APRENDE A DECIR NO Organiza: AMPA “CEIP MARE NOSTRUM” Ponente: Dña. Maria Isabel Blanco Martínez Subvenciona: Concejalía de educación del excmo Ayuntamiento de Cartagena

RECOMENDACIONES A LA HORA DE COMER Establecer rutinas y pautas como comer solo, siempre en la mesa y a la misma hora. Eliminar aquello que interfiere la conducta adecuada, juguetes, televisión. Es más eficaz ponerle los dibujos cuando ha comido correctamente, que ponérselos para que coma, o retirar los juguetes a la hora comer y devolvérselos al final si ha comido bien. No prestar atención a la conducta disruptiva, comentarios, muestras de enfado, reprimendas verbales y por el contrario, elogiar, alabar, los pequeño logros y la conductas adecuadas. Hacer conocer al niño lo que esperamos de él y reforzarlo a través de nuestra atención, y alabanzas desde el primer momento.

Recomendaciones a la hora de dormir Unos 15 minutos antes, avise a su hijo que se aproxima la hora de irse a la cama. Disponga todo de modo que estos minutos sean tranquilos para el niño. Ver dibujos en la televisión, jugar de forma tranquila, etc. Hacer ejercicios de respiración con el niño. Baño y pijama ( si es demasiado pequeñito ayúdele). Cene en cocina o en comedor sin televisión. Acostarse. Si el niño lo requiere, entréguele algo con lo que se sienta a gusto, un peluche o un objeto que le agrade. Cuéntele un cuento, cántele una canción infantil. También puede hablarle de lo ocurrido en ese día que le fue agradable, o de algo que tendrá que hacer al día siguiente. Despídase del niño, hasta mañana, dele un beso y las buenas noches, apague la luz (puede dejarse una luz tenue) y salga de la habitación.

Si el niño no quiere quedarse solo en la cama nada más que acostarse o se despierta a media noche y se pasa a su cama. Si llora o llama, ignórele. Al principio puede llorar durante un cierto tiempo, pero si usted cede y acude después de un rato, su hijo aprenderá que todo lo que tiene que hacer es gritar o llorar lo suficientemente fuerte para que vaya a su habitación. Ignorar al niño mientras llora o grita, siendo eficaz, es muchas veces imposible para los padres. Una forma de actuar en estos casos es la extinción gradual. Consiste en ir retirando de forma paulatina los refuerzos. Si su hijo sale de la habitación y va donde usted se encuentra, llévelo de nuevo a su habitación prestándole la menor atención posible ( sin darle conversación, ni intentar convencerle de nada, ni abrazarlo). Métalo en la cama sin inmutarse y dígale “debes quedarte en la cama si te vuelves a levantar te volveré a traer”. Pegue un gráfico en la pared de la habitación del niño con 7 recuerdos en el que cada uno equivale a una noche de la semana. La noche que no se levante junto con el niño haga una marca en el cuadro o pegue una pegatina, reforzando socialmente (elogios o alabanzas) su comportamiento de la noche anterior. Al final de la semana, si son más las noches que no se a levantado, prémielo con algo material.

Al poner en práctica estas estrategias es importante hacer esfuerzos por aparecer ante el niño tranquilo, relajado y amigable. Esto es dificil de conseguir a las cuatro de la mañana y si es la tercera ocasión que nos despierta por que quiere dormir en nuestra cama. Pero será más inmediato el cambio si nos mostramos firmes pero amigables al llevar de nuevo al niño a la cama.

RENDIMIENTO ESCOLAR. HABITOS DE ESTUDIO Con el inicio de la enseñanza primaria, incluso antes, se empiezan a detectar, por el profesor o por los padres, los niños con ciertas dificultades para el desempeño escolar. Generalmente los padres describen a su hijo como “vago”, desinteresado por los trabajos escolares. Cuando en realidad en la mayoria de los casos, suele existir un motivo que dificulta en el niño, un buen aprendizaje escolar.

El papel de los padres es especialmente destacado en lo concerniente a la motivación y al afianzamiento de unos correctos hábitos de estudio. Mostrando continuamente interés por el trabajo escolar. Revisando frecuentemente los cuadernos, trabajos de clase y calificaciones obtenidas. Coordinándose con los profesores y unificando criterios educativos. Siendo realista con respecto a las aptitudes y Posibilidades del niño, adecuando, por consiguiente expectativas y demandas. Alentando el sentimiento de competencia para que el niño sea consciente de que puede superar ciertas dificultades, recompensando su esfuerzo, interés y trabajo. El reconocimiento de su trabajo le estimulará a conseguir nuevas metas, adquiriendo seguridad y confianza en sí mismo. Los elogios y recompensas por las tareas realizadas día a día son, sin duda, una de las consecuencias inmediatas más positivas del estudio.

Cada estudiante debe aprender , y aquí es importante el papel de los padres, a organizarse de forma que consigan el máximo rendimiento en el menor tiempo posible. Es importante que aprenda a: Tener siempre la mesa ordenada, retirando de ésta todos los objetos que no sirvan y puedan distraer (canicas, monedas, revistas, etc). Tener siempre lo necesario para trabajar (papel, lápices, diccionario, etc.) y evitar así interrupciones. Al iniciar la sesión de estudio, lo primero es repasar todo el trabajo que tiene que hacer, haciendo un cálculo del tiempo que puede requerir cada uno de ellos, revisar la agenda escolar. Comenzar por las tareas más difíciles, problemas, lecturas a entender y recordar. Haciendo al final los trabajos más sencillos, colorear, recortar etc. Si el plan de estudio es superior a una hora, establecer breves periodos de descanso ( no más de 5 minutos cada 45).

PROBLEMAS COTIDIANOS DE CONDUCTA EN LA INFANCIA ¿Qué es una CONDUCTA-PROBLEMA? -. Podemos decir de una conducta problemática por alguna de las siguientes razones: La conducta es molesta para las personas que conviven con el niño (conductas disruptivas en el aula, incumplimiento de algunas obligaciones, desobediencia, agresividad, etc.). El comportamiento del niño suscita preocupación en los adultos porque advierten el sufrimiento que le está causando en la actualidad. O la posibilidad de que éste se lo cause en un futuro (trastornos de ansiedad, retraimiento, exceso de preocupación por los exámenes, miedo escolar, etc.). -. Por tanto, la determinación de las conductas-problema conlleva dar respuesta previa a un conjunto de preguntas tales como: ¿El problema que plantea el adulto es también un problema para el niño? ¿En qué medida afecta a su comportamiento físico, social y emocional?

1-. La conducta de desobedencia -. ¿ Qué se entiende por desobediencia? Cuando el niño se niega a hacer aquello que se le pide. O bien, hace aquello que se le dice que no haga Esto ocurre ante una petición directa, o cuando hace o dejar de hacer algo saltándose una regla establecida. Aunque tiene una cierta prevalencia en la infancia, hay que tener en cuenta que es una conducta que tiende a desaparecer con la edad. Cuando la conducta de desobediencia es extremadamente grave recibe el nombre de “ trastorno negativista desafiante “. Este se caracteriza por un comportamiento negativista, desobediente, desafiante y hostil, dirigido a las figuras de autoridad. Suele iniciarse de forma gradual a partir de los 8 años de edad, en el ambiente familiar, pero con el paso del tiempo se generaliza a otros ambientes, siendo frecuentes los conflictos con los padres, profesores y compañeros.

2-. La conducta agresiva Esta conducta se caracteriza por: Destructividad Combatividad Crueldad Irritabilidad Desafío a la autoridad Irresponsabilidad Necesidad de llamar la atención Bajos niveles de sentimiento de culpabilidad La conducta problemática ejecutada por un niño y dirigida hacia uno de sus padres puede ser reforzada si el padre se somete o transige. El padre la madre pueden provocar el fin de esa conducta agresiva a corto plazo e incrementar sin darse cuenta la probabilidad de que esa conducta se repita en el futuro.

CONSEJOS PARA DECIR NO A LOS NIÑOS Se consecuente No, no significa nada para tu hijo si le dices SI al cabo de 5 minutos. Cuando vacilas y transiges para que deje de llorar o berrear, destruyes cualquier posibilidad de enseñarle el significado de la palabra NO. El hecho de ceder le enseña que puede darle la vuelta a tu NO insistiendo un poco. El hecho de ser consecuente no impide que puedas cambiar de opinión con respecto a un asunto determinado. Por supuesto que puedes: si bien algunos NOES son innegociables (ejem: no se pega al bebé), otros significan esta vez NO (ejem: No, esta noche no puedes quedarte levantado hasta tarde). Si no estás seguro de tu respuesta, gana tiempo diciéndole a tu hijo que tienes que pensarlo, pero cuando tomes una decisión mantenla.

2-. ESTABLECE UN SISTEMA DE CONSECUENCIAS No puedes decir NO a tu hijo de forma eficaz si este cree que su mal comportamiento no tiene ninguna consecuencia. Cuando dices NO a tu hijo, la perspectiva de las consecuencias confiere a tus palabras importancia y credibilidad. Con un niño pequeño, podrías imponer un período de tiempo recluido a solas, en su habitación o privarle de su juguete preferido durante un tiempo. Con niños más mayores, podrías castigarle sin salir o privarles de un privilegio como la televisión, el uso del teléfono, el ordenador, etc.

3-. REALIZA CONTACTO VISUAL Antes de decir una sola palabra, asegúrate de que recibes tu total atención. Si es necesario, apaga la televisión o que deje el juguete con el que está jugando. Ponte a su altura y haz que te mire a los ojos. 4-. Habla, no hagas preguntas Cuando hables con tu hijo, presta atención al tono de tu voz, lo alzas al final de la frase?. Concéntrate en hablar en un tono de seguridad y decidido. Cuando dices, ¿quieres cenar ahora?, recoge tu ropa de suelo ¿quieres?, estás pidiendo a gritos una discusión.

5-. Explicaciones simples y adecuadas a la edad del niño. 6-. No tengas miedo de repetirte Si insiste en discutir contigo, repite lo mismo unas cuantas veces utilizando el mismo lenguaje. Luego hazle saber que das por zanjada la discusión.

7-. Reconoce los sentimientos y luego sigue adelante Se recomienda que cuando un niño está enfadado, los padres reconozcan de forma activa los sentimientos del niño para que se sienta escuchado y comprendido. Si tu hijo está enfadado o decepcionado porque le has negado algo que quiere, tal vez sientas la necesidad de suavizar el golpe diciendo “ tampoco es para tanto “ , “ no tienes razón al enfadarte de esa manera “, pero eso empeorará las cosas. Muéstrate comprensivo con sus sentimientos pero no hagas demasiado hincapié en ellos. “ Ya veo estas enfadado y lo siento pero la verdad es que no quiero darte eso ahora. Si te tranquilizas y te controlas, te lo daré más tarde.

8-. NO LO MENOSPRECIES El objetivo de decir NO consiste en orientar el comportamiento de tu hijo, no en hacer que se sienta un monstruo o un estúpido. No lo menosprecies ni lo ridiculices por querer lo que quiere. Céntrate en tu NO sobre la acción y no sobre la persona. Ejemplo. Decir “ un trozo de tarta es suficiente.Mañana podrás comerte otro trozo “, es una forma correcta de limitar los postres. En cambio decir: “ ¿cómo dices?, ¿quieres otro trozo?, ¡es increible lo glotón que llegas a ser!. Esto es degradante.

9-. LUCHAD POR UN FRENTE UNIDO Cuando el padre dice no y la madre dice si, nadie gana. Esto transmite al hijo mensajes confusos y lo invita a manipular la situación con el famoso “divide y vencerás”. ¡Quiero discutirlo con tu padre primero y luego ya veremos! Intentad resolver vuestras diferencias en ausencia de vuestro hijo. 10-. ESPERA UN POCO DE COLABORACION Cuando digas NO o intentes fomentar un tipo de conducta determinado, no adelantes los problemas antes de que ocurran. En su lugar promueve la cooperación con un comentario positivo del tipo: “sé que puedes hacerlo”. Pon el listón a un nivel asequible y recuérdale que puede hacerlo. Lo más seguro es que se esfuerce en complacerte.

11-. ESFUERZATE POR SER UN PADRE MODELO Es más fácil decirlo que hacerlo. Para algunas personas tener un hijo sirve de catalizador para corregir sus defectos: dejan de fumar, dicen menos palabrotas. Hay otras formas de “mala conducta” que los adultos suelen poner en práctica y que puede ser exactamente la clase de comportamiento que censuran a sus hijos.

TACTICAS PARA ESTIMULAR LA AUTONOMIA Dar opiniones al niño para que escoja. Mostrar respeto por la lucha personal. No hacer demasiadas preguntas. No precipitarse dando respuestas. No desalentar.

METODOS PARA LA RESOLUCION CONJUNTA DE PROBLEMAS Hablar de los sentimientos y las necesidades del niño. Hablar de nuestros sentimientos y necesidades. Exprimirse el cerebro para encontrar una solución mutuamente aceptable. Escribir todas las ideas sin evaluarlas. Decidir que sugerencias nos gustan, que sugerencias son desechables, y cuáles pensamos seguir en el futuro.

ALTERNATIVAS AL CASTIGO Señalar la manera de ser útil. Expresar una censura rotunda (sin atacar el carácter). Manifestar nuestras expectativas. Enseñar al niño como rectificar. Dar opiniones. Tomar medidas. Permitir al niño que experimente las consecuencias de sus faltas.