Escuela Normal Federal de Educadoras “Maestra Estefanía Castañeda” Curso: El Niño Como Sujeto Social Maestra: Mayra Miriam Heredia Grado y grupo: 3° B” Equipo: Blanca Castillo Rosario Medrano Karen Pérez Maria de la Luz Rojas Heidi Torres

LAS EMOCIONES EN LA EDUCACIÓN Las Emociones Están En El Corazón De La Enseñanza. (ANDY HARGREAVES, 1998). Las emociones en la educación juegan un papel importante desde una perspectiva globalizadora, atendiendo al alumno a lo largo de las distintas etapas educativas –educación infantil, primaria y secundaria– en los diferentes contextos donde se desarrolla su actividad diaria – familia, escuela y entorno–y destacando la importancia que supone trabajar el bienestar emocional de los alumnos a través de un enfoque transversal en los centros educativos.

«Todo concepto emocional/afectivo carece de fronteras definidas, que el ser humano es una unidad psicosomática, en que todo está interconectado, en su base bioquímica, fisiológica, cerebral y, lo que es más importante aún, mental, verbal y afectiva» La dimensión emocional, afectiva y social deben estar presentes en la enseñanza porque el bienestar emocional debe ser contemplado como uno de los objetivos esenciales que la escuela debe perseguir con la finalidad de promover el desarrollo integral de los alumnos.

Los niños y adolescentes para sentirse bien, para alcanzar el bienestar. 1.Las necesidades de carácter físico- biológico, entre ellas, el sueño, la higiene y la alimentación. 2.Las necesidades mentales y culturales, entendiendo por ellas la estimulación sensorial, la adquisición de saberes escolares y profesionales o el conocimiento de la realidad física y social. 3.De seguridad emocional, de protección y la importancia del establecimiento de un vínculo seguro de apego. 4.Necesidades de participación, destacando la importancia que supone el aprendizaje de la toma de decisiones sobre la vida y la participación activa y crítica en la vida social defendiendo los derechos y cumpliendo las obligaciones.

Aspectos facilitadores para la contribución del desarrollo emocional y bienestar de los alumnos a lo largo de toda la escolarización. La entrada en la escuela infantil supone para el niño un importante cambio, ya que implica la salida de un mundo, el familiar, donde tiene un papel definido, se siente aceptado, protegido y querido, y en el que se relacionan en un espacio seguro, conocido, previsible y de acuerdo a unos códigos que maneja perfectamente. Favorecer que los alumnos en un primer momento generen el sentimiento de seguridad en el nuevo entorno al que se incorporan, siendo básico proponerles experiencias de integración y participación en las distintas actividades.

Cabe destacar las repercusiones positivas que conlleva el cuidar el buen clima del aula, el respeto y aceptación de todas y cada una de las opiniones de los alumnos, además del mantenimiento de una posición igualitaria entre los sexos. La evaluación adquiere una finalidad social en la medida que permite adoptar decisiones sobre la calificación, promoción y titulación del alumnado, Por su parte, la evaluación contribuirá a una finalidad pedagógica si cumple una función reguladora del propio proceso de enseñanza-aprendizaje.

Es el papel que juega el docente en el proceso de enseñanza y aprendizaje, especialmente relevante es conocer qué tipo de liderazgo promueve: autoritario, democrático, liberal o laissez-faire. La conceptualización de los conflictos y la forma de resolverlos. Luego debemos enseñar a resolver los conflictos sociales con los que los alumnos se encuentran. La acción educadora no es simplemente una actividad técnica, que puede repetirse una y otra vez sin apenas reflexión, ni una acción desprovista de comunicación y contacto social.

Referencias  López F. (2009) Las emociones en la educación. Madrid: Ediciones Morata, 127 págs. ISBN: