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Tema 7:El riesgo de interés en las entidades de crédito.

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1 Tema 7:El riesgo de interés en las entidades de crédito.
Matemática Financiera II Parte 3ª: El riesgo en las entidades de crédito Curso

2 Índice La identificación del riesgo de interés.
Los Métodos de valoración del riesgo de interés. 2.1 Métodos basados en el análisis del Gap de fondos. 2.2. Métodos basados en la duración. 2.3. Métodos de simulación. Gestión del riesgo de interés. 3.1. Medidas estructurales. 3.2. Medidas técnicas.

3 1. La identificación del riesgo de interés
A la hora de plantear la identificación del riesgo de interés en una entidad de crédito es conveniente diferenciar, y así lo hace la normativa, entre el riesgo de interés de la cartera de negociación y el riesgo de interés del resto del balance (cartera bancaria, banking book o non-trading activities). Al primer caso, cartera de negociación, le son aplicables directamente las técnicas utilizadas para la gestión del riesgo de interés de las carteras de renta fija y existe además una normativa legal especifica para determinar el volumen de recursos propios necesarios para cubrir el riesgo de mercado de la misma. Sin embargo, la determinación del riesgo de interés de la cartera bancaria, que por exigencia legal debe realizarse mediante la implantación y desarrollo de un modelo interno de valoración y control, presenta un número considerablemente mayor de dificultades prácticas.

4 1. La identificación del riesgo de interés
El problema de enfrentarse al riesgo de interés empieza por la correcta definición de lo que se entiende por riesgo de interés en una entidad de crédito. La definición más frecuentemente utilizada es la que define el riesgo de interés de una entidad de crédito como: “el riesgo de que variaciones de los tipos de interés de mercado puedan afectar negativamente a su situación financiera”. Esta definición resulta considerablemente ambigua. ¿Cuál es el tipo de interés cuyas variaciones puede afectar a las entidades? ¿Cuáles son los efectos desfavorables de tal variación? Y finalmente ¿sobre que variable, representativa de la situación financiera de la entidad, se miden los efectos desfavorables de la variación de los tipos de interés?

5 1. La identificación del riesgo de interés
El primer problema surge al tratar de identificar el tipo significativo. El tema no es en absoluto trivial y no resulta inmediato. La mayoría de los trabajos en este sentido apuntan unos resultados bastante similares: Por un lado, se constata una relación cada vez mayor en el precio de las operaciones activas y pasivas con los tipos de interés de mercado y, en concreto, con los del mercado interbancario. Por otro, aunque con menor coincidencia, se apunta que el tipo a tres meses puede considerarse como el más relevante. Si se considera identificado el suceso que puede ocurrir, queda por concretar cuales son los efectos desfavorables que tal variación podría ocasionar sobre la situación financiera de la entidad.

6 1. La identificación del riesgo de interés
El balance de una entidad de crédito está compuesto por operaciones financieras de distinta naturaleza que se verán afectadas por la variación de los tipos de interés de dos formas diferentes: Por un lado, se produce un efecto inmediato consistente en la variación que experimenta el valor financiero del activo como consecuencia de las modificaciones de los tipos de interés. Este efecto es lo que se denomina “riesgo de precio” y provoca una variación del valor del activo en sentido contrario a la variación de los tipos de interés. Por otro, tiene lugar un efecto, a medio y largo plazo, derivado de la influencia de la variación de los tipos de interés sobre las condiciones en que se van a reinvertir, o refinanciar, los flujos de caja que genera la operación. Este efecto, denominado “riesgo de repreciación” repercute sobre el coste o la rentabilidad de la operación en el mismo sentido de la variación experimentada por los tipos de interés del mercado. De forma que, dado que la variación de los tipos de interés produce sobre la operación dos efectos de sentido contrario, el resultado final, favorable o desfavorable, dependerá de cual de ellos prevalezca sobre el otro (riesgo de reinversión).

7 1. La identificación del riesgo de interés
La variación de los tipos de mercado afecta de la forma descrita a todas las operaciones que constituyen el balance de la entidad por lo que la valoración de su repercusión a nivel global resulta especialmente compleja, debido a su número, extraordinariamente amplio, a sus distintas características y a las diferentes posiciones adoptadas en las mismas por la entidad. Es decir, se trataría de valorar como la situación financiera de la entidad se verá afectada, favorable o desfavorablemente, por la variación de los tipos de mercado dependiendo de la interacción del efecto precio y el efecto repreciación sobre todas sus operaciones.

8 1. La identificación del riesgo de interés
Los efectos descritos no son los únicos que produce la variación de los tipos de interés sobre los balances bancarios. Existen otros que también deben ser tenidos en cuenta ya que, en definitiva, suponen fuentes de riesgo con el mismo origen: riesgo de base, que hace referencia a la posibilidad de que una variación de los tipos de interés de mercado afecte de forma diferente -con distinta intensidad, con distinto retardo o incluso con distinto sentido- a las diferentes operaciones del balance.

9 1. La identificación del riesgo de interés
Otro aspecto del riesgo de interés es el de los posibles cambios en el volumen y estructura del balance derivados de las variaciones de los tipos de interés. También hay que considerar el riesgo derivado de modificaciones en la forma o en la pendiente de la curva de tipos de interés que puede afectar a las estrategias de cobertura que utilizan hipótesis de variaciones paralelas. Finalmente, aunque no por ello de menor importancia, existe el denominado “riesgo de opción” que se refiere a la influencia de la variación de los tipos de interés sobre el ejercicio de las opciones que llevan implícitas muchas de las operaciones bancarias típicas. Si bien es cierto que, en ocasiones, el ejercicio de tales opciones no está relacionado con la evolución de los tipos de mercado en la mayoría de los casos sí lo está y, además, se llevará a cabo siempre en una situación desfavorable para la entidad.

10 1. La identificación del riesgo de interés
El último aspecto es el de determinar cuál es la variable elegida para valorar los posibles efectos desfavorables de la evolución de tipos. En este sentido, siguiendo la doctrina del Comité de Basilea, existen dos perspectivas diferentes pero complementarias: la de los resultados (earning perspective) y la del valor económico (economic value perspective).

11 1. La identificación del riesgo de interés
En el enfoque de los resultados , el objetivo del análisis es el efecto de la variación de los tipos de interés sobre los resultados de la entidad, básicamente a través de sus efectos en el margen financiero anual (diferencia entre los intereses recibidos y los intereses pagados). Ésta es la aproximación al riesgo de interés llevada a cabo tradicionalmente por los bancos y representa un tratamiento del problema a corto plazo.

12 1. La identificación del riesgo de interés
En el enfoque del valor económico se tiene en cuenta el impacto de la variación de los tipos de interés sobre el valor financiero de los activos, pasivos y operaciones fuera de balance de la entidad. Hay que recordar que el valor financiero de un instrumento representa el valor actualizado, al tipo de interés de mercado, de los flujos de caja esperados. Por tanto, el valor económico de la entidad, entendido como el valor de la empresa en funcionamiento, puede definirse como el valor financiero de sus activos menos el valor financiero de sus pasivos más/menos el valor financiero de sus operaciones fuera de balance.

13 1. La identificación del riesgo de interés
Este enfoque representa una visión más exhaustiva de los efectos de la variación de los tipos de interés a largo plazo que la que proporciona el enfoque de los resultados. Y esta visión es importante ya que los cambios en los resultados a corto plazo (el margen financiero anual) pueden ser insuficientes para proporcionar una valoración de la posición global de la entidad frente al riesgo de interés. Sin embargo, estos dos enfoques, aparentemente divergentes, están muy relacionados, ya que las variaciones en el valor económico de la entidad pueden interpretarse como el valor actualizado de las variaciones en los resultados futuros. EJEMPLO 1

14 1. La identificación del riesgo de interés
Los dos enfoques descritos, resultados y valor económico, se centran en valorar como los cambios en los tipos de interés futuros pueden afectar a la situación financiera de la entidad. Sin embargo, cuando se aborda la valoración de la posición de la entidad frente al riesgo de interés, sería necesario considerar también como los cambios en los tipos de interés que ya han tenido lugar pueden afectar, en el futuro, a la posición financiera de la entidad. En particular, los instrumentos no contabilizados a precio de mercado pueden incorporar pérdidas o ganancias latentes, debidas a movimientos pasados de los tipos de interés, que se irán incorporando paulatinamente a los resultados. EJEMPLO 2

15 2. Los métodos de valoración del riesgo de interés.
Aunque la normativa vigente permite a las entidades decidir libremente el método de valoración que deben implantar para la gestión del riesgo de interés de la cartera bancaria, el CEBS, ha publicado (octubre 2006) los siguientes principios. Las entidades deben ser capaces de demostrar que su nivel de capital es adecuado a su nivel de riesgo apoyándose en el cálculo de: Los potenciales cambios en su valor económico derivados de las variaciones de los tipos de interés. El riesgo global de la cartera bancaria.

16 2. Los métodos de valoración del riesgo de interés.
Las entidades deben ser capaces de calcular y comunicar al supervisor los cambios en su valor económico como resultando de un shock estándar determinado por las autoridades ( por ejemplo, una variación paralela de 200 p.b. al alza y a la baja). Si, como resultado de ese shock estándar, la disminución del valor económico de la entidad representara más de un 20% de sus recursos propios, el supervisor debería intervenir para exigir la adopción de medidas que reconduzcan la situación.

17 2. Los métodos de valoración del riesgo de interés.
Además las entidades deberán ser capaces de medir su exposición y sensibilidad a cambios en la curva de tipos, cambios entre los tipos de interés de mercado (riesgo de base) y cambios en las hipótesis utilizadas. Las entidades deberán desarrollar una política razonada , robusta y documentada que recoja todos los aspectos que sean importantes para sus circunstancias individuales.

18 2.Los métodos de valoración del riesgo de interés.
Cualquier método de valoración del riesgo de interés debe ser capaz de proporcionar medidas significativas de la sensibilidad de las distintas partidas del balance para llegar a determinar el grado de exposición al riesgo de interés de la entidad. Dado que debe ser cada entidad la que elija el método que considere más adecuado, será necesario adoptar una serie de decisiones sobre distintos aspectos del mismo: Determinación de la variable o variables sobre la que se desea medir el impacto de la variación de los tipos de interés. Amplitud del horizonte de planificación. Grado de cuantificación de la posición de riesgo. Nivel de dificultad del modelo. Requisitos de utilización.

19 2. Los métodos de valoración del riesgo de interés.
Las respuestas dadas a todas estas cuestiones determinarán la preferencia por uno u otro tipo de modelo que, básicamente, se encuadran en tres grupos: Modelos basados en el análisis del GAP de fondos. Modelos basados en la duración, y Modelos de simulación. Aunque con un mismo objetivo general, la determinación de la posición de la entidad frente al riesgo de interés, los distintos métodos asumen diferentes hipótesis, utilizan distintos conceptos de sensibilidad y aplican diversas metodologías para medirla.

20 2.1. - Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
La variable objetivo. La variable sobre la cual se desea medir el impacto de la variación de los tipos de interés es, en este método, el margen financiero de la entidad. Para ello, se considera que el grado de exposición de una entidad de crédito a las variaciones de los tipos de interés dependerá de la relación entre la sensibilidad de sus operaciones activas y pasivas. Dicha sensibilidad se entenderá como la rapidez, medida en unidades de tiempo, con la que su rendimiento o coste reacciona ante las variaciones de los tipos de interés de mercado.

21 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Hipótesis del modelo. En este análisis se supone que la entidad financiera va a mantener el mismo volumen y estructura de recursos y empleos a lo largo del período considerado. Esto es, que las operaciones tanto de activo como de pasivo que van venciendo se reemplazan por operaciones de similar naturaleza y, además, esta renovación solo se produce una vez durante el análisis. Adicionalmente, existe una hipótesis no explicitada, pero con importantísimas implicaciones, que consiste en suponer que los tipos activos y pasivos varían con la misma intensidad.

22 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Medida de la sensibilidad de la variable objetivo. La idea de la que se parte para medir la sensibilidad del margen financiero es la siguiente: Si los activos y pasivos de una entidad son igual de sensibles ante la variación de los tipos de interés, el margen financiero permanecerá inalterado sea cual sea la evolución de éstos. Si dicha sensibilidad difiere significativamente, alguna de las partidas reaccionará con más rapidez ante la variación de tipos y el margen financiero se verá alterado, bien aumentando o bien disminuyendo. Por lo tanto, la diferencia de sensibilidades de los activos y pasivos será una medida del grado de exposición al riesgo de interés de la entidad.

23 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Horizonte de planificación. Aunque en principio este método permite valorar la posición de riesgo de la entidad a corto y largo plazo, las hipótesis que incorpora hacen que su posible utilidad se restrinja básicamente al análisis a corto plazo. Sin embargo, aun teniendo en cuenta este hecho, se hace necesario determinar cuál es el horizonte de planificación y tal decisión deberá reflejarse en la amplitud y en el número de períodos de repreciación utilizados.

24 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Factores que determinan la sensibilidad de las operaciones. Bajo este planteamiento, la mayor o menor sensibilidad de un instrumento financiero dependerá de los siguientes factores: a) Plazo hasta el vencimiento. El momento en que una operación vence representa la fecha en que puede verse alterado su precio, coste o remuneración. b) Método de amortización. En este sentido, hay dos tipos de operaciones: las de amortización progresiva, en las que el capital prestado se va devolviendo periódicamente hasta su total amortización, y las de una sola amortización a su vencimiento. Las primeras se verán afectadas por la variación de los tipos de interés en cada pago periódico, sin embargo, las operaciones con una sola amortización únicamente sufrirán dicha influencia a su vencimiento. c) Método de determinación del tipo de interés de cada período. En este caso, habrá que distinguir entre las operaciones a tipo de interés fijo y las operaciones a tipo variable (indexadas). En las operaciones a tipo variable, la sensibilidad ante los movimientos de los tipos de interés no viene determinada por el tiempo hasta la amortización sino por el plazo previsto contractualmente para la modificación del tipo, que es el momento en que el coste o la remuneración pueden verse alterados.

25 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Obtención del GAP de fondos. Una vez establecidos los factores que determinan la sensibilidad de las operaciones el procedimiento para proceder a su comparación es, en principio, muy sencillo y consiste en sustituir cada una de ellas por el conjunto de flujos de caja que pueden verse afectados por los movimientos de los tipos de interés. Por ejemplo, una cartera de préstamos con términos amortizativos mensuales constantes (a), vencimiento a los diez años y al 12% nominal, tendrá el siguiente cuadro de amortización (correspondiente a los seis primeros meses de la operación):

26 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.

27 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Un cuadro de amortización como éste identifica la cuantía y vencimiento de los flujos de caja que genera la operación, lo que permitirá establecer la repercusión de las variaciones de tipos. En este caso se trata de un préstamo que vence a los diez años pero que se reprecia progresivamente al vencimiento de cada amortización parcial (AS). Para la obtención del GAP se agrupan los flujos de caja de todas las operaciones de activo y de pasivo en un número reducido de períodos de repreciación y el GAP, para cada período, será la diferencia entre los activos y pasivos que vencen o se reprecian en cada uno de ellos.

28 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Mediante la agregación de los flujos de caja, múltiples operaciones se sustituirían por una única línea en el análisis del GAP. De esta forma, la cartera de préstamos anterior aparecería como: PERÍODOS DE REPRECIACIÓN A1+A2+A3

29 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Se ha procedido a agregar los flujos de caja de la cartera de préstamos hipotecarios en seis períodos de repreciación. La cuantía incluida en cada uno de ellos será la suma de las amortizaciones parciales -cuotas de amortización- que vencen en el mismo. Es decir, los recursos que deben ser reinvertidos y que , por tanto, resultan expuestos a las variaciones de los tipos de interés. Si este mismo procedimiento se aplicase a todas las operaciones de activo y de pasivo permitiría conocer las cuantías potencialmente afectadas en cada momento por la variación de tipos, llegándose a un cuadro global de activos y pasivos sensibles que permite establecer la cuantía del GAP.

30 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Así por ejemplo, una cartera de préstamos indexados a quince años, con períodos de interés semestrales, amortizaciones trimestrales constantes y pago mensual de intereses tendría el siguiente cuadro de amortización para los seis primeros meses (con una cuantía inicial de u.m. y un tipo nominal del primer período del 10%).

31 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Al tratarse de préstamos indexados con períodos de interés semestrales, la totalidad de la cartera se verá afectada por la variación de los tipos de interés en los primeros seis meses del análisis, aunque se trate de operaciones a quince años, y aparecería como:

32 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
De igual forma se tratarían las operaciones de pasivo: Por ejemplo, un empréstito de obligaciones americanas a tres años, con cupón anual al 9% y un nominal de u.m., tendría el siguiente cuadro de amortización: Y su inclusión en el GAP tendría la siguiente forma:

33 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Si se sigue un procedimiento similar para incluir todos los activos y pasivos sensibles del balance de la entidad, se construirá un cuadro global que permite obtener la cuantía del GAP. El GAP se obtiene como la diferencia entre los activos y pasivos sensibles que vencen o se reprecian en cada período.

34 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
BALANCE Activos sensibles: Préstamos con garantía hipotecaria, a diez años, con términos amortizativos mensuales constantes: u.m. Préstamos indexados, período de interés semestral, a quince años con cuota de amortización trimestrales constantes: u.m. Pasivos sensibles: Imposiciones a plazo fijo a un mes: u.m. Imposiciones a plazo fijo a nueve meses: u.m. Obligaciones americanas, a tres años, con pago de cupón anual: u.m

35 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.

36 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
Cuanto mayor es el GAP, mayor es la sensibilidad de la entidad ante las variaciones de los tipos de interés, ya que supone una diferencia significativa entre las sensibilidades respectivas de los activos y pasivos. El signo del GAP indica si la sensibilidad de la entidad es positiva o negativa. Si el GAP es mayor que cero, existe una relación directa entre los movimientos de los tipos de interés y la variación del margen financiero; si el GAP es negativo esta relación será inversa. Si se compara la información suministrada por el GAP en uno y otro período puede observarse que la entidad presenta situaciones contrarias, GAP negativo y GAP positivo, pero claramente de distinta importancia relativa, lo que pone de manifiesto que el GAP expresado en unidades monetarias dice poco sobre el nivel de riesgo asumido por la entidad. Es por ello, por lo que el análisis del GAP suele completarse con la introducción del siguiente ratio:

37 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
GAP / Activos totales % GAP/ Activos = 0 (AS/PS = 1) supone que las cuantías de activos y pasivos sensibles coinciden o, en otras palabras, que el margen financiero resulta insensible a las variaciones de los tipos de interés. GAP/ Activos > 0 (AS/PS >1) indica sensibilidad positiva, tanto más significativa cuanto más grande sea su valor. GAP/ Activos < 0 (AS /PS < 1) indica sensibilidad negativa, tanto más significativa cuanto mayor sea, en valor absoluto, el valor del ratio. Cuanto más próximo a cero sea el valor del ratio menor será la significación del GAP y, por tanto, menor el grado de exposición al riesgo de interés de la entidad.

38 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.

39 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
El procedimiento descrito es un método de valoración cualitativo. Es decir, indica si la sensibilidad de la entidad es positiva o negativa, y si el nivel del riesgo de interés soportado es alto o bajo, pero no aporta información sobre el efecto en unidades monetarias de la posible variación de los tipos de interés. Esta característica no es bien valorada por los gestores, por lo que se suele complementar el análisis con una estimación de la posible variación del margen derivada de la posición de riesgo de la entidad, en el caso de que los tipos de interés se modifiquen en una cuantía determinada. La variación del margen financiero se obtiene multiplicando el volumen de posición abierta, el GAP, por la modificación estimada de tipos y por el tiempo que media entre el momento al que va referido el GAP, que por lo general se considera el punto medio de período, y el momento al que se quiera referir la medición del impacto (normalmente 1 año).

40 2.1.- Métodos basados en el análisis del Gap de fondos.
En el ejemplo anterior, la variación del margen (M), para una supuesta variación de tipos de 100 puntos básicos y para el período de un año, sería: Lo que indica que una subida de 100 puntos básicos provocaría un descenso del margen de 60,822 u.m. Para valorar la importancia de esta cifra habría que conocer la cuantía total del margen de la entidad. Si se supone que la entidad tiene un margen de intermediación del 1,7% sobre ATM (que es el obtenido en 2005 por el conjunto de entidades de crédito) la variación estimada supondría un descenso del margen del 4,21%.

41 La implantación del modelo del GAP de fondos.
Amplitud de los períodos de repreciación. La amplitud de los períodos de repreciación constituye uno de los aspectos básicos para valorar la bondad de la información obtenida a partir del análisis del GAP. En la determinación de su amplitud hay que buscar el necesario equilibrio entre la manejabilidad de los datos y la pérdida de información que supone su excesiva agregación, lo que no siempre es sencillo dado el gran número de operaciones que componen el balance de una entidad. EJEMPLO 3 Dado que la utilidad de este tipo de análisis es básicamente a corto plazo, la solución generalmente adoptada es la de plantear períodos de repreciación de poca amplitud hasta el plazo de un año e incrementando su tamaño hasta llegar a una última banda para las operaciones a más de tres o cinco años. No obstante, deberá ser cada entidad, de acuerdo con el tipo de negocio que desarrolle, la que determine cual es la amplitud adecuada para obtener la máxima información del análisis.

42 La implantación del modelo del GAP de fondos.
Operaciones con vencimiento incierto. Muchas de las operaciones, tanto de activo como de pasivo, pueden tener un vencimiento real no coincidente con su vencimiento contractual lo que, sin duda, debe ser tenido en cuenta en el análisis. Ahora bien, dentro de esta categoría se encuentran operaciones muy dispares. Por un lado pueden considerarse las cuentas de ahorro y a la vista ordinarias que, al menos en parte, resultan muy poco sensibles a las variaciones de los tipos de interés. Hay diferentes opiniones respecto al tratamiento que debería darse a estas partidas e incluso se ha hablado de la posibilidad de que las autoridades supervisoras den instrucciones a los bancos para proceder a la colocación de estas operaciones en las distintas bandas de vencimientos . En cualquier caso, la decisión que se adopte debe ir precedida de un estudio previo de su adherencia .

43 La implantación del modelo del GAP de fondos.
Operaciones con vencimiento incierto. Otro tipo de operaciones que deben ser consideradas dentro de este grupo son aquéllas que, aunque tienen un vencimiento contractual determinado, poseen cláusulas que permiten su cancelación anticipada. Por ello, al introducir estas operaciones en el análisis sería conveniente añadir a los flujos de caja derivados de sus condiciones contractuales los procedentes de las estimaciones de pagos anticipados previstos. Naturalmente, estas previsiones deberán ajustarse y revisarse según la evolución de tipos esperada. Instrumentos derivados. Los instrumentos derivados se incluyen en el análisis tratándolos como combinación de dos operaciones patrimoniales, de signo contrario, en el instrumento subyacente. EJEMPLO 4

44 Valoración del GAP como instrumento de análisis del riesgo de interés.
El riesgo de precio. Este método, en el mejor de los casos, solo recogerá la influencia de la variación de los tipos de interés en la reinversión o refinanciación de los flujos de caja para un período de tiempo dado (riesgo de repreciación). Es decir, prescinde totalmente de valorar la repercusión de dicha variación en el valor financiero de las operaciones o, lo que es lo mismo, no tiene en cuenta el riesgo de precio ni los efectos a más largo plazo. Esta característica lo hace totalmente inadecuado para aquellas entidades que contabilizan sus operaciones a precios de mercado y cuestiona gravemente su utilización por el resto, al menos como único procedimiento de valoración.

45 Valoración del GAP como instrumento de análisis del riesgo de interés.
La insensibilidad del margen. El planteamiento del modelo se basa en suponer que un GAP igual a cero garantiza que el margen financiero de la entidad resulta insensible a las variaciones de los tipos de interés. Implícitamente, se está suponiendo que la remuneración de los activos y el coste de los pasivos que vencen o se reprecian en cada período va a reaccionar de igual forma, en el mismo momento y con la misma intensidad, ante las variaciones de los tipos de interés de mercado o, lo que es lo mismo, que no existe riesgo de base. Esta hipótesis no se verifica en la realidad. La rapidez e intensidad con que una variación de los tipos de interés de mercado afecta a las distintas operaciones depende mucho de la modalidad de la misma, de la política comercial de la entidad, de su posición en el mercado, de la importancia y sentido de dicha variación y, sin duda, del nivel general de tipos en el momento en que se produce. EJEMPLO GAP REAL y problema 45

46 2.2- Métodos basados en la duración
A partir de la condición de inmunización múltiple obtenida por Redington, se han desarrollado otros métodos que intentan relajar las hipótesis tan restrictivas y que presentan todos ellos una serie de rasgos comunes lo suficientemente importantes como para justificar su descripción previa. Variable objetivo. Estos modelos intentan medir el impacto de la variación de los tipos de interés sobre distintas variables objetivo: valor neto de la entidad, coeficiente de recursos propios, margen financiero, etc. En todos ellos el concepto de sensibilidad de las operaciones que se maneja atiende al impacto de las variaciones de los tipos de interés, tanto sobre la reinversión o refinanciación de los flujos de caja que generan, como sobre su valor de mercado. En todos los casos la variable objetivo esta expresada en términos de valores financieros de las partidas que intervienen en su determinación.

47 2.2- Métodos basados en la duración
Medida de la sensibilidad de la variable objetivo. La forma de tratar de medir la sensibilidad de la variable objetivo es la misma en todas los métodos y consiste en: Desarrollar un modelo de valoración de la variable objetivo. Obtener la sensibilidad del valor de dicha variable objetivo frente a las variaciones de los tipos de interés, calculando su elasticidad, o su derivada, respecto del tipo de interés. Es concretamente esta metodología la que justifica tanto su agrupación como su denominación ya que, al derivar el valor de las operaciones financieras respecto del tipo de interés, aparece de forma inmediata el concepto de duración. Por lo que se refiere a la cuantificación del riesgo de interés de la entidad, en todos los casos se llega a una expresión que permite calcular la variación aproximada de la variable objetivo para una variación dada del tipo de interés.

48 2.2- Métodos basados en la duración
Hipótesis del modelo. El análisis de la sensibilidad se realiza sobre la situación actual sin considerar modificaciones de la estructura del balance. Se supone así que las operaciones que vencen, y los flujos de caja que generan las operaciones que se mantienen en cartera, se sustituyen por nuevas operaciones en las condiciones vigentes en el momento de llevarse a cabo la sustitución. La variación de los tipos de interés se supone única, ocurrida inmediatamente después del momento en que se realiza el análisis y mantenida durante todo el período. Si se utiliza la duración de Macauley, debe considerarse una estructura temporal de tipos de interés plana y con variaciones paralelas de tipos.

49 2.2- Métodos basados en la duración: Gap del neto patrimonial
Variable objetivo. En este caso la variable objetivo es el valor neto de la entidad, que se obtiene con la siguiente expresión: N (rA ,rL) = A(rA) - L(rL) donde : N (rA ,rL) –Neto patrimonial (valor económico) A(rA) - el valor de mercado de los activos de la entidad. rA - el tipo de interés que iguala el valor actual de los flujos activos con su valor de mercado. L(rL) - el valor de mercado de los pasivos de la entidad. rL - el tipo de interés que iguala el valor actual de los flujos pasivos con su valor de mercado.

50 2.2- Métodos basados en la duración: Gap del neto patrimonial
Medida de la sensibilidad de la variable objetivo. Para analizar el efecto de una variación de los tipos de interés sobre el valor neto de la entidad se procede a calcular la derivada de N(rA, rL) respecto de rA, para lo cual se establece previamente una hipótesis sobre la relación funcional entre rA y rL, de forma que: Si drL/drA= 1 se esta asumiendo que los tipos activos y pasivos varían con la misma intensidad; Si drL/drA > 1 se considera que los tipos pasivos varían más intensamente que los activos; y Si drL/drA < 1 se supone lo contrario, esto es, que los tipos pasivos varían menos que los activos.

51 2.2- Métodos basados en la duración: Gap del neto patrimonial
De esta forma se llega a: Y teniendo en cuenta que: y Siendo DA y DL las duraciones del activo y del pasivo.

52 2.2- Métodos basados en la duración: Gap del neto patrimonial
Se puede reformular la expresión anterior como: (1) con la expresión (1) puede ser utilizada para calcular la variación aproximada del valor neto de la entidad frente a variaciones de los tipos de interés:

53 2.2- Métodos basados en la duración: Gap del neto patrimonial
Además, el signo del GAPN permite conocer el sentido de la sensibilidad de la entidad, ya que: Si GAPN = 0   N (rA,rL) = 0, lo que equivale a decir que el valor neto de la entidad resulta insensible a las variaciones de los tipos de interés. Si GAPN > 0  un incremento del tipo supondría un descenso del margen y un descenso del tipo un incremento del margen (sensibilidad negativa) Si GAPN < 0  la situación sería la contraria y el margen se movería en el mismo sentido que los tipos de interés (sensibilidad positiva).

54 2.2- Métodos basados en la duración: Gap del neto patrimonial
Aplicabilidad del GAP del neto patrimonial. Objeciones Problemas de implantación, comunes a todos los modelos de este tipo. El GAP del neto patrimonial presenta un tratamiento del problema a medio y largo plazo. En otras palabras, que, si bien es cierto que las variaciones del valor neto de una entidad pueden considerarse como una estimación del valor actual de los resultados futuros, esta estimación constituye una medida de solvencia a largo plazo y no permite una localización temporal de la situación de riesgo.

55 La implantación de los modelos basados en la duración.
Interpretación del balance financiero. La valoración de las distintas partidas del balance siguiendo criterios financieros, que pueden diferir sensiblemente de los contables puede provocar una divergencia entre la cuantía de los recursos propios -capital más reservas- y el valor financiero de los recursos propios de la empresa. La diferencia entre ambas magnitudes refleja los beneficios y pérdidas latentes producidos como consecuencia de las variaciones pasadas de los tipos de interés. Realmente, el criterio financiero está adelantando los mayores o menores beneficios contables que se irán produciendo en el futuro como consecuencia de las variaciones de los tipos de interés. Sin embargo, esta es, precisamente, la gran virtud de los métodos financieros de valoración que, si bien pueden chocar en ocasiones con el criterio contable, constituyen una herramienta muy eficaz para la gestión. En efecto, todos estos métodos exigen calcular el valor financiero y la duración de todas las partidas que intervienen, esto es, las operaciones de dentro y fuera de balance. Esta exigencia provoca dos tipos de dificultades, de muy distinto alcance, que describimos a continuación:

56 La implantación de los modelos basados en la duración.
Requisitos de información. Para obtener el valor financiero de una operación, y posteriormente su duración, es necesario disponer de información sobre la cuantía y vencimiento de todos los flujos de caja que genera. Dado el número extraordinariamente amplio de operaciones que será necesario incluir en el análisis, así como las diferentes características y posiciones que habrá que valorar, el cálculo de los valores comentados puede resultar considerablemente complejo. Esta dificultad puede subsanarse, sin pérdida apreciable de información, trabajando con datos agregados correspondientes a operaciones de similares características financieras y parecida sensibilidad. El empleo de esta técnica exige un detallado análisis previo del balance a valorar con el fin de determinar las agrupaciones a realizar pero, sin duda, facilita extraordinariamente la implantación y la utilización del modelo.

57 La implantación de los modelos basados en la duración.
Problemas en el cálculo de los valores financieros y de la duración: Tipo de interés de actualización. La obtención del valor financiero de las operaciones y de su duración exige la determinación previa del factor financiero de actualización que se va a utilizar. Si se acude a las descripciones dadas a las variables que aparecen en las distintas funciones objetivo, el tipo de actualización se define como: “el tipo de interés que iguala el valor presente de los flujos de caja generados por la operación con su valor de mercado”. Pero, ¿qué sucede con las operaciones, la gran mayoría de las que constituyen el balance bancario, para las que no existe un valor de mercado? ¿Cuál es entonces el tipo a aplicar?. Parece lógico pensar que el tipo de mercado para las operaciones típicas bancarias debe referirse al tipo al que se contratan operaciones de similares características a las que se desean valorar en el momento en que se está planteando el análisis EJEMPLO 5

58 La implantación de los modelos basados en la duración.
Operaciones postdeterminadas. Este tipo de operaciones representa una parte muy importante de los balances bancarios, e incluye todas aquéllas en las que, por su propia naturaleza, existen dificultades para determinar la cuantía y/o el vencimiento de los flujos de caja que generan. A pesar de estar englobadas en un mismo epígrafe, se trata de operaciones tan diferentes como pueden ser las siguientes: Operaciones a tipo de interés variable (indexadas). Operaciones con cláusulas que permiten la modificación de sus condiciones contractuales: duración, tipo de interés, cuantía de los pagos periódicos, etc. Cuentas corrientes de crédito. Depósitos disponibles sin preaviso. Títulos de renta variable. En todos estos casos la obtención del valor financiero, y consiguientemente de la duración, no puede realizarse aplicando el procedimiento habitual sino que deberán utilizarse métodos específicos que en la mayoría de los casos no están establecidos de forma general.

59 La implantación de los modelos basados en la duración.
Valoración de las operaciones con derivados Si hay una partida del balance que en ningún caso deba excluirse de un método de valoración del riesgo de interés es la constituida por las operaciones con derivados No obstante, igual que sucedía en el caso anterior en este apartado se incluyen operaciones con características muy diferentes y que presentan, sobre todo algunas de ellas (opciones, por ejemplo), innegables dificultades de valoración.

60 Limitaciones de los modelos de duración como instrumento de análisis del riesgo de interés
La duración es una medida local que, teóricamente, tan sólo es valida para variaciones suficientemente pequeñas de los tipos de interés. Además, por lo general, estos modelos simplifican de forma muy considerable el comportamiento de los tipos de interés de mercado. Así, las medidas tradicionales de duración suponen que los tipos de interés para los distintos plazos se mueven siempre de forma conjunta -en el mismo sentido y con la misma intensidad- no considerando variaciones en la pendiente o convexidad de la estructura temporal de los tipos de interés. Finalmente, otro problema añadido es el relativo a los modelos de valoración de los activos financieros, y, por extensión, de las carteras, a partir de los cuales se obtienen las medidas de sensibilidad frente a los tipos de interés, especialmente en el caso de valoración de opciones sobre tipos de interés PROBLEMAS 46 y 47

61 2.3. Métodos de simulación Los métodos descritos hasta el momento -basados en el análisis del GAP de fondos y en la duración- aunque no tienen el mismo objetivo y utilizan diferentes conceptos de sensibilidad y distinta metodología, son todos modelos estáticos que tratan de analizar la repercusión de las variaciones de los tipos de interés exclusivamente sobre la estructura de balance actual y que sólo contemplan una única modificación de tipos. Para paliar esta limitación es por lo que surgen los denominados métodos de simulación, que son utilizados por las entidades para alcanzar dos objetivos: determinar cuál es su posición frente al riesgo de interés y estimar los ingresos futuros. Por lo que se refiere a la valoración del riesgo de interés, los métodos de simulación permiten incorporar los distintos aspectos del mismo, desde el riesgo derivado del desajuste de vencimientos del activo y del pasivo, al riesgo inherente en las operaciones postdeterminadas y, tanto para cambios paralelos en la curva de tipos, como para otro tipo de shocks.

62 2.3. Métodos de simulación Para poder analizar la utilidad de estos métodos es necesario describir y comprender el mecanismo utilizado en el proceso de simulación así como los supuestos que se manejan para cada una de las variables que intervienen en el modelo. Activos, pasivos y operaciones fuera de balance. Para todas y cada una de las operaciones de activo, pasivo y de fuera de balance debe estarse en condiciones de suministrar al modelo: El volumen actual, el plazo a vencimiento, la fecha de repreciación y el tipo de interés. Lo que ocurrirá cuando cada operación venza o se reprecie. Esto es, qué proporción de ese instrumento se reemplazará, a su vencimiento, por una operación de similar naturaleza; cuál será el vencimiento, la fecha de repreciación y el tipo de interés de la nueva operación, etc.

63 2.3. Métodos de simulación Tipos de interés.
Los tipos de interés a los que se reprecian o renuevan las operaciones suelen especificarse mediante un diferencial sobre los tipos derivados de una curva base. En la mayoría de los casos, la curva base que se utiliza es la correspondiente a un tipo del mercado monetario -como puede ser el Euribor- o a tipos del mercado secundario de la deuda pública. No obstante, pueden existir operaciones que requieran la utilización de otro tipo de curvas o ser determinados directamente por el creador del modelo.

64 2.3. Métodos de simulación Evolución del volumen de las operaciones.
La evolución del volumen de cada operación puede incorporarse al modelo mediante dos vías: Determinando el volumen de cada instrumento en cada período de tiempo futuro. Estableciendo, a partir del importe actual, una trayectoria determinada que tenga en cuenta posibles renovaciones, cancelaciones o sustituciones por otras modalidades de operaciones.

65 2.3. Métodos de simulación Otros ingresos, gastos o impuestos.
Es frecuente que se incluyan estimaciones sobre la evolución de otros gastos e ingresos no relacionados con el tipo de interés y que pueden depender de variables tales como el volumen de negocio, la evolución de la plantilla, la inflación, etc. En los modelos más sofisticados se introduce también la consideración de los impuestos.

66 2.3. Métodos de simulación El equilibrio del balance.
Los supuestos anteriores, sobre la evolución de las operaciones o de los gastos e ingresos, pueden provocar desequilibrios en el balance. Esta situación exige asumir la determinación de qué partidas deben modificarse para recuperar el equilibrio. La mayoría de estos supuestos tienen complicadas interrelaciones entre sí que pueden dificultar extraordinariamente tanto la construcción del modelo como la interpretación y validez de los resultados.

67 Valoración de los métodos de simulación
Resulta muy difícil valorar la eficacia de estos modelos, planteados de forma general, para lograr el objetivo previsto. La eficacia de estos modelos depende básicamente de la robustez de las hipótesis que los sustentan y sólo pueden ser valorados poniendo en relación un modelo concreto con una entidad determinada. Parece claro que cierto grado de simulación se hace necesaria para paliar la visión totalmente estática de los métodos descritos anteriormente, pero tal vez debería procurarse que el número de supuestos introducidos fuera el menor posible, aunque ello supusiera atender unos objetivos menos ambiciosos, ya que esto simplificaría el proceso y facilitaría la identificación de la influencia de las hipótesis sobre los resultados. En cualquier caso, conviene tener en cuenta que su utilización exige a los usuarios un gran conocimiento del negocio, del entorno económico y del mercado, así como una profunda comprensión de los distintos matices del riesgo de interés.

68 Valoración de los métodos de simulación
En este sentido es interesante recoger la opinión manifestada oficiosamente por el Banco de España: “Contra lo que pudiera pensarse en una primera aproximación, la simplicidad es una virtud y no un defecto…..En muchos casos, se justifica el uso de modelos muy complejos por la mayor exactitud que proporcionan, pero en pocas ocasiones se pone en relación la complejidad adicional que conlleva con la utilidad marginal que proporciona. Además, es frecuente observar que esa mayor exactitud es solamente relativa, ya que depende en gran medida del cumplimiento de numerosas hipótesis, muchas de las cuales no son contrastables, cuyo posible incumplimiento abre la incertidumbre sobre la validez de los resultados (DE LA CRUZ, 1996).

69 3. La gestión del riesgo de interés.

70 3. La gestión del riesgo de interés.
Una vez elegido e implantado el método más adecuado para la valoración de la posición de la entidad frente al riesgo de interés se está en condiciones de abordar la tercera y última fase del problema: la gestión de la posición. En este momento, para el diseño de las estrategias, lo primero que habrá que tener en cuenta es la política de la entidad frente al riesgo que puede ser muy distinta de una entidad a otra en función de una serie de consideraciones que van desde su forma de entender el negocio bancario, hasta su nivel de solvencia y que, en definitiva, lo que representa es su grado de aversión al riesgo. A una entidad que tenga una posición abierta -es decir, una situación que no resulta insensible ante las variaciones de los tipos de interés- se le ofrecen dos posibilidades distintas: mantener la posición para aprovechar una evolución favorable de los tipos de interés; o cerrar la posición para protegerse frente a la evolución desfavorable de los mismos.

71 3. La gestión del riesgo de interés.
A.- Mantener la posición. Mantener la posición es especular. Adoptar una posición especulativa es intentar aprovechar las consecuencias que, para la entidad, tendría una evolución favorable de los tipos de interés. Ahora bien, la evolución esperada de los tipos responde a las expectativas del especulador-esto es, no es cierta- por lo que toda gestión especulativa supone implícitamente que el operador es capaz de prever la evolución futura de los tipos (aunque solo sea de forma intuitiva). Y, además, y esto es muy importante, se debe estar en condiciones de asumir las perdidas derivadas de que no se verifiquen las expectativas mantenidas sobre la evolución de tipos de interés.

72 3. La gestión del riesgo de interés.
B - Cerrar la posición. Cerrar la posición es cubrirse. Es decir la entidad desea protegerse de las consecuencias desfavorables de la variación de tipos de interés y está dispuesta a renunciar a las potenciales ganancias derivadas de una evolución favorable. Adoptar esta actitud dependerá de la importancia de la posición mantenida, de las expectativas sobre la evolución de tipos y, como no, del grado de aversión al riesgo de la entidad. La mayor parte de las entidades de crédito optan por una posición intermedia que suele denominarse como de “especulación parcial” o de “cobertura selectiva”. Una vez decidida la estrategia a seguir habrá que determinar las medidas concretas que deberán adoptarse para conseguir el objetivo propuesto. En este momento pueden plantearse dos tipos de medidas: estructurales y técnicas.

73 3.1. Medidas estructurales
La estructura del balance es el elemento determinante de la posición de la entidad frente al riesgo de interés. Es por ello que las primeras medidas de gestión de la posición se refieran a las denominadas medidas estructurales cuyo objetivo es conseguir una estructura de balance más adecuada para los objetivos de riesgo y rentabilidad planteados. Dentro de este epígrafe se pueden describir distintas estrategias:

74 3.1. Medidas estructurales
Estrategias basadas en la cartera de inversión. Una estrategia básica para alterar la posición frente al riesgo de interés es la de vender títulos de la cartera y sustituirlos por otros con diferentes características. Estrategias basadas en políticas de precios y desarrollo de nuevos productos. Aunque muy utilizadas para modificar las estructuras del balance y, en definitiva, alterar la posición de la entidad frente al riesgo de interés, son generalmente bastante lentas. Por ello, en muchas ocasiones las entidades han utilizado diversos mecanismos para acelerar sus efectos no siempre con buenos resultados.(Cajas de ahorro de Nueva Inglaterra años 80)

75 3.1. Medidas estructurales
Emisión de empréstitos. Aunque su peso relativo en la financiación de las entidades de crédito es, por el momento, bastante reducido, la emisión de empréstitos de obligaciones representa una operación que ha experimentado un considerable incremento en los últimos años y que supone un interesante instrumento para la gestión de los riesgos de interés y de liquidez de las entidades. Estrategias basadas en compras y ventas de préstamos. En estos momentos la posibilidad de vender y, sobre todo, titulizar la cartera de préstamos es una herramienta de considerable importancia en la gestión de activos y pasivos. Estas operaciones pueden mejorar sensiblemente la posición de liquidez de la entidad y permiten atender las demandas de sus clientes sin verse obligadas a mantener en sus carteras operaciones que no consideren adecuadas a sus objetivos de riesgo.

76 3.1. Medidas estructurales
A la hora de plantearse la utilización de cualquiera de las estrategias comentadas deberá tenerse en cuenta que por lo general son bastante lentas y no fácilmente reversibles por lo que deben ser utilizadas con extraordinaria prudencia y siempre dentro de un contexto de gestión integral del riesgo. Como mínimo al plantearse su utilización deberán contestarse las siguientes cuestiones: ¿Cómo afecta la medida propuesta a la posición de la entidad frente al riesgo de interés teniendo en cuenta sus distintos aspectos? ¿Cuál es su efecto sobre el margen financiero en distintos escenarios de evolución de tipos? Su utilización ¿genera perdidas o beneficio? ¿Cómo afecta a la posición de liquidez de la entidad? Su utilización, ¿incrementa el volumen del balance? ¿Cuál es el importe mínimo que puede ser gestionado? ¿Con qué rapidez puede ser utilizada? ¿Qué plazo necesita para producir el efecto deseado? ¿Qué costes, de transacción o de otra clase, implica?

77 3.1. Medidas estructurales
La utilización de las medidas estructurales tiene indudables limitaciones que no permitirán eliminar totalmente el riesgo de interés de la entidad. Tanto limitaciones de tipo interno, como de tipo externo o, incluso, razones de supervivencia ya que la existencia de las entidades bancarias está justificada básicamente por su capacidad de asumir riesgos. Así, estas medidas se complementan, generalmente, con la utilización de instrumentos específicos de gestión del riesgo de interés dentro de lo que generalmente se denomina la gestión técnica del riesgo de interés.

78 3.2 Medidas técnicas A la hora de plantearse la utilización de instrumentos derivados para la gestión del riesgo de interés será necesario plantear una serie de cuestiones: ¿Cuál es el objetivo estratégico? ¿Cuál es el instrumento más adecuado? ¿Cuál es la posición que debe adoptarse en el instrumento elegido? ¿Cuál es la efectividad de las estrategias adoptadas? Si el objetivo es cubrirse, hay que recordar que el principio de la cobertura con instrumentos derivados consiste en adoptar en el instrumento de cobertura la posición contraria a la que se desea cubrir. De esta forma, ante cualquier evolución de los tipos de interés los resultados obtenidos en las posiciones contrarias se compensarían y se anularía el riesgo.

79 3.2 Medidas técnicas Ahora bien este razonamiento exige, para que la cobertura sea eficaz, que las características, en términos de sensibilidad frente al riesgo de interés, sean similares en la posición cubierta y el instrumento de cobertura. Aunque en la práctica resulta difícil conseguir coberturas perfectas (inexistencia de instrumentos con idéntica sensibilidad, problemas de estandarización al negociarse en mercados organizados, etc.) la elección del instrumento más adecuado es el paso previo en este tipo de estrategias. Otro aspecto importante a tener en cuenta es el coste de la cobertura, no solo los costes iniciales -primas, márgenes, etc.- sino el coste de gestión ligado con el seguimiento de la posición cubierta.

80 3.2 Medidas técnicas Si el objetivo es la especulación, el aspecto básico a tener en cuenta para la elección del instrumento más adecuado es el de las expectativas del operador sobre la evolución de los tipos de interés. Una vez determinados los objetivos y seleccionado el instrumento, el paso siguiente consiste en decidir la posición a adoptar en el mismo, tanto por lo que se refiere al sentido de la posición -comprador, vendedor, pagador fijo, pagador variable, etc.-, como al tamaño de la posición- número de contratos, principal teórico, etc.-. Finalmente la idoneidad de la estrategia elegida deberá ser analizada en varios escenarios de evolución de tipos y además, dado que toda política de control de riesgos incorpora cierto numero de hipótesis conviene analizar la influencia de estas en los potenciales resultados.


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