H. Basilio Rueda Guzmán, Testimonios sobre María en la Circular del 8 de septiembre de 1976 Serie 04 cepam H. Basilio Rueda Guzmán, Testimonios sobre María en la Circular del 8 de septiembre de 1976 Serie 04 cepam

«Mi amor a María es muy sencillo: se reduce a una admiración alegre y agradecida por lo que ella es y de la manera como ha amado a Cristo; yo la felicito por su suerte y le doy gracias por su fidelidad y me descubre “el bendito” en ella, el amado por Dios en ella; por eso digo a menudo a Dios: “Gracias por haber amado a María como tú la has amado”. Mi oración expresa habitualmente eso». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 431) «Mi amor a María es muy sencillo: se reduce a una admiración alegre y agradecida por lo que ella es y de la manera como ha amado a Cristo; yo la felicito por su suerte y le doy gracias por su fidelidad y me descubre “el bendito” en ella, el amado por Dios en ella; por eso digo a menudo a Dios: “Gracias por haber amado a María como tú la has amado”. Mi oración expresa habitualmente eso». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 431)

«Estoy convencido de que la vuelta de la devoción a la Virgen, en el espíritu de la Iglesia y en el de nuestro Fundador es la mejor garantía del renacimiento de nuestro Instituto». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 432) «Estoy convencido de que la vuelta de la devoción a la Virgen, en el espíritu de la Iglesia y en el de nuestro Fundador es la mejor garantía del renacimiento de nuestro Instituto». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 432)

«Tengo la seguridad de que la Congregación, sin una devoción viva y operante a la Santísima Virgen, quedaría privada de una de sus principales características; estaría profundamente empobrecida y sufriría las consecuencias de la orfandad espiritual». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 432) «Tengo la seguridad de que la Congregación, sin una devoción viva y operante a la Santísima Virgen, quedaría privada de una de sus principales características; estaría profundamente empobrecida y sufriría las consecuencias de la orfandad espiritual». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 432)

«La atracción del P. Fundador en mi vida, ha sido grande. Me he dado cuenta de que el mundo tiene necesidad de María, pero de modo diferente: encarnando a María en nuestra vida. Se trata de un cambio profundo». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 433) «La atracción del P. Fundador en mi vida, ha sido grande. Me he dado cuenta de que el mundo tiene necesidad de María, pero de modo diferente: encarnando a María en nuestra vida. Se trata de un cambio profundo». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 433)

«Cuando ingresé en los Hermanos Maristas, el amor recíproco entre la Virgen y yo aumentó rápidamente». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 443) «Cuando ingresé en los Hermanos Maristas, el amor recíproco entre la Virgen y yo aumentó rápidamente». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 443)

«El Rosario es mi ayuda, mi libro evangélico, mi alimento en los días tristes y en los alegres, operando dentro y fuera de mí. Sin duda que la experiencia lograda por medio de esta práctica, me ha ayudado a inculcar una devoción mariana a los niños y a los jóvenes, basada en la fe, la esperanza y la caridad». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 447) «El Rosario es mi ayuda, mi libro evangélico, mi alimento en los días tristes y en los alegres, operando dentro y fuera de mí. Sin duda que la experiencia lograda por medio de esta práctica, me ha ayudado a inculcar una devoción mariana a los niños y a los jóvenes, basada en la fe, la esperanza y la caridad». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 447)

«Ha sido siempre para mí motivo de gran alegría cuando mis antiguos alumnos me han escrito, o me han dicho de viva voz, que lo que les había impresionado fuertemente era el celo de los Hermanos para inculcarles una gran devoción a la Virgen. Mencionaban: el catecismo del sábado y el mes de María. (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 450) «Ha sido siempre para mí motivo de gran alegría cuando mis antiguos alumnos me han escrito, o me han dicho de viva voz, que lo que les había impresionado fuertemente era el celo de los Hermanos para inculcarles una gran devoción a la Virgen. Mencionaban: el catecismo del sábado y el mes de María. (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 450)

«Ahora cuando tantos cristianos y religiosos han relegado la devoción a María a un mero recuerdo, creo poder afirmar que la presencia de María continúa en mi vida. El día en que nosotros, Maristas, la lancemos como lastre, ese día dejaremos de existir». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 460) «Ahora cuando tantos cristianos y religiosos han relegado la devoción a María a un mero recuerdo, creo poder afirmar que la presencia de María continúa en mi vida. El día en que nosotros, Maristas, la lancemos como lastre, ese día dejaremos de existir». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 460)

«Cuando dedico algún rato a la reflexión sobre María, encuentro su presencia mucho más intensa. La condición para experimentar este sentimiento de proximidad es la reflexión y la oración. Esencialmente esta “aproximación” arranca de la Escritura. La reflexión lleva a la oración personal. Ese es el terreno en el que he encontrado la devoción a María más llena de sentido». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 465) «Cuando dedico algún rato a la reflexión sobre María, encuentro su presencia mucho más intensa. La condición para experimentar este sentimiento de proximidad es la reflexión y la oración. Esencialmente esta “aproximación” arranca de la Escritura. La reflexión lleva a la oración personal. Ese es el terreno en el que he encontrado la devoción a María más llena de sentido». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 465)

«El Vaticano II me ha llenado de alegría al proporcionamos la síntesis admirable en el capítulo 8 de la Lumen Gentium. He comentado varias veces a los alumnos esa doctrina y ‘les hago trabajar en grupos sobre la misma. Si he insistido sobre el aspecto intelectual de mi devoción mariana, es porque estoy convencido de que “no se ama aquello que no se conoce”». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 466) «El Vaticano II me ha llenado de alegría al proporcionamos la síntesis admirable en el capítulo 8 de la Lumen Gentium. He comentado varias veces a los alumnos esa doctrina y ‘les hago trabajar en grupos sobre la misma. Si he insistido sobre el aspecto intelectual de mi devoción mariana, es porque estoy convencido de que “no se ama aquello que no se conoce”». (Testimonio de un Hermano, citado por el H. Basilio Rueda Guzmán, “Un nuevo espacio para María”, Circular del 8 de septiembre de 1976, Vol. XXVI, N° 4, p. 466)

Ellos han vivido esas experiencias en su relación con el tema mariano… ¿Y cuál sería tu testimonio personal sobre lo que es María para ti? Ellos han vivido esas experiencias en su relación con el tema mariano… ¿Y cuál sería tu testimonio personal sobre lo que es María para ti?