Evidencia de la resurrección de Cristo

Presentación del tema: "Evidencia de la resurrección de Cristo"— Transcripción de la presentación:

1 Evidencia de la resurrección de Cristo

2 Cristo dijo: “porque yo vivo, vosotros también viviréis” (Jn. 14:19). “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Jn. 11:25). “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Jn. 10:17,18).

3 La fe de los primeros cristianos
“el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación” (Rom. 4:25). “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (Heb. 7:25). “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Fil. 3:20,21).

4 Evidencia de la resurrección de Jesús
Usando de inferencia para obtener la mejor explicación, y partiendo de las pruebas existentes, seleccionaremos la mejor explicación respecto a la tumba vacía. Para el historiador la explicación escogida será una propuesta de reconstrucción del pasado. Entonces, el historiador pondrá a prueba su reconstrucción de la historia analizando si ésta aclara las pruebas. Frente a la tumba vacía, el problema no es la falta de evidencia, sino la interpretación de ésta.

5 ¿Por qué negar lo sobrenatural?
Frente a la tumba vacía: ¿tengo que limitar mis explicaciones al naturalismo? El naturalismo, a diferencia del sobrenaturalismo, defiende que todo efecto sobre el mundo es causado por elementos que son parte del orden natural. Así, los naturalistas no pueden aceptar la historicidad de los milagros que vemos en los evangelios, como por ejemplo la resurrección de Jesús; pues siempre negarán ya sea su naturaleza milagrosa o su historicidad. Esta presuposición del naturalismo afectará la declaración que el historiador haga.

6 ¿Por qué negar lo sobrenatural?
“Según el carácter literario e histórico de los evangelios, tenemos buenas razones para verlos como serias fuentes de información sobre la vida y enseñanzas de Jesús y, por ello, sobre los orígenes históricos del cristianismo (...) Luego, la decisión que el experto tome de aceptar o no aceptar dichos relatos estará más condicionada por su concepción del mundo "sobrenatural" que por las consideraciones estrictamente históricas”. R. T. France, «The Gospels as Historical Sources for jesus, the Founder of Christianity", Truth 1 (1985), página 86.

7 ¿Por qué negar lo sobrenatural?
“El crítico naturalista del Nuevo Testamento que se encuentra frente a las pruebas de la tumba vacía, ni siquiera considerará la opción de que Jesús resucitó de los muertos. Y si un crítico sobrenaturalista se mostrara a favor de dicha explicación, su colega naturalista tacharía tal declaración de inverosímil”. William Lane Craig, “¿Resucitó Jesús de los muertos”.

8 Pruebas a favor de la resurrección de Jesús
Las pruebas de la resurrección de Jesús se pueden agrupar bajo cuatro encabezamientos diferentes: El entierro de Jesús. La tumba vacía. Las apariciones post mortem de Jesús. El origen de la creencia de los discípulos en la resurrección de Jesús.

9 El entierro de Jesús 1 El cuerpo de Jesús fue colocado en un sepulcro por José de Arimatea (Mar. 15:42-47; Luc. 23:50-56). Jesús fue sepultado en un sepulcro nuevo donde ningún otro cuerpo había sido colocado (Luc. 23:53). Éste sepulcro había sido labrado en la roca (Mar. 15:46) y por lo tanto hubo una sola entrada a él, y luego fue tapado con una piedra muy grande (Mar. 16:4). Cuando el sepulcro fue hallado vacío, la inspección cuidadosa reveló no sólo las prendas de entierro sino también su disposición ordenada (Jn. 20:4-8), un ladrón no dejaría semejante orden. Hay varios factores que aceptan y corroboran el relato bíblico, acerca del cuerpo de Jesús siendo colocado en un sepulcro por José de Arimatea (Mar. 15:42-47; Luc. 23:50-56). La veracidad de este hecho se puede comprobar al considerar las múltiples atestaciones de diversas fuentes tempranas e independientes de la fe cristiana. A su vez, los cuatro relatos del evangelio (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) junto con los demás libros del Nuevo Testamento, nos dan un cuadro bien definido de la muerte y resurrección de Jesús, lo cual se predicaba ya en el primer siglo como un hecho histórico, que grandes multitudes creyeron, y que los enemigos de la fe no pudieron sofocar. Jesús fue sepultado en un sepulcro nuevo donde ningún otro cuerpo había sido colocado (Luc. 23:53). Además, dicho sepulcro había sido labrado en la roca (Mar. 15:46) y por lo tanto hubo una sola entrada a él. Luego, dicho sepulcro fue tapado con una piedra muy grande (Mar. 16:4) la cual un hombre malherido no podría quitar. Por último, la inspección cuidadosa del sepulcro (Jn. 20:4-8) reveló no sólo prendas de entierro sino también su disposición ordenada, un ladrón no dejaría semejante orden. No es probable, ni posible, que la narración entorno a José de Arimatea, quien era miembro del Sanedrín que condenó a Jesús a la muerte (Mar. 15:43, Luc. 23:50-51), sea una “invención cristiana”. Me explico, la hostilidad de los líderes judíos y la distancia de la naciente iglesia frente a ellos, no concuerdan con una “invención piadosa”; recuérdese que a los ojos de los cristianos, los líderes judíos diseñaron el asesinato de Jesucristo. A fin de cuentas, el entierro de Jesús por José de Arimatea hace improbable el invento cristiano de un Cristo muerto y sepultado por un miembro del Sanedrín que creyó en Él. Por estas razones, desde hace siglos atrás, varios críticos del Nuevo Testamento creen en la afirmación bíblica de que Jesús fue sepultado en las condiciones mencionadas en el Nuevo Testamento. Simplemente, el entierro de Jesús es un hecho probado y afirmado desde la antigüedad.

10 El descubrimiento de la tumba vacía
2 El primer día de la semana después de la crucifixión, la tumba donde el cuerpo de Cristo había sido colocado fue encontrada vacía por varios de sus seguidores, primeramente por las mujeres que creyeron en Él (Mar. 16:1-8). Esto es sumamente paradójico, considerando el contexto histórico en el cual el Nuevo Testamento se escribió. En la sociedad judía el testimonio de las mujeres no sería bien considerado para un caso. Según Flavio Josefo, a las mujeres no se les permitió servir como testigos en un tribunal judío. Entonces, a la luz de estos hechos, es notable que sean las mujeres las que descubran la tumba vacía (Luc. 24:1-9). El domingo (primer día de la semana) después de la crucifixión, la tumba donde el cuerpo de Cristo había sido colocado fue encontrada vacía por varios de sus seguidores, primeramente por las mujeres que creyeron en Él. Lo cual es paradójico considerando el contexto histórico en el cual el Nuevo Testamento se escribió. En la sociedad judía el testimonio de las mujeres no sería bien considerado para un caso. Según Flavio Josefo, a las mujeres no se les permitió servir como testigos en un tribunal judío. Entonces, a la luz de estos hechos, es notable que sean las mujeres las que descubran la tumba vacía. Cualquier historia mitológica habría mencionado a varones descubriendo la tumba vacía. El hecho de que son las mujeres, en lugar de los hombres, no niega el relato bíblico, sino que lo confirma como verídico, a pesar de lo incómodo que resultase para los varones de las tempranas épocas. La tumba vacía también fue atestada por varias fuentes tempranas e independientes, aparte de los libros del Nuevo Testamento y las múltiples profecías cumplidas por Cristo. Esto lo volvemos a mencionar debido a que es muy común el ignorar las profecías antiguotestamentarias acerca de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús. Además de lo anterior tenemos el elemento del tiempo, el cual hace imposible el desarrollo de un mito entorno a la tumba vacía, la cual dirige nuestra mente a creer los varios sermones del libro de los Hechos y demás epístolas y libros del Nuevo Testamento donde se menciona al Cristo resucitado.

11 Las apariciones del Cristo resucitado
3 La resurrección de Cristo estuvo rodeada de varios eventos no-milagrosos que apuntan hacia ella: 1) Jesús dijo mientras vivía que habría de resucitar al tercer día. 2) Murió, fue sepultado y el sepulcro se encontró vacío al tercer día. 3) Por espacio de cuarenta días hubo reportes de gente que vio a Cristo resucitado. 4) Las apariciones de pronto terminaron. 5) En el espacio de dos meses luego de la resurrección, la iglesia de Cristo fue establecida. 6) Una de las doctrinas principales del cristianismo primitivo fue la resurrección. 7) La iglesia creció rápidamente a pesar de la pobreza, la persecución y otros obstáculos sociales. 8) en un espacio de unos treinta años, iglesias de Cristo fueron establecidas a lo largo de todo el mundo romano. En diferentes ocasiones, lugares y circunstancias, diferentes individuos y grupos de personas afirmaron haber contemplado Cristo resucitado de entre los muertos. Es un hecho histórico que hubo cientos de testigos que afirmaron que Cristo resucitó de entre los muertos y que apareció a ellos (Ej. 1 Cor. 15:5-11), y lo más asombroso es saber que éstos “testigos” dieron su vida por la fe que habían abrazado. Pero, además de esto, los testigos novotestamentarios manifiestan buen carácter, honradez y franqueza, lo cual da a conocer que su testimonio no era programado o inventado. Al mencionar la resurrección de Jesús, el Nuevo Testamento provee un marco histórico corroborado por diversas fuentes independientes de él. La resurrección de Cristo estuvo rodeada de varios eventos no-milagrosos que apuntan hacia ella: 1) Jesús dijo mientras vivía que habría de resucitar al tercer día. 2) Jesús murió, fue sepultado y el sepulcro se encontró vacío al tercer día. 3) Por espacio de cuarenta días hubo reportes de gente que vio a Cristo resucitado. 4) Las apariciones de pronto terminaron. 5) En el espacio de dos meses luego de la resurrección, la iglesia de Cristo fue establecida. 6) Una de las doctrinas principales del cristianismo primitivo fue la resurrección. 7) La iglesia creció rápidamente a pesar de la pobreza, la persecución y otros obstáculos sociales. 8) en un espacio de unos treinta años, iglesias de Cristo fueron establecidas a lo largo de todo el mundo romano. Como ya hemos dicho, hay gran diferencia entre la “evidencia” y la “interpretación” de dicha evidencia, y todo estudiante serio debe reaccionar frente a estos hechos históricos que rodean la tumba vacía.

12 El origen de la creencia cristiana en la resurrección de Jesús
4 A pesar de la creencia general, los autores del Nuevo Testamento y demás cristianos primitivos no eran crédulos (Mar. 9:30-32; 16:10-14; Jn. 20:9) ¡y ellos mismos lo admitieron! (cf. Luc. 24:21). Este punto da testimonio de la honradez y naturalidad con la cual el relato bíblico es presentado, con la intención de que creamos la evidencia, pero sin presionarnos a ella (1 Jn. 1:1-4). Es aquí cuando vemos a los discípulos de Cristo, que de pronto llegaron a creer sinceramente que Jesús había resucitado a pesar de tener predisposición a lo contrario y a todo un mundo incrédulo que les negaría. A pesar de la creencia general, los autores del Nuevo Testamento y demás cristianos primitivos no eran crédulos (Mar. 9:30-32; 16:10-14; Jn. 20:9) ¡y ellos mismos lo admitieron! Lo cual da testimonio de su honradez y de la naturalidad con la cual el relato bíblico es presentado, con la intención de que creamos la evidencia, pero sin presionarnos a ella. Y es aquí cuando vemos a los discípulos de Cristo, que de pronto llegaron a creer sinceramente que Jesús había resucitado a pesar de tener predisposición a lo contrario y a todo un mundo incrédulo que les negaría. Considérese que la muerte de Jesús generó en los discípulos una tremenda desesperanza, la opinión general de ellos la podemos resumir así: “Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (Luc. 24:21). No había esperanza alguna en la resurrección de Cristo, las expectativas judías no tenían en mente a un Mesías que, en lugar de triunfar sobre los romanos y demás enemigos de Israel, fuera ejecutado como un criminal y resucitado de los muertos para establecer un reino espiritual. Ciertamente la creencia ortodoxa judía involucraba una resurrección, pero solamente una resurrección general en el día final para vida eterna, jamás se pensaba que el Mesías resucitaría de los muertos en las circunstancias que Cristo lo hizo. Sin embargo, los discípulos originales de repente llegaron a creer tan firmemente que Cristo había resucitado de entre los muertos que estaban dispuestos a morir por la verdad de aquella fe. Entonces la pregunta obvia es ¿por qué razón los discípulos primitivos llegaron a creer en algo tan extravagante? Sin duda alguna, una experiencia poderosa y transformadora sería necesaria para generar el cristianismo. Es por esto, que no se puede explicar el surgimiento del cristianismo a menos que Cristo haya resucitado dejando una tumba vacía detrás de Él.

13 Profecía Cumplida Jesús sabía que resucitaría de los muertos:
CUMPLIMIENTO Isaías 53:9 Mateo 27:57-61 Salmo 16:8-11 Hechos 2:24-32 Salmo 2:7 Hechos 13:33 Jesús sabía que resucitaría de los muertos: Jn. 2:19,20 Mat. 12:38,40; 16:21; 17:9,22,23; 20:17-19; 26:31,32 Considérese que el Antiguo Testamento fue completado alrededor de cuatrocientos años antes de que Dios el Hijo viniese al mundo (Jn. 1:1, 14). Esto es evidencia contundente de la inspiración de las Escrituras y la existencia de un Dios Todopoderoso que las reveló. Porque en cuanto a la veracidad de la Biblia y del cristianismo, la profecía bíblica presenta la evidencia de que Dios ha hablado (Is. 44:6-8; Jn. 14:29; Hech. 3:18-24). El hombre no puede saber el futuro. Sólo Dios puede predecir eventos futuros con total precisión. Así como la Biblia predijo el destino de varias naciones, también predijo la venida de Cristo. Todos estos eventos se cumplieron tal cual como Dios lo reveló. Por lo tanto la Biblia es la palabra de Dios y no la del hombre. Son decenas las profecías cumplidas por Cristo. Se han contado más de trescientas. Profecía Bíblica: Lo que no es. Antes de comenzar a ver algunas de las varias profecías cumplidas por Cristo, debemos considerar lo que no es la profecía bíblica. La profecía bíblica no es una conjetura, un pronóstico o un cálculo que se pueda predecir con la estadística, tampoco es una generalización vaga; y mucho menos es un conjunto predicciones inconexas donde sólo algunas se cumplan. Muchas supuestas profecías, tienen las características mencionadas arriba, estas falsedades o pseudo profecías no se han de confundir con la profecía bíblica. Lo que sí es. La profecía bíblica manifiesta ciertos criterios que la separan de la falsa especulación y generalización vaga. La profecía bíblica queda más allá de la capacidad del hombre para preverla. Siempre hay evidencia de que dicha profecía fue manifestada antes de su cumplimiento. Siempre corresponde al evento que la cumple. Y, siempre, la predicción tiene relación con su cumplimiento demostrable (véase: Deut. 18:9-22). Profecías Cumplidas Por Cristo Acontecimientos que rodean el nacimiento de Cristo: Isaías 7:14 – Mateo 1:23. Nacería de una doncella virgen. Miqueas 5:2 – Mateo 2:6. Nacería en Belén de Judea. Oseas 11:1 – Mateo 2:15. El Mesías (Hijo de Dios) volvería desde Egipto. Jeremías 31:15 – Mateo 2:18. La matanza de los niños por Herodes el Grande. Acontecimientos que rodean el ministerio de Cristo: Isaías 40:3 – Mateo 3:3. La misión de Juan el bautizador. Malaquías 3:1 – Lucas 1:76. La misión de Juan el bautizador. Malaquías 4:5-6 – Lucas 1:17. La misión de Juan el bautizador. Isaías 9:1 – Mateo 4:15. Su visita a las tierras del norte, donde había muchos gentiles. Isaías 35:4-6 – Mateo 11:5. Sus grandes señales como el Mesías. Isaías 42:1 – Mateo 12:18. El Siervo amado de Dios. Acontecimientos que rodean la muerte y resurrección de Cristo: Isaías 53:1 – Juan 12:38. La incredulidad de los ancianos del pueblo y demás judíos. Isaías 62:11 – Mateo 21:5. La entrada triunfal de Cristo en Jerusalén. Zacarías 9:9 – Mateo 21:5. La entrada triunfal de Cristo en Jerusalén. Mateo 21:42-44 – Salmo 118: La piedra (Cristo) desechada por los constructores (los ancianos del pueblo) es la cabeza del ángulo. Zacarías 13:7 – Mateo 26:31. La huída de los discípulos. Isaías 53:7 – Mateo 27: El silencio de Cristo frente a sus acusadores. Salmo 22:7 – Mateo 27:39. Los enemigos de Cristo menearon la cabeza. Salmo 22:7 – Mateo 27: Los enemigos de Cristo le injuriaron y escarnecieron. Salmo 22:16 - Lucas 23:33. Las manos y los pies del Cristo fueron perforados con clavos (al ser crucificado). Salmo 22:17 – Lucas 23:35. El pueblo observó el espectáculo del Cristo crucificado. Salmo 22:18 – Juan 19:24. Repartieron los vestidos de Cristo y sobre su ropa echaron suertes mientras él padecía en la cruz. Salmo 34:20 – Juan 19:33, 36. Ninguno de sus huesos fue quebrado. Isaías 53:12 – Marcos 15:27. Cristo fue crucificado con ladrones. Isaías 53:12 - Lucas 23:34. Oró por sus enemigos. Zacarías 11:12 – Mateo 26: El precio asignado a Cristo fue de 30 piezas de plata. Zacarías 11:13 – Mateo 27:3-10. Las monedas lanzadas, luego compran el campo del alfarero. Zacarías 12:10 – Juan 19:34, 37. El costado de Cristo perforado. Isaías 53:9 – Mateo 27:57. Cristo fue sepultado en la tumba de un hombre rico. Salmo 2:6 – Hechos 13:33. El Cristo es engendrado, es decir resucitado de los muertos. Salmo 16:8-11 – Hechos 2: El Cristo es resucitado sin que su carne vea corrupción. Profecías concernientes a Cristo y su reino: Génesis 22:18 – Hechos 3:25. La salvación es posible en la simiente de Abraham (Cristo Jesús). Deuteronomio 18:18 – Hechos 3:22. Cristo es aquel gran profeta prometido por Dios a través de Moisés. Salmo 40:6-8 – Hebreos 10:5-6. El Cristo vendría del cielo a ofrecerse como el sacrificio perfecto. Salmo 45:6-7 – Hebreos 1:8. El trono de Cristo en su reino siempre fue el plan de Dios. Salmo 110:1 – Hebreos 1:13. Cristo está ahora sentado a la diestra de Dios, reinando en su trono de gloria. Salmo 110:4 – Hebreos 5:6. Cristo es el Sumo sacerdote según el orden de Melquisedec. Salmo 118:22 – Hechos 4:11. Cristo, la piedra desechada por los constructores, es la cabeza del ángulo. Isaías 28:16 – Romanos 9:33. Cristo es la piedra de tropiezo. Daniel 2:44 – Lucas 1:32; 3:1; Colosenses 1:13. El Reino de Cristo fue establecido bajo el gobierno dictatorial del Imperio Romano. Isaías 49:6 – Hechos 13:47. El evangelio del reino no sólo fue predicado a los judíos, sino también a los gentiles. Isaías 52:15 – Romanos 15:21. El evangelio del reino (Hech. 8:12) está disponible a los gentiles también. Isaías 59:20 – Romanos 11:26. El Cristo vendría de Sión. Jeremías 31:31-34 – Hebreos 8:8. El nuevo pacto de Cristo no fue incidental, sino del plan de Dios. Oseas 2:23 – Romanos 9:25. De los gentiles también Dios adquiriría gente como su pueblo, su iglesia. Joel 2:28-32 – Hechos 2: El reino de Cristo fue establecido con poder (Mar. 9:1) en la última dispensación de la historia humana. Conclusión No existe posibilidad, ni remota coincidencia, de que un hombre pudiese cumplir todas estas profecías. ¿Hay alguna probabilidad para que alguien estuviese en el momento y lugar oportuno para cumplir todas las cosas escritas respecto al Mesías y satisfacer cada una de las cosas que el anticipado conocimiento de Dios reveló que sucederían? ¡No hay probabilidad para que un simple ser humano pudiese logarlo! Todo esto fue cumplido por Dios el Hijo, quien vino a salvarnos (Jn. 3:16). ¿Cómo puede ser posible que el escéptico moderno, sin información bíblica, rechace la evidencia de Jesucristo como el Santo Hijo de Dios? Un solo caso de profecía cumplida basta para establecer una obra sobrenatural. En realidad, la Biblia tiene muchos casos de profecía cumplida, ninguno de ellos se frustró. El enemigo de la Biblia tiene que silenciar todos los cañones de la profecía bíblica. Nosotros tenemos que disparar solamente uno para demostrar que la Biblia es palabra de Dios.

14 Conclusión El testimonio de la resurrección de Cristo es fidedigno, razonable y honesto, y es la explicación adecuada a todos los acontecimientos que rodean la tumba vacía. Si Cristo no resucitó, no tenemos esperanza. Jesús es el fraude más grande en la historia de la humanidad, y entonces “comamos y bebamos, porque mañana moriremos” (1 Cor. 15:32). Estoy convencido de que el testimonio bíblico de la resurrección de Cristo es fidedigno, razonable y honesto, y es la explicación adecuada a todos los acontecimientos que rodearon la tumba vacía.  Sin embargo, si Cristo no resucitó, nada importa, no tenemos esperanza. Jesús sería el fraude más grande en la historia de la humanidad, y entonces “comamos y bebamos, porque mañana moriremos” (1 Cor. 15:32).

15 Conclusión Pero, Dios existe y “todas las cosas son posibles para Dios” (Mar. 10:27). Cristo resucitó y fue vindicado para nuestra salvación (Rom. 1:4). Cristo es digno de nuestra adoración (Jn. 20:28), y siendo el “Juez de vivos y muertos” (Hech. 10:42) Él nos juzgará “para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (Hech. 17:31; 2 Cor. 5:10). Dios existe y “todas las cosas son posibles para Dios” (Mar. 10:27). Cristo resucitó y fue vindicado para nuestra salvación (Rom. 1:4). Cristo es digno de nuestra adoración (Jn. 20:28), y siendo el “Juez de vivos y muertos” (Hech. 10:42) Él nos juzgará “para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (Hech. 17:31; 2 Cor. 5:10).

16 Plan de Salvación Rom. 10:17, Oír la palabra de Dios.
Jn. 8:24, Creer en Cristo. Hech. 2:38, Arrepentimiento. Rom. 10:10, Confesar la fe en Cristo. Mar. 16:16, Bautismo para el perdón de los pecados. Col. 1:21-23, Perseverar en la fe. -- Hech. 8:22, Arrepentirse si ha caído, rogar el perdón. -- 1 Jn. 1:9, Confesar el pecado.

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