El futuro de los RRHH en el sector financiero: Estrategias ganadoras y Retos en la gestión de la crisis GREF - 23 noviembre 2009 Josep Manel Ventosa Director.

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1 El futuro de los RRHH en el sector financiero: Estrategias ganadoras y Retos en la gestión de la crisis GREF - 23 noviembre 2009 Josep Manel Ventosa Director de Desarrollo y Políticas Corporativas RRHH

2 El futuro de los RRHH en el sector financiero: Estrategias ganadoras y Retos en la gestión de la crisis. La economía española vivió inmersa hasta 2007 en una prolongada fase de expansión, con un crecimiento clara y sostenidamente superior al del conjunto de la zona euro. La etapa expansiva permitió a España ganar peso dentro de la economía mundial y avanzar posiciones en el proceso de convergencia real con los países de la zona euro. En esta etapa, el mercado laboral evolucionó de forma muy favorable, con la tasa de paro llegando a situarse por debajo del 8% de la población activa, y las cuentas públicas no sólo consiguieron alcanzar el equilibrio, sino que registraron un saldo positivo entre 2005 y 2007. La economía española encontró apoyo en unas condiciones financieras y monetarias muy holgadas, respaldadas por la incorporación de España a la UME y por la política monetaria llevada a cabo por el BCE. Otros factores como las ayudas procedentes de los fondos estructurales de la UE, los flujos migratorios o los avances en las reformas de los mercados de trabajo y productos también contribuyeron al dinamismo económico. El patrón de crecimiento de la economía española tuvo un carácter desequilibrado, en la medida en que se basó fuertemente en la demanda interna. En este sentido, el consumo privado y la inversión, tanto en construcción como en bienes de equipo, mostraron una evolución muy positiva. El sector exterior, sin embargo, contribuyó de forma negativa al crecimiento económico debido, en buena medida, al importante dinamismo de las importaciones. Desde el punto de vista de la oferta, la rama de actividad más dinámica fue la construcción, seguida por los servicios y la industria. En cualquier caso, todas estas ramas de actividad mostraron un ritmo de crecimiento superior al del conjunto de los países europeos. Las favorables condiciones de financiación contribuyeron a que la dinámica de gasto de familias y empresas se produjese en paralelo con un significativo aumento de sus niveles de endeudamiento, pasando, en ambos casos, a situarse por encima de la media de la zona euro. Una parte importante de este endeudamiento se dirigió hacia el sector de la construcción, en general, y el de la vivienda, en particular. En este sentido, a partir de finales de los años noventa, la economía española pasó a convivir con un ciclo inmobiliario alcista. Además de las holgadas condiciones financieras, la estabilidad macroeconómica y la importante dinámica de la población representaron un impulso sustancial para la demanda de inmuebles y se tradujeron en un creciente peso del sector en el conjunto de la economía. El comportamiento de las exportaciones netas se reflejó en un creciente y abultado déficit de la balanza por cuenta corriente. Además del vigor de la demanda doméstica, la elevada factura energética y los problemas de competitividad de la economía española, relacionados con unas reducidas ganancias de productividad y unos persistentes diferenciales de inflación de España con sus principales socios comerciales, también contribuyeron al desequilibrio exterior.

3 Análisis Diagnóstico Tratamiento Seguimiento
La magia de la medicina Análisis Diagnóstico Tratamiento La economía española vivió inmersa hasta 2007 en una prolongada fase de expansión, con un crecimiento clara y sostenidamente superior al del conjunto de la zona euro. La etapa expansiva permitió a España ganar peso dentro de la economía mundial y avanzar posiciones en el proceso de convergencia real con los países de la zona euro. En esta etapa, el mercado laboral evolucionó de forma muy favorable, con la tasa de paro llegando a situarse por debajo del 8% de la población activa, y las cuentas públicas no sólo consiguieron alcanzar el equilibrio, sino que registraron un saldo positivo entre 2005 y 2007. La economía española encontró apoyo en unas condiciones financieras y monetarias muy holgadas, respaldadas por la incorporación de España a la UME y por la política monetaria llevada a cabo por el BCE. Otros factores como las ayudas procedentes de los fondos estructurales de la UE, los flujos migratorios o los avances en las reformas de los mercados de trabajo y productos también contribuyeron al dinamismo económico. El patrón de crecimiento de la economía española tuvo un carácter desequilibrado, en la medida en que se basó fuertemente en la demanda interna. En este sentido, el consumo privado y la inversión, tanto en construcción como en bienes de equipo, mostraron una evolución muy positiva. El sector exterior, sin embargo, contribuyó de forma negativa al crecimiento económico debido, en buena medida, al importante dinamismo de las importaciones. Desde el punto de vista de la oferta, la rama de actividad más dinámica fue la construcción, seguida por los servicios y la industria. En cualquier caso, todas estas ramas de actividad mostraron un ritmo de crecimiento superior al del conjunto de los países europeos. Las favorables condiciones de financiación contribuyeron a que la dinámica de gasto de familias y empresas se produjese en paralelo con un significativo aumento de sus niveles de endeudamiento, pasando, en ambos casos, a situarse por encima de la media de la zona euro. Una parte importante de este endeudamiento se dirigió hacia el sector de la construcción, en general, y el de la vivienda, en particular. En este sentido, a partir de finales de los años noventa, la economía española pasó a convivir con un ciclo inmobiliario alcista. Además de las holgadas condiciones financieras, la estabilidad macroeconómica y la importante dinámica de la población representaron un impulso sustancial para la demanda de inmuebles y se tradujeron en un creciente peso del sector en el conjunto de la economía. El comportamiento de las exportaciones netas se reflejó en un creciente y abultado déficit de la balanza por cuenta corriente. Además del vigor de la demanda doméstica, la elevada factura energética y los problemas de competitividad de la economía española, relacionados con unas reducidas ganancias de productividad y unos persistentes diferenciales de inflación de España con sus principales socios comerciales, también contribuyeron al desequilibrio exterior. Seguimiento

4 Aunque a veces se abusa de soluciones fáciles…
La economía española vivió inmersa hasta 2007 en una prolongada fase de expansión, con un crecimiento clara y sostenidamente superior al del conjunto de la zona euro. La etapa expansiva permitió a España ganar peso dentro de la economía mundial y avanzar posiciones en el proceso de convergencia real con los países de la zona euro. En esta etapa, el mercado laboral evolucionó de forma muy favorable, con la tasa de paro llegando a situarse por debajo del 8% de la población activa, y las cuentas públicas no sólo consiguieron alcanzar el equilibrio, sino que registraron un saldo positivo entre 2005 y 2007. La economía española encontró apoyo en unas condiciones financieras y monetarias muy holgadas, respaldadas por la incorporación de España a la UME y por la política monetaria llevada a cabo por el BCE. Otros factores como las ayudas procedentes de los fondos estructurales de la UE, los flujos migratorios o los avances en las reformas de los mercados de trabajo y productos también contribuyeron al dinamismo económico. El patrón de crecimiento de la economía española tuvo un carácter desequilibrado, en la medida en que se basó fuertemente en la demanda interna. En este sentido, el consumo privado y la inversión, tanto en construcción como en bienes de equipo, mostraron una evolución muy positiva. El sector exterior, sin embargo, contribuyó de forma negativa al crecimiento económico debido, en buena medida, al importante dinamismo de las importaciones. Desde el punto de vista de la oferta, la rama de actividad más dinámica fue la construcción, seguida por los servicios y la industria. En cualquier caso, todas estas ramas de actividad mostraron un ritmo de crecimiento superior al del conjunto de los países europeos. Las favorables condiciones de financiación contribuyeron a que la dinámica de gasto de familias y empresas se produjese en paralelo con un significativo aumento de sus niveles de endeudamiento, pasando, en ambos casos, a situarse por encima de la media de la zona euro. Una parte importante de este endeudamiento se dirigió hacia el sector de la construcción, en general, y el de la vivienda, en particular. En este sentido, a partir de finales de los años noventa, la economía española pasó a convivir con un ciclo inmobiliario alcista. Además de las holgadas condiciones financieras, la estabilidad macroeconómica y la importante dinámica de la población representaron un impulso sustancial para la demanda de inmuebles y se tradujeron en un creciente peso del sector en el conjunto de la economía. El comportamiento de las exportaciones netas se reflejó en un creciente y abultado déficit de la balanza por cuenta corriente. Además del vigor de la demanda doméstica, la elevada factura energética y los problemas de competitividad de la economía española, relacionados con unas reducidas ganancias de productividad y unos persistentes diferenciales de inflación de España con sus principales socios comerciales, también contribuyeron al desequilibrio exterior.

5 Hábitos arraigados Malas Costumbres Falsas creencias Débil motivación
Cuyo éxito no siempre es garantizable … Hábitos arraigados Malas Costumbres Falsas creencias Débil motivación Rigidez Falta de iniciativa La economía española vivió inmersa hasta 2007 en una prolongada fase de expansión, con un crecimiento clara y sostenidamente superior al del conjunto de la zona euro. La etapa expansiva permitió a España ganar peso dentro de la economía mundial y avanzar posiciones en el proceso de convergencia real con los países de la zona euro. En esta etapa, el mercado laboral evolucionó de forma muy favorable, con la tasa de paro llegando a situarse por debajo del 8% de la población activa, y las cuentas públicas no sólo consiguieron alcanzar el equilibrio, sino que registraron un saldo positivo entre 2005 y 2007. La economía española encontró apoyo en unas condiciones financieras y monetarias muy holgadas, respaldadas por la incorporación de España a la UME y por la política monetaria llevada a cabo por el BCE. Otros factores como las ayudas procedentes de los fondos estructurales de la UE, los flujos migratorios o los avances en las reformas de los mercados de trabajo y productos también contribuyeron al dinamismo económico. El patrón de crecimiento de la economía española tuvo un carácter desequilibrado, en la medida en que se basó fuertemente en la demanda interna. En este sentido, el consumo privado y la inversión, tanto en construcción como en bienes de equipo, mostraron una evolución muy positiva. El sector exterior, sin embargo, contribuyó de forma negativa al crecimiento económico debido, en buena medida, al importante dinamismo de las importaciones. Desde el punto de vista de la oferta, la rama de actividad más dinámica fue la construcción, seguida por los servicios y la industria. En cualquier caso, todas estas ramas de actividad mostraron un ritmo de crecimiento superior al del conjunto de los países europeos. Las favorables condiciones de financiación contribuyeron a que la dinámica de gasto de familias y empresas se produjese en paralelo con un significativo aumento de sus niveles de endeudamiento, pasando, en ambos casos, a situarse por encima de la media de la zona euro. Una parte importante de este endeudamiento se dirigió hacia el sector de la construcción, en general, y el de la vivienda, en particular. En este sentido, a partir de finales de los años noventa, la economía española pasó a convivir con un ciclo inmobiliario alcista. Además de las holgadas condiciones financieras, la estabilidad macroeconómica y la importante dinámica de la población representaron un impulso sustancial para la demanda de inmuebles y se tradujeron en un creciente peso del sector en el conjunto de la economía. El comportamiento de las exportaciones netas se reflejó en un creciente y abultado déficit de la balanza por cuenta corriente. Además del vigor de la demanda doméstica, la elevada factura energética y los problemas de competitividad de la economía española, relacionados con unas reducidas ganancias de productividad y unos persistentes diferenciales de inflación de España con sus principales socios comerciales, también contribuyeron al desequilibrio exterior.

6 2001 – 2006: Días de vino y rosas

7 2007 – 2008: “Al prensar se verá el mosto”

8 Estilo de dirección y cultura
Recursos Humanos Soluciones complejas para problemas complejos ESTRATEGIA Personal y su trabajo OBJETIVOS Estructura Estilo de dirección y cultura Sistemas de gestión FORMULACIÓN RESULTADOS IMPLEMENTACIÓN

9 ENTORNO COMPETITIVO Y COMPLEJO OBJETIVOS TRADICIONALES
Modelo de gestión Lo clásico es necesario … pero ya no es suficiente Dos caras, una misma moneda … ENTORNO COMPETITIVO Y COMPLEJO COSTES CAPACITACIÓN OBJETIVOS TRADICIONALES OBJETIVOS NUEVOS PRODUCTIVIDAD FIDELIZACIÓN

10 + - ADAPTABILIDAD El Desarrollo profesional como factor de cambio
GLOBAL ADAPTABILIDAD MODELO DE DESARROLLO VERTICAL - REACTIVO PROACTIVO IMPLICACIÓN DEL EMPLEADO

11 Estructura Ligera y optimizada
Las organizaciones deberán seguir buscando una mayor productividad: aquellas más descuidadas sufrirán más las consecuencias de ello. La estructura Organizativa deberá optimizarse asegurando la aportación de valor. La estructura de costes de RRHH también será decisiva. Las entidades con estructuras más consolidadas o basadas en Convenio en un alto porcentaje sufrirán más. La búsqueda de nuevas actividades o nuevos enfoques de negocio hará necesario “balancear” la asignación de recursos.

12 COMUNICACIÓN Y MARKETING
Sistema de gestión de RRHH El todo es más que la suma de las partes Cultura y Valores SELECCIÓN SISTEMAS INFORMACIÓN Satisfacción del empleado FORMACIÓN DIRECTIVOS COMUNICACIÓN Y MARKETING GESTIÓN DEL TALENTO COMPENSACIÓN

13 Valor para el Accionista … Sí pero, ¿Sólo?
Satisfacción del empleado Satisfacción del Cliente Valor para el Accionista

14 compromiso Una palabra que aglutina nuestra acción
“El incremento de las competencias y el compromiso de los empleados produce beneficios superiores (en más del 30%) y una mayor posibilidad de supervivencia de las compañías”(1) “Las principales compañías del ranking “Fortune” presentan altos índices de unidad, lo que las hace mas resistentes y longevas” (2) (1) PFEFFERr, J.: The Human Equation. Harvard Business School Pres, Boston, Ma. 1998 (2) DE GEUS, A.: “The Living Company”, Harvard Business Review, marzo/abril 1997

15 Comprometer genera resultados
Los empleados tratan (o no tratan) de conseguir algo como resultado de un compromiso emocional, no racional. Cambios en el esfuerzo discrecional Propio Trabajo Organización Equipo Jefe 60% 30% 55,9% 43,2% 38,9% 34,0% 18,4% 13,8% 7,6% 45% 15% Compromiso emocional Compromiso racional Corporate Leadership Council Encuesta de compromiso empleados. El porcentaje muestra la diferencia de esfuerzo entre un trabajador altamente comprometido y otro nada comprometido con cada uno de los factores.

16 “rodearse de empleados A” “rodearse de empleados apasionados”
Selección ¿Qué buscan las empresas? En España, los directivos (y no tanto las empresas) siguen buscando un perfil tradicional de empleado … PERFIL TRADICIONAL PERFIL COMPETENCIAL Formación académica Experiencia profesional Idiomas Alta dedicación Plena disposición Traje y corbata Afán de superación Resistencia a la frustración Persistencia Gestión de la ambigüedad Estructura de valores Adaptación al cambio ENCAJE TÉCNICO ENCAJE SOCIAL “rodearse de empleados A” “rodearse de empleados apasionados”

17 + + RESULTADOS (V) Compensación Sólo una formula no falla
“El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento” Victor Pauchet RESULTADOS (V) + +

18 Gestión del Talento “Trata a un hombre por lo que es y seguirá siendo lo que es. Trata a un hombre tal como puede llegar a ser y se convertirá en aquello que puede llegar a ser.” Johann Wolfgang von Goethe SEGMENTACIÓN ALTO POTENCIAL DESEMPEÑO CORRECTO BAJO RENDIMIENTO Desarrollo / Formación Programas enfocados Gestión estándard Seguimiento especial Compensación Esfuerzo retributivo Moderación salarial Contención salarial

19 Formación Primero lo necesario, lo accesorio … después
“La mejor manera de enseñar es sencillamente siendo" Rita Pikta (Miembro del Consejo Internacional de las trece abuelas indígenas) FORMACIÓN DE CONSOLIDACIÓN Potenciar las palancas estratégicas de la empresa. Clarificar la formación necesaria en cada momento. Fijar responsabilidades y método de seguimiento. Trabajar proactivamente con las unidades la cobertura de sus necesidades. Asegurar el entrenamiento continuo FORMACIÓN DE DESARROLLO FORMACIÓN BÁSICA OBLIGATORIA FORMACIÓN DE ACCESO A FUNCIÓN

20 Calidad directiva ¿Que tipo de jefes tiene Usted?
"No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo." Ralph Waldo Emerson DIRECTIVO TRADICIONAL LÍDER COACH ADMINISTRAR SUPERVISAR CONTROLAR ORDENAR SUBORDINADOS MIEDO DESARROLLAR ACONSEJAR APOYAR FACILITAR COLABORADORES CONFIANZA Más allá de los sistemas, objetivos y estrategias, el estilo de liderazgo se convierte en el auténtico driver de consecución de resultados y cultura

21 Crisis y Gestión de RRHH Últimos comentarios
Ante la crisis, soluciones a corto pensando a largo. Trabaje la robustez de su modelo de gestión: ¿Conozco la estrategia de la compañía? ¿Selecciono a la gente que encaja en mi cultura y necesidades? ¿Aseguro el aprendizaje del “oficio” más allá de conocimientos técnicos (entreno)? ¿Compenso adecuadamente (no solo en dinero)? Y… ¿de forma flexible?. ¿El liderazgo de mis directivos es el que necesito? ¿Mi gente se desvive por el cliente? ¿Mis soluciones han aportado valor? ¿Tendemos a generar compromiso o a destruirlo?

22 Gracias a todos

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