FISIOLOGÍA DEL MIEDO

¿Qué es el MIEDO?: “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”

El mecanismo cerebral El mecanismo que desata el miedo se encuentra, tanto en personas como en animales, en el cerebro, concretamente en el cerebro reptiliano, que se encarga de regular acciones esenciales para la supervivencia como comer y respirar, y en el sistema límbico que es el encargado de regular las emociones, la lucha, la huida, la evitación del dolor y en general todas las funciones de conservación del individuo y de la especie.

El cerebro esta formado por tres capas: Cerebro reptileano: regula acciones esenciales para la supervivencia. Sistema límbico: regula emociones, alimentación, lucha, escape y evitación del dolor, y búsqueda de placer. Corteza cerebral: pensamiento racional y abstracto.

Cuando detectamos que hay peligro se activa un sistema de alarma que hace que se creen reacciones fisiológicas.

Dentro del sistema límbico está la amígdala, que se encarga de controlar emociones como el afecto, la agresión y EL MIEDO.

FUNCIONAMIENTO DE LA AMÍGADALA Toda la información de los sentidos pasa por la amígdala, la cual al detectar cualquier señal de peligro produce el miedo para que la persona se ponga en un estado de alerta, el cual aumenta la actividad de algunas funciones corporales (la presión arterial, la velocidad del corazón, que crea adrenalina …).

En definitiva, el miedo es producido principalmente por la amígdala ante una señal de peligro como forma de alerta.

Modificaciones faciales Agrandamiento de los ojos para mejorar la visión Dilatación de las pupilas para facilitar la admisión de luz La frente se arruga Los labios se estiran horizontalmente.

Causa de las fobias El sistema límbico solo atiende al objeto amenazante, los lóbulos frontales ( que cambian la atención conscientemente) se desactivan parcialmente. Durante un ataque de pánico la atención consciente se fija en el peligro, y si los síntomas fisiológicos como el ritmo cardíaco o la presión sanguínea son interpretados por el sujeto como una confirmación de la amenaza se produce una retroalimentación del miedo, que impide una ponderación del auténtico riesgo. La atención del fóbico es incapaz de prestar atención a otra cosa y magnifica el peligro ante la incomprensión de los presentes.

“Están exentos de responsabilidad criminal (…) el que obre impulsado por miedo insuperable. (Código Penal español, Art 20.6, vigente desde 24 de mayo de 1996”