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EL DIRIGENTE.

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Presentación del tema: "EL DIRIGENTE."— Transcripción de la presentación:

1 EL DIRIGENTE

2 Autoridad No es usar una estrategia de Imposición
Ni es una conveniente relación, de consentirse faltas mutuas entre dirigente y dirigidos Es la misión de conseguir respeto, y compromiso en los dirigidos, para adherirse a su plan de trabajo. 

3 Todo dirigido se motiva a seguir a un dirigente cuando realmente tiene un plan elaborado claramente establecido, tiene la motivación correcta,  tiene la postura correcta, para trabajar en equipo.

4 Si los dirigidos perciben que el dirigente, trabaja en equipo, con un plan, y con un objetivo definido, los dirigidos, van a sentirse identificados con su liderazgo, y esto les permitirá sentirse ligados a su autoridad.

5 El Verdadero dirigente con propósito inspira respeto, confiabilidad y sabe canalizar su autoridad. Y todo dirigido comprometido con la encomienda, realmente, percibirá que hay estas características en este dirigente.

6 Dios nos da la autoridad para acrecentar su reino, sobre todo a los dirigentes de Escuela de Pastoral, con ello, pastorear y formar con autoridad a nuevos dirigentes, y quienes no están llamados a ello, encausarlos a Dios.

7 Equidad (del latín "aequitas", de "aequus", igual; del griego "͗επιεικεία", virtud de la justicia del caso en concreto). Propensión a dejarse guiar, por el sentimiento del deber o de la conciencia, más bien que por las prescripciones rigurosas de la justicia o por el texto terminante de la ley.

8 En el caso del derecho canónico de la Iglesia católica, el principio de equidad se aplica considerando la mitigación del rigor en la aplicación de una ley con el fin de salvaguardar la salvación eterna de una determinada persona. La equidad implica ponerse en los zapatos del otro, hacerse uno con él para poder entonces comprenderlo e inclusive apoyarlo, caminar junto con él hacia Dios

9 Como dirigente, implica entonces hacerse uno con sus dirigidos, no solapándose, no hostigándose, sino caminando hasta encontrarse con el Señor. Cuando se ama, se perdona, se orienta, se apoya, se comparte, se dispensa, se solidariza, entonces, cuando se comprende que somos uno con Cristo y somos hijos de Dios, se entiende lo que es la equidad

10 Buscamos lo mismo, queremos lo mismo, trabajemos por lo mismo, siendo conscientes de quienes somos, que tenemos y con que contamos, para poder alcanzar el objetivo de estar con Dios. No seamos piadositos, sino verdaderos hermanos.

11 Hagámonos uno con nuestros equipos y progresemos juntos, las fallas son nuestras en la unidad. Así, se acercara el hermano a compartir sus cosas, aunque sepa que esta mal y buscará un consejo.

12 Tacto El más alto y más sublime grado de cortesía, supone un gran fondo de dignidad, discreción y delicadeza; las personas que tienen el don de agradar en todas ocasiones, las que se atraen en todas partes la consideración y el cariño de los demás, aquéllas, en fin, cuya compañía es siempre apetecida y siempre se echa de menos.

13 Respetar todas las condiciones sociales, considerando en cada una de ellas la dignidad y el valor intrínseco del hombre, sin establecer otras diferencias que aquellas que prescriben la moral y la etiqueta. Respetar el carácter, el amor propio, las opiniones, las inclinaciones, los usos y costumbres, y aún los defectos físicos y morales de todas las personas.

14 Adaptarse con naturalidad, en todas las situaciones, a las circunstancias que a cada una sean peculiares. Elegir siempre la mejor oportunidad para cada acción y cada palabra, de manera que jamás se produzca en los demás impresiones desagradables, y que, por lo contrario, no se haga ni se diga nada que no sea respectivamente grato a cada persona.

15 Con ello, los hermanos sentirán la confianza de acercarse a alguien que sabe como manejar las situaciones, a quien le pueden confiar algo y de quien poden oír un consejo.

16 Escuchar No es lo mismo que oír. Al cabo del día se oyen muchas cosas, pero se escucha poco, apenas prestamos atención a lo que dicen los demás, olvidando que la atenta y amable escucha es la base del genuino diálogo.

17 Sin capacidad de escucha, de atención al otro, el diálogo queda bloqueado. Si todos queremos hablar a la vez y nadie escucha las razones del otro, no hay diálogo, solamente «monólogos yuxtapuestos» estériles y hasta ridículos.

18 Únicamente cuando uno es capaz de escuchar al otro, abre la puerta para que el interlocutor pueda comunicarse con él. Y precisamente esta intercomunicación, hecha de escucha respetuosa y de habla adecuada, es la esencia del diálogo.

19 El justo equilibrio entre saber escuchar y saber hablar produce el milagro del diálogo. Y de verdad el diálogo es un milagro de armonía, de respeto y de sinceridad que posibilita la convivencia pacífica. Si dialogáramos más y mejor, nuestra sociedad cambiaría radicalmente y poco a poco iría adquiriendo un rostro más humano.

20 Saber escuchar, hoy, es más importante que saber hablar
Saber escuchar, hoy, es más importante que saber hablar. Exige dominio de uno mismo. Es un arte y un gesto de sabiduría. Es verdad que el diálogo está hecho de palabra y de escucha, pero lo que más suele fallar es la escucha. Escuchar es una actitud difícil porque implica atención al interlocutor, esfuerzo por captar su mensaje y comprensión del mismo.

21 Aprende a escuchar. Escucha mucho y habla lo necesario
Aprende a escuchar. Escucha mucho y habla lo necesario. Si escuchas atentamente, siempre aprenderás y nunca te arrepentirás de ello. Como dirigentes debemos saber muchas cosas sobre el arte de dirigir, pero qué tanto conocemos a los hermanos, lo que se nos ha dicho, lo cual es fundamental, escuchar para aprender, y poder entender como proceder para alcanzar a Dios con ellos.

22 Empatía Es una destreza básica de la comunicación interpersonal, permite un entendimiento sólido entre dos personas, es fundamental para comprender en profundidad el mensaje del otro y así establecer un dialogo.

23 Esta habilidad de inferir los pensamientos y sentimientos de otros, genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura. Ser empáticos es ser capaces de “leer” emocionalmente a las personas. Es sin duda una habilidad que, empleada con acierto, facilita el desenvolvimiento y progreso de todo tipo de relación entre dos o más personas.

24 Es la esencia de la conexión profunda en las relaciones personales
Es la esencia de la conexión profunda en las relaciones personales. Es la habilidad psíquica para detectar las señales externas que indican mas allá de lo que se ve y se escucha, lo que sienten, quieren y necesitan los demás. Nos permite comprender entre líneas las emociones de otros. Es la lectura emocional del otro, más allá de lo que se ve con los ojos, y se escucha con los oídos, se percibe lo que hay en el nivel intangible que trasciende lo evidente, se intuye lo que hay detrás de las apariencias, se escucha con el corazón, con el alma. Se percibe la verdad del ser. La Empatía es puro amor en acción.

25 Para establecer una comunicación y relaciones de alto nivel, es necesario desarrollar la conciencia espiritual y la habilidad de ser empático. La comunicación, y las habilidades para comunicarse, son un arte que se aprende.

26 La conciencia espiritual y la empatía son nuestra más elevada contribución al nivel y calidad de nuestras relaciones. Requiere que prestemos toda nuestra presencia y atención a los sentimientos, emociones y necesidades de los demás. Es ver con los ojos del alma y hacía el alma.

27 Hay que pedir a Dios que como dirigentes, nos dé empatía para atender eso, al alma y no a la persona, recordemos que se nos dieron almas y somos ya responsables de ellas.

28 Actitud positiva Bien sabemos que la actitud del dirigente es determinante en la formación de un equipo, pero también en el cultivo de unas sólidas relaciones interpersonales que necesitan motivación y un trato humano cordial y generoso.

29 Por tanto se requieren de dirigentes amables, respetuosos y abiertos a los demás. Cuando el dirigente se encuentra dispuesto a asumir los desafíos con una actitud positiva y optimista, es capaz de ver el cielo despejado y de color azul.

30 Sin embargo, cuando el dirigente imperceptiblemente se carga de negatividad, lo que consigue es generar un sinnúmero de nubes grises que opacan la brillantez de su talento para asumir los desafíos que se le imponen.

31 Una de las actitudes necesarias es aquella para afrontar el cambio
Una de las actitudes necesarias es aquella para afrontar el cambio. Es innegable que no siempre en las actividades de equipo se vislumbran cielos azulados que perfilen un buen destino. Sin embargo, si existe la voluntad de poner los medios adecuados sabiendo que son las personas y el talento humano la clave para el impulso, con eso se puede cambiar un panorama adverso.

32 Lo importante será que quien se proponga formarse como dirigente empiece por reconocerse humildemente a sí mismo, un auto-conocimiento sincero que le lleve a percibir sus equivocaciones y tomar un plan de acción concreto que permita corregirlas a tiempo.

33 Sabemos que las cosas de Dios no son fáciles, por tanto, no nos espantemos por los problemas, sino tengamos fe y enfrentemos con alegría en el Señor todos los contratiempos, así contagiaremos a los demás.

34 Flexibilidad El reino de Dios crece gracias a dirigentes que influyen en otros para dirigir cambios. A mayor flexibilidad mental de los dirigentes, también será mayor la posibilidad de progreso y éxito.

35 La flexibilidad mental en el liderazgo se relaciona con la rebeldía a aceptar pensamientos y nociones predefinidas, con certeza absoluta. La flexibilidad mental del dirigente consiste en mantener la mente abierta, en escuchar, entender y verificar que otras propuestas diferentes a las propias puedan ser aceptables.

36 Los dirigentes con flexibilidad mental no se aferran a ideas anteriores, si éstas dejan de ser funcionales, o son mejoradas por nuevas iniciativas, pero esto requiere de valor y humildad para reconocer que existan alternativas viables, diferentes. Se debe estar dispuesto a seguir aprendiendo, sin perder el objetivo, y procurando siempre no cruzar ese pequeño umbral entre lo bueno y lo malo.

37 Pedir a Dios sabiduría para adoptar y adaptar lo que es correcto y necesario para el bien de las almas y no sólo quedarse en el pasado, sino ir al futuro que debe ser Dios.

38 Delegar Entre las competencias que deben desarrollar los dirigentes que pretenden ser exitosos están dos que son esenciales: a) competencia para la gestión del tiempo, la cual implica que para concebir y adoptar buenas decisiones las personas que ocupan posiciones de liderazgo necesitan tiempo para analizar y comprender el problema y diseñar y ejecutar soluciones creativas. Por cuanto se emplea mucho tiempo para que se adopten las decisiones importantes y también para darse cuenta de las actividades que malgastan tiempo; y b) competencia para la delegación, muchos directivos internalizan erróneamente que los seguidores no son capaces de desarrollar procesos mentales para ser asertivos. Los dirigentes incapaces de delegar se encuentran con demasiadas tareas y decisiones y con desmedido poco tiempo para hacerlo todo bien.

39 Un dirigente exitoso asigna responsabilidades para conseguir que el trabajo se lleve a cabo. Una incapacidad para delegar conducirá, probablemente, a una baja motivación de los dirigidos.

40 Delegar supone confiar una tarea y/u obligación a otra persona sin dejar de asumir la responsabilidad de quien delega. Puede ser desde confiar la dirección de un equipo que desarrollará un nuevo proyecto, hasta cualquiera de las tareas de menor importancia en la vida cotidiana de un equipo de servicio.

41 Implica dos mecanismos básicos: autonomía y control
Implica dos mecanismos básicos: autonomía y control. Recordemos aquello de los miembros del cuerpo, o a las neuronas, o a las células, no se puede ser y hacer todo uno solo.

42 Dios nos pone los elementos, usémoslos, sino que cuentas daremos de ellos, y hablo de los hermanos.

43 Motivación No importan todas las habilidades que una persona tenga, si esta carece de motivación, nadie la hará avanzar en su desarrollo. Por eso es tan importante que el dirigente aprenda a motivar.

44 Motivo es aquel factor en una persona que lo impulsa a realizar una acción determinada. Es la capacidad de motivar a otros para que alcancen las metas de Dios para sus vidas.

45 Cada individuo que nace en este mundo ya llega dotado de varias motivaciones personales. Viene genéticamente programado con necesidades que le impulsan al logro de ciertas metas, ya sea conscientes o inconscientes. Es por eso que, para hablar de cómo motivar, primero debemos entender qué es un motivo

46 Se define el diccionario, es aquella fuerza interior que impulsa a un individuo a la acción. Los motivos son sinónimos de necesidades personales, deseos, impulsos dentro del individuo. Los motivos son la raíz de toda la conducta. Y cada persona, en diferentes etapas de su vida, busca la satisfacción de diferentes necesidades o motivos.

47 El hermano Vicente decía que “nadie da lo que no tiene” y “nadie ama lo que no conoce”, si amamos a Dios y a la obra, debemos tratar de ser mejores y darles la oportunidad a nuestros hermanos de ser parte de este proyecto de Dios.


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