Educación Multicultural. Modelo de Educación Intercultural En este modelo, la escuela prepara a los estudiantes para vivir en una sociedad donde la diversidad cultural se reconoce como legitima. La educación intercultural designa la formación sistemática de todo educando en: la compresión de la diversidad cultural de la sociedad actual, el aumento de la capacidad de comunicación entre personas de diversas culturas, la creación de actitudes favorables a la diversidad de culturas y el incremento de interacción social entre personas y grupos culturalmente distintos.
Los fines de una educación intercultural son: reconocer y aceptar el pluralismo cultural como una realidad social, contribuir a la instauración de una sociedad de igualdad de derechos y de equidad y contribuir al establecimiento de relaciones interétnicas armoniosas. Podemos sintetizar los principios pedagógicos de la educación intercultural en los siguientes: Formación y fortalecimiento en la escuela y en la sociedad de los valores humanos de igualdad, respeto, tolerancia, pluralismo, cooperación y corresponsabilidad social. Reconocimiento del derecho personal de cada educando a recibir la mejor educación diferenciada, con cuidado especial de la formación de su identidad personal. Reconocimiento positivo de las diversas culturas y lenguas y de su necesaria presencia y cultivo en la escuela.
Atención a la diversidad y respeto a las diferencias, sin etiquetar, ni definir a nadie en virtud de estas. Lucha activa contra toda manifestación de racismo o discriminación. Mejora del éxito escolar y promoción de los alumnos de minorías étnicas. Comunicación activa e interrelación entre todos los educandos. Gestión democrática y participación activa de los educandos en las aulas y en el plantel. Participación activa de los padres en la escuela. Incremento de las relaciones positivas entre los diversos grupos étnicos. Inserción activa de la escuela en la comunidad local.
El resultado de este proceso gradual de transformación ha redundado en un modelo educativo construido de acuerdo a una perspectiva integral que involucra a la comunidad académica en su conjunto, a través del cual cada componente de la organización se aboca a incidir en algún aspecto de la vida académica de los estudiantes. De acuerdo con esto, el modelo, denominado Access and Persistence Model, consta de cuatro elementos que se articulan de la siguiente forma: 1. Un clima institucional centrado en apoyar las necesidades de los estudiantes. De acuerdo con el modelo de MSMC, el aspecto más importante en la formación de estudiantes culturalmente diversos es el fomento de un clima institucional cálido en el que exista confianza y cuidado por sus necesidades.
2. Servicios académicos adecuados a los programas de estudio. De acuerdo con el principio anterior, es crucial que existan servicios que se aboquen a crear ese ambiente particular, para lo cual la institución ha desarrollado instancias de apoyo a los programas académicos, tales como centros de recursos para el aprendizaje; servicios de tutorías personalizadas y de grupo; así como programas de orientación académica y profesional para estudiantes de primer ingreso y de bajos recursos económicos y culturales. 3. Programas académicos de alta calidad. El tercer componente del modelo parte del supuesto de que para ayudar a estudiantes culturalmente diversos se les debe exigir un óptimo aprovechamiento pero, para poder hacerlo, requieren elevar los estándares académicos, lo cual significa contar con programas bien estructurados e implica que éstos cuenten entre otras cosas con sistemas de evaluación individualizada; profesores competentes y comprometidos que ofrezcan asesoría académica confiable; así como, una biblioteca y centros de documentación que sean adecuados para cubrir las necesidades de los planes y programas de estudio.