CALIDAD, PERTINENCIA, RESPONSABILIDAD SOCIAL Coordinador: José Dias Sobrinho Consultores: Adolfo Stubrin, Pedro Goergen, Elvira Martin, L. Eduardo González & O.Spinoza

Calidad está asociada a pertinencia, relevancia, responsabilidad social, compromisos públicos que corresponden a las IES.

Los conceptos de calidad varían de acuerdo con las diversas posiciones, intereses y contradicciones de los actores en los distintos campos sociales.

Con la creciente atribución de valor económico a la educación, hay un gran auge de la apropiación de la lógica empresarial en la formulación del concepto y en la evaluación de la calidad.

La disputa por el concepto de calidad presenta razones distintas para cada grupo de interés: aumentar la competitividad económica; mejorar indicadores cualitativos de la ciudadanía; ampliar condiciones de empleabilidad; dar fe pública del correcto ejercicio de los servicios educativos etc.

Educación para más gente significa incremento y no pérdida de calidad Educación para más gente significa incremento y no pérdida de calidad. Tomando en cuenta criterios de equidad y justicia social asociados al concepto de educación como bien público, concluimos que no es de calidad un sistema educativo que margina partes, y muchas veces la mayoría, de la población nacional.

En pugna dos paradigmas: Unos conciben la calidad según criterios que pretenden ser objetivos, neutros y universales, valorando más los aspectos cuantitativos y mensurables y que permiten rankings...

Otros consideran también relevantes las realidades sociales de IES y sistemas educativos, dimensiones cualitativas (actitudes éticas y valores cívicos), inserción de la ES en las estrategias de consolidación de la democracia, desarrollo sostenible de ciudadanía y economía nacional, respeto a las identidades culturales, ideales de cohesión de los pueblos…

UNESCO: pertinencia se refiere al papel y el lugar de la educación superior en la sociedad, como locus de investigación, enseñanza, aprendizaje, compromisos con las comunidades y mundo laboral etc;

La pertinencia se consigue en la participación de los actores de las IES en la vida social, económica y cultural de la sociedad, en especial con el entorno, sin perder la perspectiva de universalidad.

No puede haber una ES de calidad sin una fuerte articulación con los subsistemas escolares previos y sin estrecha conexión con las estructuras de C y T.

Premisas “educación como bien público” y “sistema” rechazan la visión de educación como mercancía y función de mercado.

Aceptar la educación como bien público “global” sin considerar realidades y compromisos nacionales de sociedades de países no-industrializados es abrir las puertas para la consolidación de un sistema global de ES que solo interesa a países desarrollados.

No todos los criterios internacionales y transnacionales de calidad, ni tampoco todas las estrategias de los sistemas educativos de países ricos son necesariamente adecuados o importantes para naciones pobres y/o en desarrollo.

No se trata solamente de acceder, sino de mantenerse estudiando, graduarse y lograr empleos adecuados y coherentes con la formación. Son necesarias acciones que garanticen acceso y permanencia de estudiantes procedentes de sectores sociales históricamente postergados.

Una de las más importantes dimensiones de la responsabilidad de ES de calidad es con relación a los niveles anteriores, sobre todo a las políticas y acciones para mejorar la formación de los estudiantes y maestros.

En la sociedad de economía global, desarrollo está asociado a crecimiento económico. En este sentido, cumplir con los requerimientos de calidad sería ajustarse al mercado y realizar adecuadamente las funciones de la economía, en especial en lo relativo a la capacitación profesional.

Debemos ir mucho allá de una visión economista Debemos ir mucho allá de una visión economista. La responsabilidad social de la educación superior debe ser radicalmente distinta de la responsabilidad social de las empresas, incluso las del sector educativo (subterfugio para aumentar lucros).

La ideología del desarrollo con foco exclusivamente en lo económico amenaza colapsar social y ecológicamente la civilización humana. En un modelo de desarrollo sostenible, el desarrollo económico debe armonizarse con el desarrollo humano, social y ambiental.

Lo más importante es formar para el aprendizaje a lo largo de la vida, en una visión de ciudadanía, de participación activa, crítica y constructiva en la sociedad.

La formación humana es la formación integral y permanente de la persona en todas sus dimensiones profesionales, intelectuales, políticas y éticas.

Los criterios de calidad, relativos a la formación profesional y ciudadana, deben ser construidos a partir del contexto de inserción de las IES: las realidades de los seres humanos concretos con sus tradiciones, culturas, necesidades, idiosincrasias e identidades.

Lugar del ethos teórico y del ethos social, la Universidad debe ser espacio público de crítica que supere el déficit crítico de la globalización. La ES no puede adoptar el concepto de calidad asociado a la globalización económica que aumenta las desigualdades, no respeta las culturas, el medioambiente y no se somete a principios éticos de justicia y sociabilidad.

Casi todos los países han organizado o están organizando mecanismos de evaluación. Muchas veces la evaluación está asociada a la acreditación (garantía de calidad).

Evaluación más comúnmente se refiere a procesos de análisis, estudio y discusión respecto al mérito y valor de sistemas, instituciones y programas, con objetivos de conocimiento y mejora.

El foco central de la acreditación es la garantía de calidad: asegurar a la sociedad que una institución o un programa cumplen los requisitos mínimos de calidad previamente establecidos por organismos y agencias estatales o privados acreditados por el Estado, de ámbito nacional o internacional.

La globalización está impulsando mecanismos globales de evaluación y acreditación. En tal supuesto, las aventuras comerciales gozarían de carta blanca respaldada por certificados de validez académica.

Incorporar la evaluación y la acreditación a los mecanismos nacionales de garantía pública de calidad nos parece fortalecer a los sistemas de educación superior de las naciones.

Son válidas y necesarias las iniciativas de crear sistemas de evaluación y acreditación integrados regionalmente, sin hegemonías ni asimetrías y sin copias a-críticas de los criterios de calidad de modelos externos.

Los procesos de evaluación y de acreditación en ALC deben conceder indiscutible primacía a los indicadores de pertinencia y relevancia social, así como a las políticas y acciones que generan más igualdad y bienestar para todos.

Están equivocados los conceptos de calidad que se sostienen solamente en criterios técnicos y presuntamente neutrales y hacen abstracción de realidades concretas, demandas, necesidades y voluntades de personas y comunidades que son la razón de ser de las IES.

Redes multilaterales y trabajos cooperativos fortalecen la región frente a las determinaciones de países centrales y ante las lógicas mercantiles; impulsan la cultura de evaluación y el establecimiento de criterios generales más adecuados a las realidades nacionales y a los esfuerzos de integración regional y subregional.

En resumen, evaluación y acreditación en ALC tienen que llevar en cuenta valores fundamentales de la calidad, como los que siguen:

pertinencia, responsabilidad social, equidad, relevancia social, ética, compromiso con la construcción de la nacionalidad;

internacionalización, cooperación solidaria basada en la confianza mutua entre Estados y actores universitarios;

concepción y trato de la educación como sistema que articula diversas dimensiones, distintos niveles y redes;

respeto a la misión y a la autonomía institucional como condición básica para que evaluación y acreditación sean procesos participativos, democráticos y formativos, aunque sirvan también al control y regulación;

responsabilidad en la formación técnica y ética de ciudadanos y en la generación de conocimientos pertinentes a la democracia, cultura de paz, superación del analfabetismo y demás manifestaciones de injusticia social, con respeto al medio ambiente y a todas las formas del bien vivir en sociedad.

Cartagena de las Indias MUCHAS GRACIAS JOSÉ DIAS SOBRINHO jose.sobrinho@uniso.br Cartagena de las Indias 05/06/08