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RENÉ DESCARTES 1596-1650 Para examinar la verdad, es preciso, al menos una vez en la vida, poner en duda todas las cosas y hacerlo en tanto sea posible.

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1 RENÉ DESCARTES Para examinar la verdad, es preciso, al menos una vez en la vida, poner en duda todas las cosas y hacerlo en tanto sea posible. (R. Descartes. Los principios de la filosofía) VIDA Y OBRAS ¿QUÉ SE PROPONE DESCARTES? TEXTOS ADVERTENCIA

2 VIDA Y OBRAS Nació el 31 de marzo de 1596 en La Haya de Turena, Francia. Perdió a su madre a los trece meses, y su padre murió cuando Descartes tenía catorce años. A los diez entró en el prestigioso colegio del los jesuitas de La Flèche donde recibe una sólida formación clásica y científica, manteniendo con sus profesores una buena relación toda su vida, en especial con el padre Mersenne. En 1618 se alistó en el ejército y participó en la Guerra de los Treinta Años. Viaja por toda Europa y establece su residencia en Holanda, por considerar que era el país donde había más libertad. En 1637 publica el Discurso del Método, que era el prólogo a una obra titulada La dióptrica, los meteoros y la geometría. En 1647 publica en francés (ya había sido publicada en latín) sus Meditaciones metafísicas. La obra que escribió después, Los principios de la filosofía, no fue bien recibida entre los intelectuales holandeses. Cuando pensaba irse a vivir a Francia, la reina Cristina de Suecia le invita a convertirse en su profesor privado de filosofía. Muere en Estocolmo en febrero de de neumonía. Para entonces ya había entregado a la imprenta Las pasiones del alma, publicada en 1649. Descartes tenía un carácter afable y llano. Un acontecimiento turbó su vida con una tristeza profunda: la muerte de su hija Francine de dos años, fruto de su relación con una sirvienta. Su salud nunca fue muy buena, pero se preocupaba mucho por su dieta y por llevar un régimen de vida saludable.

3 ¿QUÉ SE PROPONE DESCARTES?
René Descartes es el iniciador de la filosofía moderna. Esto significa que rompe con los estilos propios de la Escolástica y que inaugura un modo de pensamiento que ha tenido gran repercusión desde entonces. El silogismo, como modo de razonamiento propio de la Escolástica es claramente denostado por Descartes (Cfr. Discurso del Método 2ª parte) así como los argumentos basados en la autoridad o en la tradición. Lo que nuestro autor busca es una base firme e indudable para el conocimiento, un punto de apoyo absolutamente firme y que posea la misma evidencia que poseen los axiomas de la geometría. La afirmación de la individualidad es característica de su actitud filosófica. Mientras que el hombre Medieval busca el sometimiento a la autoridad y la concordancia con la revelación, lo que Descartes se propone es iniciar una investigación personal basada en la capacidad de su razón, que él considera que es la misma en todos los humanos. Tras haber escrutado todos los saberes de su época: la filosofía, la teología, la lógica … encuentra que sólo las matemáticas son capaces de garantizar la verdad de sus razonamientos, por eso decide tomar los procedimientos propios de esta disciplina como el modelo para el método que ha de llevarle al conocimiento. Lo que Descartes quiere es evitar ante todo el escepticismo. El descrédito en que había caído la Escolástica se vio seguido de una ola de escepticismo entre los intelectuales. Lo que le mueve a Descartes es “un inmenso deseo de aprender a distinguir lo verdadero de lo falso para ver claro en mis acciones y andar con seguridad en esta vida.” (Discurso del Método. 1ª parte) Por esta razón, el concepto de DUDA METÓDICA ocupa un lugar central en su pensamiento. Esto significa que el proyecto filosófico de Descartes no es sólo epistemológico, en cuanto que busca un criterio de verdad, sino que en él hay un fondo antropológico y moral, en cuanto que le interesa la virtualidad práctica del conocimiento y de la verdad.

4 RAZÓN La razón es concebida por Descartes como un instrumento de conocimiento. Como un sistema innato de reglas que capacitan a los seres humanos para llegar al conocimiento. Todos los seres humanos están dotados de esta capacidad. Si la verdad es una, el procedimiento para llegar a ella es uno sólo. Por eso el método para obtener el mejor empleo de la razón es el mismo. La principal característica de la razón es su universalidad. Todos los seres humanos, independientemente de su lengua, del país que habiten o de su cultura, están dotados de la misma capacidad para el conocimiento racional. Por tanto, si observan cuidadosamente los procedimientos rigurosos de la razón, deberán coincidir en sus conclusiones y no habrá lugar para el desacuerdo. “El buen sentido es la cosa que mejor repartida está en el mundo, pues todos juzgan que poseen tan buena provisión de él que aún los más difíciles de contentar en otras materias no suelen apetecer más del que ya tienen. En lo cual no es verosímil que todos se engañen, sino más bien esto demuestra que la facultad de juzgar bien y de distinguir lo verdadero de lo falso, que es propiamente lo que llamamos buen sentido o razón, es por naturaleza igual en todos los hombres.” (Discurso del método. Primera Parte)

5 EL MÉTODO EVIDENCIA “Todo el método consiste en el orden y disposición
No hay que olvidar que Descartes está muy decepcionado por la Escolástica, pues ni sus métodos ni sus hallazgos avanzan nada en el conocimiento, además de depender siempre de argumentos de autoridad, algo que a un hombre con mentalidad moderna, como es él, y que valora la capacidad de conocimiento autónomo del hombre, no le parece aceptable. Por eso, tras repasar los distintos saberes de su época y ver qué hay de verdad en cada uno de ellos, trata de extraer algún provecho para su investigación que es la de CÓMO CONDUCIR SU RAZÓN DE LA MANERA MÁS EFICAZ POSIBLE PARA ALCANZAR CONOCIMIENTOS FIRMES Y SEGUROS, SIENDO CAPAZ DE DISTINGUIR LO VERDADERO DE LO FALSO. Todo aquello que esté bajo el alcance de la razón humana debe someterse al método. Si la razón es una, su método es uno. Es en las matemáticas donde Descartes encuentra el modelo para el método que está buscando. Y propone que ha de estar compuesto por cuatro reglas: EVIDENCIA “Todo el método consiste en el orden y disposición ANÁLISIS de aquellas cosas a las que ha de dirigirse la mirada SÍNTESIS de la mente a fin de que descubramos alguna verdad.” ENUMERACIÓN (Regla V)

6 EVIDENCIA La evidencia es la relación que se da entre el yo pensante, es decir, el sujeto que conoce, y aquellos contenidos de su mente de los que es consciente. Esta relación epistémica implica la claridad y la distinción. Una idea es clara cuando aparece con total nitidez en la mente del sujeto y no cabe duda alguna respecto a ella. Es distinta cuando no es posible confundir este contenido de la mente con otro. En palabras del propio Descartes: “Es claro aquel conocimiento que es presente y manifiesto a un espíritu atento, tal y como decimos que vemos claramente los objetos, cuando, estando ante nosotros, actúan con bastante fuerza y nuestros ojos están dispuestos a mirarlos. Es distinto aquel conocimiento que es en modo tal separado y distinto de todos los otros que sólo comprende en sí lo que manifiestamente aparece a quien lo considera como es preciso.” (Los principios de la filosofía. Parte I, Secc. 45) El primer precepto del método dice Descartes que era el de “no admitir jamás como verdadero cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención y no comprender, en mis juicios, nada más que lo que se presentase a mi espíritu tan clara y distintamente que no tuviese motivo alguno para ponerlo en duda”. (Discurso del Método. Segunda parte) No cualquier idea clara es distinta, pero toda idea distinta es clara. Claridad y distinción son, pues, elementos constitutivos de la evidencia. Que un conocimiento o idea pueda ser considerado como verdadero depende, según este precepto, de que resulte evidente. Y esto implica que no debe haber ninguna duda respecto a ello.

7 ANÁLISIS El análisis consiste en dividir cada dificultad en tantas partes como sea posible. Analizar es descomponer, fragmentar las ideas y los problemas siguiendo un orden que viene dado por aquellas partes que se pueden considerar independientemente de las otras (las que Descartes llama ‘absolutas’) y las que deben considerarse en relación y conexión con las demás (‘relativas’)

8 SÍNTESIS Este paso dentro del método consiste en recomponer el problema siguiendo el orden mencionado en el análisis. Una vez que se ha analizado cada una de las partes de la dificultad y se ha aclarado su naturaleza y sus conexiones, entonces procede a la reconstrucción o recomposición del problema, pues el análisis ha facilitado la tarea.

9 ENUMERACIÓN La enumeración consiste en hacer un repaso de todo el proceso para estar seguros de no omitir nada ni de haber cometido errores. “Para completar la ciencia es preciso recorrer en un movimiento continuo e ininterrumpido del pensamiento todas y cada y una de las cosas que conciernen a nuestro propósito, y abarcarlas en una enumeración suficiente y ordenada” (Regla VII)

10 LA DUDA METÓDICA Descartes busca un criterio de verdad, es decir, un instrumento que le permita distinguir lo verdadero de lo falso sin el menor lugar para la duda. Por tanto, lo que tiene que hacer es descartar cualquier idea en la que haya la menor traza de duda. Pero esto no significa que haya que prescindir tan pronto de la duda. La duda se revela, curiosamente, para Descartes como un instrumento al servicio de su objetivo. Hay varias razones que justifican la duda: EL testimonio de los sentidos no es siempre fiable. El conocimiento obtenido por la vía de la experiencia deberá ser considerado como carente de seguridad. Los errores que cometemos muchas veces los humanos. De manera que hasta que no disponga Descartes de ese criterio de verdad considerará como inciertos todos los conocimientos que haya obtenido hasta entonces. A veces tenemos sueños tan vívidos y reales que podemos no estar seguros de si lo que creemos haber soñado es realmente un sueño o no. Finalmente, en el extremo de la exageración, Descartes inventa la famosa hipótesis del genio maligno (Cfr. Meditaciones Metafísicas. I) según la cual, si existiese, en lugar de un verdadero dios, un genio maligno y poderosísimo ¿CÓMO PODRÍA DISTINGUIR LO VERDADERO DE LO FALSO? ¿CÓMO PODRÍA SABER QUE SUS CONOCIMIENTOS TIENEN UN FUNDAMENTO REAL Y NO SON UNA PURA APARIENCIA Y FALSEDAD? Esta situación resulta verdaderamente terrible y angustiosa. A la vista de lo anterior, Descartes decide tomar la duda como un instrumento para el descubrimiento de la verdad e incorporarla al método. Y decide no tomar por verdadero ningún contenido de su mente en el que pueda haber la menor duda. [VER TEXTO]

11 EL COGITO La decisión de dudar de todo (la duda metódica) no le conduce a Descartes, como hemos dicho, a un callejón sin salida, sino a la solución de su problema. Resuelto a dudar de todo descubre que hay algo de lo que no puede dudar: NO PUEDE DUDAR DEL HECHO MISMO DE QUE ESTÁ DUDANDO. Pero dudar es un modo del pensamiento, una actividad de la mente. Por tanto, Descartes descubre que NO PUEDE DUDAR DE SU PROPIA EXISTENCIA como cosa que piensa. De esta manera ha encontrado que la proposición YO PIENSO, LUEGO EXISTO, es una proposición verdadera e indudable. Aquí se unen la certeza que él tiene sobre su propio acto de pensar y la verdad de que cuando piensa existe. Este es su criterio de verdad a partir de ahora. El “Cogito” cartesiano es el nombre que recibe el descubrimiento que hace Descartes sobre el carácter indudable de su propia existencia como cosa que piensa. El punto de partida para la reconstrucción de una filosofía fiable, que es el proyecto de Descartes, será, entonces, el yo. Toda verdad deberá pasar por el escrutinio y la observación atenta del yo, erigido en criterio de verdad. El cogito es una realidad epistemológica, en cuanto que determina un criterio de verdad, pero también tiene una dimensión ontológica. Descartes sólo sabe (no hay que olvidar que la duda se sigue aplicando a todo excepto a su propia existencia) que existe como algo cuya única actividad consiste en pensar y que para ello no necesita de ninguna otra cosa. El acto de pensar no exige presuponer la existencia de ninguna otra cosa. Esto significa que Descartes descubre que es UNA SUSTANCIA PENSANTE. Una cosa que piensa o RES COGITANS.

12 RES COGITANS “… conocí por ello que yo era una substancia cuya total esencia o naturaleza es pensar, y que no necesita, para ser, de lugar alguno ni depende de ninguna cosa material. De manera que este yo, es decir, el alma por la cual soy lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo y hasta es más fácil de conocer que él, y aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es.” (Discurso del Método. IV) Así es como Descartes marca el carácter sustancial del alma o la mente, que es la sustancia responsable de nuestra propia identidad personal. El alma es independiente del cuerpo. Pero Descartes tiene no sólo un interés teórico en marcar la separación ontológica entre alma y cuerpo, sino un interés moral. Después del ateísmo el error más grave es el de los que no creen que hay otra vida después de esta y que, por tanto, no importa cómo vivamos pues, si no sobrevive nada nuestro, no debemos temer la existencia de un juicio tras la muerte. La razón y la voluntad libre sólo son posibles si existe un alma independiente del mundo físico. Lo que nos hace seres autónomos, racionales y moralmente responsables es el alma. De no ser así nuestra vida estaría al nivel de un guijarro. Pero el alma y el cuerpo están conectados a través de un pequeño órgano situado en el cerebro (la glándula pineal). No obstante, Descartes nunca se defendió con éxito frente a las objeciones de sus críticos en este punto. El dualismo cartesiano, que es el nombre que recibe esta concepción del alma y el cuerpo como ontológicamente independientes, está matizado por la idea de Descartes

13 RES COGITANS (CONTINUACIÓN)
de que el alma y el cuerpo o están unidos simplemente como un piloto y su navío, sino de manera mucho más estrecha e íntima, lo que nos permite sentir los daños causados al cuerpo, o mover voluntariamente los brazos o las piernas, por ejemplo. Pero ¿cómo es posible que el alma, que es inmaterial, pueda influir causalmente sobre el mundo físico? Este es el gran problema al que Descartes no pudo hacer frente de forma correcta. En una carta de Descartes al señor C. Clerselier, dice que la aparente dificultad que en sus críticos suscita su dualismo depende de una suposición falsa: “ y que no puede ser probada en modo alguno, a saber: que si el alma y el cuerpo son dos substancias de diferente naturaleza, ello les impide obrar una sobre otra.” (Meditaciones Metafísicas. Respuestas a las quintas objeciones, 312) En 1648, Descartes concedió una entrevista a Burman. Se trata de las últimas reflexiones del filósofo acerca de su propio pensamiento. Cuando Burman le pregunta cómo es posible la recíproca afección del alma y el cuerpo dada su naturaleza enteramente diferente, Descartes no responde más que: “Nada es más difícil de explicar, pero aquí basta la experiencia, que en este caso es tan clara que no hay posibilidad de sostener lo contrario, como aparece en las pasiones, etc.” (L’entretien avec Burman, texte 33)

14 DIOS Descartes presenta dos demostraciones de la existencia de Dios. Una de ellas basada en los distintos tipos de ideas que podemos albergar los humanos. La otra es el famoso argumento ontológico, ya enunciado por San Anselmo de Canterbury. Si dudo, dice el filósofo, es que no soy perfecto. Y aquí tomo conciencia de una nueva idea: la idea de perfección, cuyo origen decide investigar. ¿De dónde procede la idea de perfección, la idea de algo más perfecto que yo mismo? De mi no es posible que proceda, porque lo más perfecto no puede ser causado por lo menos perfecto (no se trata de una idea facticia, fabricada por mi) De un posible mundo externo, cuya existencia aún no ha sido probada, tampoco. No es, entonces, una idea que provenga de fuera de mi (no es una idea adventicia) Sólo queda la alternativa de que sea una idea que pertenece de forma innata a mi alma y que ha sido puesta en mi por alguien superior, por Dios. Se trata, pues, de una idea innata. El argumento ontológico sostiene que en le concepto de Dios está incluido el de su existencia necesaria: “si volvía a examinar la idea que tenía de un Ser perfecto, hallaba que la existencia estaba comprendida en ella del mismo modo como en la idea de un triángulo se comprende que sus tres ángulos sean iguales a dos rectos (…) y hasta con más evidencia aún; y que, por consiguiente, es por lo menos tan cierto que Dios, que es un Ser perfecto, es o existe, como lo pueda ser cualquier demostración de geometría.” (Discurso del método. IV) Dios tiene, además, una función importantísima en el sistema de Descartes: Él es el garante de la verdad. Si el conocimiento es posible es porque hay un Dios.

15 RES EXTENSA Recordemos que Descartes había puesto en duda la existencia del mundo externo, la existencia de un mundo físico del que su propio cuerpo formaba parte, pues de lo único que podía estar seguro es de que él era una cosa, una substancia que pensaba, que su única naturaleza era el pensar. Después de esto dedujo que hay un Dios, que es una sustancia infinita. Le llega el turno ahora a la sustancia extensa, que es el mundo físico. El argumento de Descartes es el siguiente: Tengo ideas (él incluía las sensaciones como parte del concepto ‘idea’) de cosas que no he inventado yo y que van unidas de manera muy intensa a la creencia de que son causadas por cosas independientes de mi. Tengo una fuerte inclinación a atribuir existencia real e independiente a cosas que yo creo que causan en mí estas ideas de colores, formas o volúmenes de cuerpos. Si esta fuerte inclinación no se viese confirmada con la existencia real de cuerpos, entonces Dios estaría permitiendo que yo me engañase, pero Dios es veraz y no permite que yo me engañe. Por tanto, existe un mundo físico independiente de mi pensamiento y que actúa sobre mi. Esta es la tercera sustancia cartesiana. La res extensa. El cuerpo, que forma parte de este mundo físico, es una máquina que funciona de acuerdo a principios puramente mecánicos y cuyos estados son predecibles. Las leyes básicas del mundo físico son: la conservación del movimiento, el principio de inercia y el de que todo tiende a moverse en línea recta.

16 LAS SUSTANCIAS La reflexión de René Descartes tiene por objeto las tres sustancias RES COGITANS (cuyo atributo esencial es el pensamiento) Es el alma, la mente, la sede de la personalidad, de la razón y de la identidad personal. Es exclusiva de los seres humanos. RES EXTENSA (cuyo atributo esencial es la extensión) Es el mundo físico. RES INFINITA ( Dios. Su atributo esencial es la perfección) Sustancia es “una cosa que existe en forma tal que no tiene necesidad sino de sí misma para existir” (Principios. Secc. 52) En sentido propio, sólo Dios es una sustancia pero, dado que el alma y el cuerpo pueden existir con independencia mutua, Descartes los considera sustancias. Primero descubre su propia existencia como sustancia pensante. Después descubre a Dios y, finalmente, como consecuencia de la naturaleza veraz de Dios, descubre la existencia del mundo material. volver

17 TEXTOS (I) SOBRE EL MÉTODO.
MÉTODO: “reglas ciertas y fáciles, mediante las cuales el que las observe exactamente no tomará nunca nada falso por verdadero, y no empleando inútilmente ningún esfuerzo de la mente, sino aumentando siempre gradualmente su ciencia, llegará al conocimiento verdadero de todo aquello de que es capaz” (Regla IV). volver MATHESIS UNIVERSALIS: “… estoy convencido de que ciertas primeras semillas de verdades impresas por la naturaleza en el espíritu humano, y que ahogamos en nosotros leyendo y oyendo cada día tantos y tan diversos errores, tenían tanta fuerza en esa ruda y sencilla antigüedad (…) conocieron también ideas verdaderas de la filosofía y de la Mathesis, aun cuando no pudiesen todavía conseguir perfectamente dichas ciencias. (…) En esto no basta atender a la etimología de la palabra, ya que como el término Mathesis significa tan sólo lo mismo que disciplina, no con menor derecho que la Geometría se llamarían Matemáticas las demás ciencias. (…) Por lo tanto, debe haber una cierta ciencia general que explique todo lo que puede buscarse acerca del orden y la medida no adscrito a una materia especial, y que es llamada no con un nombre adoptado, sino ya antiguo y recibido por el uso, Mathesis Universalis, ya que en ésta se contiene todo aquello por lo que las otras ciencias son llamadas partes de la Matemática.” (Regla IV)

18 TEXTOS (II) SOBRE LA DUDA, EL ALMA Y EL CUERPO.
LA DUDA METÓDICA: “Pero deseando yo en esta ocasión tan sólo buscar la verdad, pensé que debía hacer todo lo contrario y rechazar como absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menor duda, pare ver si, después de hecho esto, no me quedaba en mis creencias algo que fuera enteramente indudable.” (Discurso del Método. IV) volver EL COGITO: “Pero advertí enseguida que aun queriendo pensar, de este modo, que todo es falso, era necesario que yo, que o pensaba, fuese alguna cosa. Y al advertir que esta verdad -pienso, luego soy- era tan firme y segura que las suposiciones más extravagantes de los escépticos no eran capaces de conmoverla, juzgué que podía aceptarla sin escrúpulos como el primer principio de la filosofía que buscaba.” (Discurso del Método. IV) volver ALMA Y CUERPO: “El alma tiene su sede principal en la pequeña glándula que está en el centro del cerebro, desde donde irradia a todo el cuerpo a través de los espíritus, de los nervios e incluso de la sangre, que, como participa de las impresiones de los espíritus, puede llevarlas por las arterias a todos los miembros (…) La pequeña glándula que es las sede principal del alma está suspendida de tal modo entre las cavidades que contienen estos espíritus, que estos pueden moverla de tan diversas maneras como diversidades sensibles hay en los objetos.” (Las pasiones del alma. Art. XXXIV) volver

19 TEXTOS (III) SOBRE EL ALMA Y EL CUERPO. DIOS.
ALMA Y CUERPO: “La razón que me convence de que el alma no puede localizarse en ningún otro lugar del cuerpo que en esta glándula, donde ejerce inmediatamente sus funciones, es que considero que las otras partes de nuestro cerebro son dobles. (…) Necesariamente debe haber algún lugar donde las dos imágenes que llegan por los ojos (…) puedan ensamblarse en una antes de llegar al alma, para que no le representen dos objetos en vez de uno.” (Las pasiones del alma. Art. XXXII) volver DIOS: “De suerte que era preciso que hubiera sido puesta en mi [la idea de Dios] por una naturaleza que fuera verdaderamente más perfecta que yo y que poseyera todas las perfecciones de las que yo pudiera tener alguna idea, o lo que es igual, para decirlo en una palabra, que fuese Dios” (Discurso del Método. IV) DIOS Y EL CONOCIMIENTO: “Y así veo muy claramente que la certeza y verdad de toda ciencia dependen sólo del conocimiento del verdadero Dios; de manera que, antes de conocerlo, yo no podía saber con perfección cosa alguna: Y ahora que lo conozco, tengo el medio de adquirir una ciencia perfecta acerca de infinidad de cosas: y no sólo acerca de Dios mismo, sino también de la naturaleza corpórea, en cuanto que ésta es objeto de la pura matemática, que no se ocupa de la existencia del cuerpo.” (Meditaciones metafísicas. V) volver

20 ADVERTENCIA LOS CONTENIDOS DE ESTA PRESENTACIÓN
DEBEN TOMARSE EXCLUSIVAMENTE COMO UNA INTRODUCCIÓN ESQUEMÁTICA AL AUTOR Y NO COMO APUNTES QUE PUEDEN SUTITUIR AL ESTUDIO DETENIDO DE LOS MATERIALES APORTADOS EN CLASE, A LA LECTURA COMPLETA DEL TEXTO PRECEPTIVO Y A LOS COMENTARIOS DE LOS TEXTOS QUE SE INDIQUEN POR EL PROFESOR. ETR


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