La Hipocresía Mateo 5 - 7

INTRODUCCIÓN PODEMOS SABER CUÁL ES LA VOLUNTAD DE CRISTO: Jesús quiere discípulos (Mat. 28:19,20). Jesús quiere que aprendamos (Mat. 28:20; 5:1,2). Jesús ha establecido las prioridades (Mat. 6:33). Jesús no quiere mediocridad (Mat. 5:20) y aborrece la hipocresía (Mat. 6:2,5,16; 7:5).

Teatro griego de Siracusa

¿Por qué Cristo trato la hipocresía con sus discípulos? Mateo 5:1,2 La hipocresía es un pecado para fingir la obediencia y la devoción, y que puede usar de lo bueno para lograr la actuación. La hipocresía siempre ha sido un pecado habitual en el ambiente religioso. La hipocresía es un pecado del cual debemos ser prevenidos.

Lo que es la Hipocresía Es el fingimiento y apariencia de cualidades o sentimientos que no se tienen. Es un vicio que Cristo siempre condenó (cf. Mat. 15:7,8). Un engaño deliberado. El hipócrita prefiere fingir la virtud y devoción en lugar de ser realmente un discípulo de Cristo. Todo hipócrita está descentrado, pues en vez de preferir la virtud, persiste en el fingimiento a fin de salvar lo que desea aparentar.

¿Cómo se comporta un hipócrita? Algunos son acusados de hipocresía cuando su comportamiento no toma las dimensiones de lo que hablan. Pero, eso podría ser una indicación de debilidad o cobardía, no de hipocresía. El hecho de que uno no sea lo que debería ser no es hipocresía; ninguno de nosotros es todo lo que debería ser. Pero vamos creciendo para serlo. El hipócrita rehúsa crecer y mejorar.

¿Cómo se comporta un hipócrita? El hipócrita finge, actúa, pretende y aparenta. El hipócrita es mentiroso y deshonesto, pues oculta sus intenciones y verdadera personalidad. El hipócrita no aplica a sí mismo los valores que aplica a otros. El hipócrita vive actuando un “papel”, y no le importa la verdad (Jn. 8:32; 17:17).

¿Cómo se comporta un hipócrita? Mateo 6:1 El hipócrita vive actuando un “papel” delante de los hombres para lograr el aplauso (Mat. 6:2,5,16). El hipócrita se contenta con agradar a los hombres en vez de a Dios. El hipócrita es un esclavo que no tiene “temor” de Dios (cf. Gal. 1:10).

No podemos agradar a todos. De todas las enfermedades del corazón, no hay una más epidémica ni más perniciosa que el amor a la adulación. No podemos agradar a todos. ¡Dejemos de vivir para que nos aplaudan!

La hipocresía siempre es un peligro tentador: Mateo 6:2 La hipocresía siempre es un peligro tentador: Fingir la generosidad y la misericordia. Ser “vistos” haciendo lo “correcto”. Ser “alabados” por hacer lo “correcto”. Los necesitados llegan a ser un “instrumento” de publicidad. El hipócrita realizó su actuación. El hipócrita obtiene su recompensa.

Mateo 6:5 La hipocresía siempre es un peligro tentador: Fingir la devoción a Dios. Ser “vistos” haciendo lo “correcto”. PREGUNTAS: ¿Se puede hacer lo “correcto” con un “motivo” pecaminoso? ¿Se puede hacer lo “correcto” con un “propósito” pecaminoso? ¿Cuál es la recompensa del hipócrita?

La hipocresía siempre es un peligro tentador: Mateo 6:16 La hipocresía siempre es un peligro tentador: Fingir la devoción. Fingir con gestos mentirosos. Mostrar a los hombres una actuación. El hipócrita realizó su actuación. El hipócrita obtuvo su recompensa.

La hipocresía siempre es un peligro tentador: Mateo 7:5 La hipocresía siempre es un peligro tentador: Rehusar mirar sus propias limitaciones. Rehusar hacer cambios necesarios. Presentar una actuación de “santidad”. Entonces… El hipócrita realizó su actuación El hipócrita obtuvo su recompensa.

Sabiduría de lo alto “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” Santiago 3:17

CONCLUSIÓN La hipocresía provee la alabanza de los hombres pero no la aprobación de Dios. La hipocresía no sustituye la obediencia. La obediencia sincera recibe la aprobación de Dios y la recompensa de la vida eterna.

Plan de Salvación Rom. 10:17, Oír la palabra de Dios. Jn. 8:24, Creer en Cristo. Hech. 2:38, Arrepentimiento. Rom. 10:10, Confesar la fe en Cristo. Mar. 16:16, Bautismo para el perdón de los pecados. Col. 1:21-23, Perseverar en la fe. Hech. 8:22, Arrepentirse si ha caído, rogar el perdón. 1 Jn. 1:9, Confesar el pecado.