Consideraciones para apoyar el siguiente paso de la Asamblea Diocesana 2007

A qué le estamos llamando formación inicial Es Es la evangelización fundamental, la conversión a Jesús, por la cual optamos a ser sus discípulos, adherirnos a su camino, a su estilo de vida.

A qué le estamos llamando formación inicial Es la integración inicial Es la integración inicial a la comunidad eclesial, que permite al bautizado la experiencia de fraternidad, de oración, de celebración y de servicio como miembro vivo del Cuerpo de Cristo Alimenta la conciencia de pertenencia a la comunidad eclesial.

A qué le estamos llamando formación inicial Es la conciencia de la propia vocación apostólica, que impulsa al bautizado a ya no vivir para sí mismo y a descubrir la comunión con sus hermanos en la fe como oportunidad de servicio al mundo.

A quién le corresponde ofrecer la formación inicial Principalmente es a la comunidad parroquial a la que le corresponde acompañar a los bautizados en su primera formación, sin olvidar la tarea fundamental de la Iglesia doméstica, la familia; y la colaboración de los movimientos evangelizadores y las comunidades menores que tienen esa finalidad.

Cómo lograr una mayor capacidad de nuestras comunidades para evangelizar a los bautizados Hace falta conciencia comunitaria de que somos responsables de acompañar a los bautizados a su encuentro con Cristo. Es una opción, que aún no hemos tomado como prioridad en la pastoral. Para realizarlo, son necesarios dos características en los agentes: misioneros, capaces de acoger, acompañar y testimoniar; y catequistas, capaces de acompañar la reiniciación cristiana de jóvenes y adultos.

Identificar cada etapa en la formación de los laicos A partir de la formación inicial, es necesario clarificar el sentido de cada etapa del proceso de formación y cómo se van encadenando entre sí. La formación inicial, en su sentido de conversión y adhesión a Cristo, es como un vaso comunicante que retroalimenta todas las etapas de formación.

Formación básica Primera profundización sistemática de la vida cristiana, para consolidar la opción y el seguimiento de Cristo, la inserción viva en la comunidad y la participación en el servicio apostólico. Con la formación básica el discípulo inicia su maduración como apóstol.

Formación específica Desarrollo y capacitación de los propios dones y carismas para poder realizar un servicio específico, que es participación en la tarea evangelizadora de la comunidad, que se hace presente donde hay necesidad del testimonio evangélico. La formación específica está relacionada con el desarrollo de los ministerios.

Formación permanente Continúa y profundiza de forma permanente la formación básica y específica, acompaña al cristiano en su camino de seguimiento de Cristo, para madurar su amor a Dios y al prójimo, su comunión fraterna y su apertura misionera al mundo.

Etapas de formación Proceso Proceso evangelizador: primer anuncio, reiniciación cristiana y catequesis. encuentro encuentro con Jesús, experiencia experiencia de comunidad y de servicio. Programa de Formación básica para agentes de pastoral Programa de Formación Específica --- Ministerios Formación Permanente

Qué decisiones debemos tomar, qué acciones debemos realizar, para que realmente la formación de agentes de evangelización sea una prioridad pastoral arquidiocesana Cuestión de fondo