( ), en el que Juni comparte el trabajo con Juan Picardo. La última etapa de su producción se caracteriza por el predominio de unas formas más dulces y ondulantes, aunque su obra nunca perdió su carácter dramático (Piedad, catedral de Segovia, 1571; San Francisco, convento de Santa Isabel de Valladolid).

35 Santo Entierro En el Museo Nacional de Escultura de Valladolid se conserva el Santo Entierro ( ), un grupo escultórico tallado por Juan de Juni para la capilla sepulcral del obispo de Mondoñedo. Considerada una de las obras más famosas de su autor, destaca por el profundo sentimiento dramático con el que están tratadas las seis figuras que rodean al Cristo yacente.

36 Juan de Juni. Retablo de Santa María de la Antigua
Juan de Juni. Retablo de Santa María de la Antigua. Catedral de Valladolid.

37 Juan de Juni. La Virgen de las Angustias

38 LA PINTURA EL GRECO: ( )

39 El Greco ( ), pintor manierista español considerado el primer gran genio de la pintura española. El Greco (que quiere decir ‘el griego’) nació en 1541 en Candía (actual Heraklion), Creta, que por aquel entonces pertenecía a la república de Venecia. Su nombre era el de Doménikos Theotokópoulos. Poco se sabe de los detalles de su infancia y aprendizaje pero posiblemente estudió pintura en el pueblo en que nació. A pesar de que sus primeras obras no han llegado hasta nosotros, probablemente pintó en un estilo bizantino tardío, como era habitual en Creta en aquella época . En obras posteriores aún pueden observarse reminiscencias de ese estilo. El Greco era un hombre de gran erudición, aficionado a la literatura clásica y a la de su época desde joven.

40 PRIMERAS OBRAS EN VENECIA Y ROMA
Alrededor del año 1566, El Greco se trasladó a Venecia, donde permaneció hasta Recibió una gran influencia de Tiziano y Tintoretto, dos de los grandes maestros del renacimiento. Obras de este periodo veneciano, como La curación del ciego (c. 1566-c. 1567, Gemäldegalerie, Dresde) demuestran que había asimilado el colorido de Tiziano, además de la composición de las figuras y la utilización de espacios amplios y de gran profundidad, características de Tintoretto. Durante los años de estancia en Roma, de 1570 a 1576, continuó inspirándose en los italianos. La influencia de la calidad escultural de la obra de Michelangelo Buonarroti es evidente en su Pietà (c. 1570-c. 1572, Museo de Filadelfia). Anunciación de época italiana (c. 1567-c. 1577, Museo del Prado, Madrid) pudo ser pintado en Roma, aunque revela la huella de Venecia, tanto en el colorido como en el modo de estudiar el espacio. El estudio de la arquitectura romana reforzó el equilibrio de sus composiciones, que con frecuencia incluyen vistas de edificios renacentistas.

41 PINTOR ESPAÑOL En 1586 pintó una de sus obras maestras, El entierro del conde de Orgaz, para la iglesia de Santo Tomé de Toledo. Esta obra, que aún se conserva en su lugar de origen, muestra el momento en que san Esteban y san Agustín introducen en su tumba (actualmente justo debajo del cuadro) a ese noble toledano del siglo XIV. En la parte superior el alma del conde asciende al paraíso poblado de ángeles, santos y personajes de la política de la época. En El entierro se evidencian el alargamiento de figuras y el horror vacui (pavor a los espacios vacíos), rasgos típicos de El Greco, que habrán de acentuarse en años posteriores. Tales características pueden asociarse con el manierismo que se sigue manteniendo en la pintura del Greco aún después de desaparecer en el arte europeo. Su visión intensamente personal se asentaba en su profunda espiritualidad, de hecho, sus lienzos evidencian una atmósfera mística similar a la que evocan las obras literarias de los místicos españoles contemporáneos, como santa Teresa de Ávila y san Juan de la Cruz. El Greco gozó de una excelente posición. Tenía en Toledo una gran casa en la que recibía a miembros de la nobleza y de la elite intelectual, como los poetas Luis de Góngora y fray Hortensio de Paravicino, cuyos retratos, que pintó entre 1609 y 1610, se hallan actualmente en el Museo de Bellas Artes de Boston. Pintó también algunos cuadros de la ciudad de Toledo, como Vista de Toledo (c. 1600-c. 1610, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York), aunque el paisaje fuera un género poco tratado tradicionalmente por los artistas españoles.

42 EL GRECO. El entierro del Conde de Orgaz

43 El cielo La tierra

44 Jesucristo S. Pedro Felipe II La Virgen S. Juan Bautista Ángel
Moisés y David Ángel Andrés Nuñez Pedro Ruiz S. Agustín San Esteban El señor de Orgaz El niño

45 La parte terrenal En la parte inferior, encontramos la escena del entierro. El luto y la seriedad en los semblantes destaca por encima de todo. Todos los labios están sellados. Contrasta el tropel con el que se sitúan los personajes, con el orden de la parte superior. Algunos rostros no están completos. Podemos distinguir entre los personajes en primera fila y la propia fila de caballeros en un posterior plano. Los personajes de primera fila El niño. El Greco retrata a su hijo en “El Entierro”, lo vistió de traje de gala, golilla. No parece el lugar indicado para un niño, que obviamente, no sigue la ceremonia con la atención de los adultos serios. Por lo que parece que el juego del niño, en este caso, es reparar sobre la flor de la dalmática de San Esteban y señalárnosla. Aunque en realidad, a lo mejor, simplemente lo que hace es mostrarnos al personaje central del cuadro. De su bolsillo sale un papel en el que se lee “Domenico Theotocopuli 1578”. San Esteban. Sujeta al Señor de Orgaz a nuestra izquierda. Es el primer mártir de la Iglesia. Representado por un joven con dalmática diaconal en la que lleva bordada la escena de su propio martirio, haciendo contraste con las negras vestiduras de los caballeros. En su dalmática El Greco representa la escena del propio martirio de San Esteban. El Señor de Orgaz. Gonzalo Ruiz de Toledo nació en esta ciudad a mediados del siglo XIII, fue señor de la villa de Orgaz, alcalde de Toledo y notario mayor del rey don Sancho el Bravo. Está representado con su armadura de acero bruñido figura en el lugar central inferior del cuadro. Va a ser depositado en el sepulcro. Su alma aparece en el cuadro como si fuera un suspiro que se introduce en el cielo por un canal de nubes. Cabe destacar las ricas cenefas pintadas sobre la armadura. Aquí el greco ha prescindido de sobriedad. San Agustín. Sujeta al Señor de Orgaz a nuestra derecha. Es uno de los Padres de la Iglesia. Ataviado, en este caso, con rico ropaje litúrgico de obispo bordada en oro, tocado con mitra, también bordada. En la iconografía católica es fácil reconocer a san Agustín, como anciano, con su barba, su báculo –que en esta ocasión no lleva- y su capa. La riqueza de su capa permite observar que el pintor ha retratado –de arriba abajo- a san Pablo, Santiago el Mayor y santa Catalina de Alejandría. Está demostrado que el rostro de San Agustín corresponde al del Cardenal Quiroga. Cura con roquete. De espaldas hace caso omiso al propio entierro, contemplando –sin duda- como el alma se introduce en el cielo. Tampoco es el sacerdote que celebra el entierro. Se cree que fuese Pedro Ruiz Durón, ecónomo de la parroquia. Cura que celebra el responso. Figura revestido como tal, con capa pluvial negra con dorados. En la capa se observa un retrato de santo Tomás con escuadra de carpintero, una calavera negra. Sin duda, debe representar a don Andrés Núñez de Madrid, el párroco de Santo Tomé quien encarga la obra a El Greco. Personaje que porta la cruz procesional. Parece que está demostrado que el rostro corresponde con el beneficiado de la parroquia de Santo Tomé Rodrigo de la Fuente.

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47 Fila de caballeros Cada uno tiene expresión propia. Los hay que siguen la ceremonia fúnebre con atención, otros que no lo hacen, aquellos que nos miran y llevan ya así casi trescientos años y aquel que mira al cielo, como queriendo saber hacia donde se dirige el alma e incluso aquel que se encuentra distraído o, quizás, dormido ante tan triste momento. Entre ellos hay clérigos, nobles y letrados. Estos últimos los reconoceremos por el cuello vuelto (entre ellos Alonso de Covarrubias), otros son caballeros de la Orden de Santiago (por la cruz roja bordada en su pechera negra). El caballero primero por la izquierda. Se cree que pudiera tratarse del mayordomo de la iglesia, Juan López de la Quadra. Dos monjes conversando. Uno es franciscano y otro agustino. Otro monje dominico. El caballero que mira de frente, tercero por la derecha, a la izquierda del crucifijo. Es el otro letrado de la composición, pudiera ser Diego de Covarrubias, hermano del citado anteriormente y que murió en 1577, lo que explicaría su mustia ancianidad. El caballero que mira de frente. Hay un caballero, dentro de la fila, encima de san Esteban que mira de frente, sin miedo, con la tez blanca. A la derecha del monje dominico. Es un autorretrato de El Greco. El caballero de Santiago que muestra sus dos manos. Quizás uno de los personajes más expresivos del Cuadro. Representa a quien fuera el descendiente del Señor de Orgaz, otros autores dicen que sería el alcalde de Toledo, por ser la persona más principal entre los nobles. Grupo de caballeros. Un pelotón de cabezas de jóvenes caballeros, de negro con gorgueras, con expresión de elegante altivez. Una buena galería de retratos. Caballero entre Alonso de Covarrubias y sacerdote con roquete. Francisco de Pisa, un erudito que escribió acerca del milagro del señor de Orgaz. Algunos autores se atreven a identificar entre los personajes al propio Miguel de Cervantes, que en esos años vivió en Toledo. O quienes creen ver a Manusso, hermano del Greco, entre los retratados.

48 La parte celestial En la parte superior persiste la necesaria seriedad del momento, rodeados de nublado. Corresponde a la construcción imaginativa de poetas y artistas. Las formas características de El Greco acentúan la belleza de lo ultraterreno; el tono frío y al mismo tiempo intenso y deslumbrante del color y la iluminación subrayan la pertenencia a otro ámbito. Ángel central. En la parte central del cuadro aparece el ángel que “se hace cargo” de alma del Señor de Orgaz, sujetándola la introduce, entre nubes, a la presencia celestial. El alma se representa como una crisálida, con forma de niño. Jesucristo. En el lugar con más luz del cuadro lo ocupa quien es Luz del mundo. Aparece de forma gloriosa, vestido de blanco, como juez de vivos y muertos, como ordenando a San Pedro que abra las puertas del cielo. La Virgen. Su gesto es como de acoger maternalmente al Señor de Orgaz que llega al cielo. San Juan Bautista. Los bienaventurados de la parte derecha. Miran a Jesucristo. Aparece el apóstol Pablo –de violeta-, Santiago el Mayor, Santo Tomás –titular de la iglesia y con la escuadra, de verde y amarillo-. En la fila que comienza Sto. Tomás, la cierra Felipe II (que no había fallecido aún y lo que se ha querido mostrar como una falta de resentimiento del pintor por el monarca que lo había desdeñado). En este apelotonamiento de personajes, algunos autores han querido identificar al papa Sixto V, al arzobispo de Toledo, Gaspar de Quiroga o a un predecesor suyo, Juan Pardo de Tavera. Grupo tenue. Debajo de los bienaventurados, hay un trío de tenues figuras, formado por un hombre desnudo y dos mujeres, una de las cuales es María Magdalena, por su frasco de perfume, la otro mujer podría ser, en buena lógica, Marta. Y el hombre, siguiendo con el tema, Lázaro. Otros hablan de este personaje como el de san Sebastián. San Pedro. A la izquierda, de amarillo y con las inequívocas llaves en su mano. Los personajes de la parte izquierda. Se suman a la contemplación los principales personajes del Antiguo Testamento: El rey David, con su arpa; Moisés, con las tablas de la ley y Noé, con el arca. Angel jugando a la derecha. Sin querer mirar hacia abajo ¿está haciendo surf?. Almas de niños a la izquierda.

49 El Greco. San Mauricio Historia del Arte
© Manuel Alcayde Mengual


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