VIDA DIGNA Y CONSTRUCCIÓN DE PAZ

1. Análisis de la realidad: ¿Qué es la vida digna? -Saberse persona, Hijo de Dios, ser corresponsable, tener conciencia de nuestros derechos y deberes, tener respeto, saber escuchar, Derecho a la vida, la educación, salud, trabajo justo. La Teología Indígena nos enseña que tenemos una dignidad sagrada. Con la Conquista, cuando a los hombres les llamaron “indios” les quitaron toda dignidad.

¿Qué atenta contra la vida digna y la paz? Todos atentamos contra la vida y la paz cuando no cumplimos con nuestra responsabilidad social. Un sistema neoliberal que considera a su hermano como mercancía: Exclusión, hambre, pobreza, desigualdad, explotación laboral, etc. Mega proyectos que no les interesa la vida de los pueblos ni la creación. Los medios de comunicación que nos desinforman. Funcionarios públicos, pueblo corrupto, empresarios no responsables, trabajadores incumplidos. Los dirigentes que hacen leyes que protegen al poderoso despojando al pobre. Apatía, inconsciencia, soberbia, avaricia, individualismo, ambición desmedida, protagonismo y corrupción.

¿Qué es la paz? Armonía en las relaciones con Dios, con las personas, conmigo mismo y con la naturaleza. Saber enfrentar los retos. Búsqueda del Bien común, actitud positiva frente a la vida. Esperanza frente a la adversidad. “El desarrollo es el nombre nuevo de la paz” (Pablo VI) “Qué difícil es construir la paz, pero vivir sin ella es un infierno. Resolución de conflictos, vivir en la verdad y búsqueda del bien.

¿Que y quienes realizan las acciones que las favorecen? Las personas concientizadas y sensibilizadas que asumen su compromiso para mejorar la vida. Los pueblos organizados (zapatistas, grupos colectivos, mujeres, jóvenes, obreros, victimas que se agrupan para defender sus derechos) La iglesia e instituciones civiles, algunos gobernantes, algunos empresarios. Redes sociales, gente anónima que trabaja por la paz, entre ellos ancianos. La oración que da fortaleza para actuar.

Acciones que hacen falta para lograr la transformación social Cambio de mentalidad a través de una formación integral desde los seminarios para que haya pastores sensibilizados y comprometidos. Incidiendo en la vida política para reformar desde las estructuras que organizan nuestra sociedad. La realidad debe considerarse para organizar ideas, proyectos y programas, que estén planteadas desde necesidades reales y no solo sentidas.

CONCLUSIÓN - El destino de nuestro pueblo no puede ser la muerte; estamos llamados a la vida y a la felicidad. El grito de todas las víctimas es: “¡La muerte no prevalecerá!”, es la propuesta para la dignidad y la paz, porque Jesús dijo:

“He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” “Yo soy la Resurrección y la Vida; el que cree en mí no morirá jamás”