PERFIL GENERAL Nacido en Providence, Rhode Island, Estados Unidos, hijo de emigrantes canadienses. Estudió historia en Barrington ( )y se doctoró en la Carnegie Mellon University de Pittsburgh (1977). Se inició como docente en la Universidad de Boston ( ), de la que pasó a la Universidad de Miami en Oxford, Ohio ( ). Director del Center for Education and Cultural Studies de la Universidad de Miami. Catedrático en la Pennsylvania State University (1992). Director del Waterbury Forum sobre Educacion y Estudios Culturales de la Pennsylvania State University. Su trabajo académico más significativo ha consistido en integrar los estudios culturales dentro del estudio de la Educación y la Pedagogía, así como por su crítica radical al sistema educativo y cultural muy determinado por el mercado de las industrias culturales norteamericanas.

Poder, dominación, culturas Como señala Giroux (1990), Freire ofrece una de las concepciones más dialécticas acerca del poder en la teoría social contemporánea. El poder es una fuerza negativa y por ejemplo, el asenso del “ ciudadano consumidor” que se postula en algunos planteos del campo de la comunicación pretende, como hemos visto, igualar socialmente a poseedores y desposeídos. “ Al alcanzar este conocimiento de la realidad, a través de la acción y reflexión en común, se descubren siendo sus verdaderos creadores y re-creadores. De este modo la presencia de los oprimidos en la búsqueda de su liberación, más que seudoparticipación, es lo que debe realmente ser: compromiso” (Freire, P. 1997: 67) “ Sólo en la medida que (los oprimidos) descubran que “ alojan” al opresor podrán contribuir a la construcción de su pedagogía liberadora. (... ) casi siempre en un primer momento de ese descubrimiento, los oprimidos, en vez de buscar la liberación en la lucha y a través de ella, tienden a se opresores también o subopresores.” (Freire, P. 1997: 35) positiva y siempre es algo más que simplemente represor. (Giroux, H. 1990) De allí que ara él la dominación no resulte siempre absoluta. El poder se encuentra en la base de todas las formas de comportamiento en que las personas resisten, luchan o pelean por un mundo mejor. Como forma de dominación, el poder no es algo que simplemente se impone desde el Estado y/o de sus agentes. Es también el modo en que, junto con la tecnología y la ideología, se une para producir formas específicas de conocimiento, relaciones sociales, subjetividades, que operan para silenciar activamente a las personas. Pero además de las formas que a diario pesan sobre los oprimidos, Freire señala las formas en que la dominación se experimenta subjetivamente a través de su internalización“...es un importante intento de examinar los aspectos psíquicamente represores de la dominación y, como consecuencia, los posibles obstáculos internos para el autoconocimiento y para formas de emancipación social e individual” (Giroux, H. 1990: 21) También destaca que en los ámbitos sociales existen quiebres, tensiones y contradicciones que permiten a los oprimidos experimentar una dinámica activa de la resistencia y afirmar las propias posibilidades. Pero dado que nadie se libera sólo sino que lo hace en comunión con los demás, resistencia y afirmación no pueden quedar acotados en la individualidad del oprimido sino que deben materializarse en la lucha colectiva por “liberarse de los grilletes de la dominación de los opresores.” (Giroux, H. 1990) Reconoce en los oprimidos una cultura progresista y revolucionaria que emerge contradictoria del lugar que ellos ocupan en el dispositivo de dominación. Entonces la cultura ya no es única ni homogénea y se compone de las experiencias vividas, de los artefactos materiales y de las prácticas sociales enmarcadas en relaciones desiguales y dialécticas que los diferentes grupos establecen en una sociedad determinada y en un momento histórico particular. (Giroux, H. 1990) Existen culturas dominantes y culturas sometidas que expresan diferentes intereses y operan desde sectores de poder desiguales y diferentes.

Por ejemplo, el asenso del “ ciudadano consumidor” que se postula en algunos planteos del campo de la comunicación pretende, como hemos visto, igualar socialmente a poseedores y desposeídos. De allí que para él la dominación no resulte siempre absoluta. El poder se encuentra en la base de todas las formas de comportamiento en que las personas resisten, luchan o pelean por un mundo mejor. “...es un importante intento de examinar los aspectos psíquicamente represores de la dominación y, como consecuencia, los posibles obstáculos internos para el autoconocimiento y para formas de emancipación social e individual” (Giroux, H. 1990: 21) Aportación de Giroux Henry

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