Desarrollo Infantil Colegio Nacional- Psicología Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

DESARROLLO INFANTIL Es el proceso a través del cual una persona crece e incrementa sus habilidades físicas, intelectuales, afectivas y sociales, desde su nacimiento hasta alcanzar la edad adulta. Es a través de este proceso que el niño adquiere paulatinamente las habilidades necesarias para desempeñarse autónoma y competentemente en la vida personal y social. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

DESARROLLO INFANTIL Cuando el desarrollo se ve afectado por factores que lo alteran (carencias afectivas, ambientales, nutricias, maltrato, etc.), se generan condiciones de riesgo que se transforman en áreas de vulnerabilidad, que –de no mediar una intervención apropiada y oportuna- tiene como consecuencia la alteración de la calidad de vida de la persona, tanto en la actualidad como en el futuro. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

NECESIDADES DE LOS NIÑOS SEGÚN LA ETAPA DE DESARROLLO Necesidades del niño durante los dos primeros años de vida: Ambiente protector, que le ofrezca bienestar, salud y alimentación. Interactuar con una persona como figura permanente y significativa, que lo ayude a descubrirse y diferenciarse de la realidad que lo rodea. Un medio y personas que estimulen sus sentidos y percepciones. Un ambiente que le permita sentirse seguro y querido. Confianza básica para avanzar en la exploración y conocimiento del mundo. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

NECESIDADES DE LOS NIÑOS SEGÚN LA ETAPA DE DESARROLLO Necesidades del niño entre los dos y los cuatro años: Ambiente que le permita ejercitar sus nuevas destrezas motoras y corporales, como por ejemplo, caminar. Adultos significativos que le conversen, para desarrollar su lenguaje, y que estimulen su capacidad de juego simbólico y fantasía. Oportunidad de hacer cosas por sí mismo. Ambiente físico y humano que le permita manejar los grados de autocontrol necesarios para adquirir mayor autonomía. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

NECESIDADES DE LOS NIÑOS SEGÚN LA ETAPA DE DESARROLLO Necesidades del niño entre los cinco y siete años: Seguridad para salir del mundo protegido de su casa y enfrentar los desafíos sociales e intelectuales que le impondrá la vida escolar. Realizar ejercicios preparatorios para sus primeros aprendizajes escolares. Amigos para ejercitar el juego grupal y para empezar a reconocerse como niñas o niños. Adultos que lo escuchen, conversen y contesten sus preguntas, satisfaciendo su curiosidad. Un medio que le dé oportunidades de experimentar, probar y realizar acciones para desarrollar su iniciativa. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

NECESIDADES DE LOS NIÑOS SEGÚN LA ETAPA DE DESARROLLO Necesidades del niño entre los ocho y los trece años: Ambiente familiar que refuerce y amplíe los aprendizajes escolares formales, donde pueda encontrar referentes o modelos para su identificación sexual y sus primeros juicios morales independientes. Oportunidad de probarse y autoevaluarse. Emitir opiniones sobre sí mismo. Contar con un grupo de niñas y niños con los cuales trabajar y jugar en equipo. Ambiente – referente afectivo- que lo haga sentirse capaz y competente. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

¿Por qué juegan los niños? El juego constituye en el niño su actividad central. Hace activo lo que muchas veces sufre pasivamente. El niño juega no sólo para repetir situaciones placenteras, sino también, para elaborar las que le resultaron dolorosas. Al jugar, el niño exterioriza sus alegrías, miedos, angustias y es el juego el que le ofrece la posibilidad de elaborar El juego le aporta una larga serie de experiencias que responden a las necesidades específicas de las etapas del desarrollo. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

¿Por qué juegan los niños? Durante el primer año de vida, por ejemplo, los intereses se centran en el chupar, morder, explorar los juguetes, hasta la aparición de los dientes. Más adelante, el "jugar a la mamá o el papá", le permite identificarse con aspectos de ellos que contribuyen en la formación de la personalidad. A medida que van creciendo comienzan a jugar con los juegos reglados donde se observa cómo pueden competir, si aceptan o no las reglas, cómo reaccionan frente al ganar o perder, etc. Se abre un mundo social de amistades, tolerancias, frustraciones, y relación con pares. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP

Un niño que no juega nos hace pensar que algo le está sucediendo, y si esta situación se repite frecuentemente se hace necesaria una intervención y consulta a un profesional. Compartir el juego del niño es una manera de intercambiar con él, contenerlo, y volver a conectarse con una parte de niños que conservamos a través del tiempo. Prof. Silvina R. Martínez - UNLP