“El génesis de algunas de las características humanas incluidas en la definición de personalidad psicópata no constituye un misterio mayor que otros síndromes de las psicopatología”.

Solía llamarse personalidad psicópata (quien se consideraba sufría un defecto del carácter innato e incurable). Persona sociópata, incapaz de cambiar su conducta impulsiva y de aprender de las experiencias, en el campos de las relaciones interpersonales. El sociópata expresa un remordimiento aparentemente “profundo” e intenciones “sinceras” de mejorar.

Remordimiento y sinceridad = Pura pretensión. La derrota y la desesperación de estas personas constituyen el extraño triunfo y la extraña venganza del enfermo. El sociópata adulto parece beneficiarse poco con los procedimientos psicoterapéuticos (se buscan situaciones existentes en la niñez que permitan evitar el desarrollo de estas distorsiones).

Mayor obstáculos que evita el éxito de la terapia = Actitud del paciente (+ cuando tiene negación). La figura de mayor significación fomenta inconscientemente, una conducta amoral o antisocial en el niño. Y las necesidades neuróticas del padre encuentran satisfacción en la conducta de éste.

Las perturbaciones en adultos con esta personalidad están ligadas con alguna distorsión que interfiere con la integridad de las normas yo-superyo. Es probable que el niño se corrompa (condenara de palabra lo que está gozando inconscientemente).

Cuando el superyo no esta unificado, el niño necesita de ayuda externa para manejar sus impulsos. Ayuda NO ambivalente. El niño cuya identificaciones son caprichosas, inconscientes o emocionalmente descuidadas se convertirá en un adulto con actitudes irresponsables o emocionalmente superficiales y vacías. Característica importante de esta Personalidad.

Subgrupos de las Perturbaciones de la Personalidad Sociópata. Parecen incapaces de aceptar las responsabilidades de un adulto, tienen por meta satisfacciones inmediatas, sin consideración por las demandas sociales o los derechos y sentimientos de otras personas. I.Personalidades sociópatas irresponsables y emocionalmente superficiales. II.Reacciones de la Persona Antisocial Sociópata. III.Reacciones de la Persona Sociópata Disocial.

Pueden parecer cordiales y atractivos en lo emocional; con el don de la plática, superficialmente conocedores, entretenidos. Carecen de una estructura yo-superyo adecuada para lograr una personalidad estable y confiable.

Exigen mucho de las demás personas y de la sociedad, pero sin mostrar la menor empatía y sin poder comprender por qué son excesivas sus demandas y defectuoso su comportamiento. Existe un desarrollo seriamente detenido en las relaciones yo-superyo.

II. Reacciones de la persona Antisocial Sociópata. Rebelión profunda emocional contra la autoridad, que debe su intensidad y persistencia a que tuvo lugar su origen en la vida familiar del niño.

La incapacidad de aprovechar las experiencias, o de evadir la Ley, y la apariencia general de odio desafiante = Señales de las traiciones sufridas en la familia. (Falta de modelos de Identificación estables, confiables y protectores). Los crímenes cometidos por estas personas incluyen todo tipo de crimen violento, de desfalco, falsificación y estafa.

III. Reacciones de la persona Sociópata Disocial. Víctimas de un ambienta “anormal”, son incapaces de una lealtad firme y de lazos emocionales profundos en tal medio. Entran en conflicto con los códigos sociales y normales prevalecientes.

Principal diferencia, este tipo de reacción responderá favorablemente a los cambios de ambiente, mientras que las otras dos requieren un cambio de la personalidad más completo antes de que puede aprender a adaptarse a las realidades de su vida social.

Las perversiones o desviaciones sexuales son patrones de conducta sexual que no culminan en un acto heterosexual cuando tal acto es permisible y objetivamente posible. La eliminación de la pareja del sexo opuesto arrebata muchas de las experiencias emocionales más importantes de la vida adulta “normal”.

El desviado sexual es una persona emocionalmente inmadura, cuyo desarrollo sexual se ha visto detenido o distorsionado en las primeras etapas de la vida. Esta persona se vio expuesta a una seducción consciente o inconsciente, mucho antes de que su desarrollo sexual hubiera llegado al nivel genital maduro.

Freud Desviaciones sexuales con el complejo de castración, defensas contra impulsos sexuales y agresivos prohibidos tenidos hacia padres o hermanos. Las desviaciones sexuales incluyen siempre alguna distorsión de la realidad (a cualquier nivel).

I. Homosexualidad Franca. Más común. Es una forma de Psicopatología que no entra en las “degeneraciones” y probablemente no es congénita.

Las personas homosexuales que están satisfechas con su condición no buscan terapia. Se habla de Homosexualidad Franca cuando un adulto prefiere relaciones sexuales con una persona del mismo sexo, a pesar de disponer de una pareja potencial del sexo opuesto.

Excepciones: Adultos que por largos periodos se han visto impedidos de toda relación con el sexo opuesto. Adolescentes que experimentan homosexualmente, pero no desarrollan tendencias homosexuales francas cuando adultos.

A menos que se sienta infeliz el homosexual con su suerte o que esté sufriendo una ansiedad neurótica que lo haga desear un cambio, poco funciona una terapia que lo encamine hacia la heterosexualidad. Quizás porque el paciente ha aceptado su desviación como parte esencial de su ser.

II. Exhibicionismo. La persona muestra compulsivamente su órgano genital a mujeres jóvenes o maduras en un lugar público (se puede repetir dicho acto varias veces en un día).

Afirman que no le interesa ver, sino que lo vean. Factores: Narcisismo Básico. Ansiedad de Castración. Exhibición Franca y Natural del Órgano Genital en el hogar. Haber tenido relaciones precoces.

III. Voyeurismo. Obtiene su principal, y a veces única, satisfacción sexual viendo órganos sexuales, el cuerpo desnudo o actividades sexuales de otros. Inhibidos e incluso impotentes pero heterosexuales respecto al objeto de interés.

IV. Fetichismo. Empleo de un objeto especial e inanimado en las prácticas religiosas de sociedades primitivas, las que atribuyen al objeto poder, alivio o bienestar.

Los desviados sexuales emplean algo, por lo general inanimado, como objeto sexual en lugar de una pareja, o exigen que dicho objeto se encuentre presente para llevar a cabo el acto sexual. El fetiche sustituye a la pareja amorosa, sustituto que nada exige y que no es peligroso.

V. Travestismo. Significa vestir opuesto. Se obtiene satisfacción, o se simboliza la identificación con el sexo opuesto, poniéndose la ropa que corresponde.

Excepciones: Cuando los homosexuales llevan ropa de mujer para atraer a una pareja masculina ambivalente, por ser medio para lograr un fin homosexual. Cuando las mujeres normales usan ropa por lo común considerada masculina por simple comodidad.

VI. Sadomasoquismo. Sadismo: Obtener placer sexual de infligir dolores, de aplicar prohibiciones o de humillar. Masoquismo: Obtener placer sexual en sufrirlos.

Debido a que por lo general están presentes actitudes sádicas y masoquistas, de intensidad anormal, en la misma persona, lo común es recurrir al término sadomasoquista para designar a esa desviación. Se interpreta el sadismo y el masoquismo como defensas contra la ansiedad de castración.