Cine industrial y clásico argentino
1. ¿Cine industrial? Entendemos por modelo industrial a un modo regulado de producir, realizar, distribuir y consumir productos de alcance masivo. Dicha instancia – la industrialización- fue posible en Argentina por variados factores entre los que podemos destacar: -El “crash” de Wall Street en 1929 y el proceso de sustitución de importaciones en Argentina -la creación de polos industriales en Buenos Aires -la migración (interna y externa) de gran cantidad de mano de obra, que conformará una nueva clase en la sociedad argentina: El proletariado industrial, que a la vez también será un publico para un cine que se torna masivo. El cine de este periodo se caracteriza por ser un vehículo ideológico a la hora de “argentinizar” a las masas inmigrantes y así homogeneizar costumbres e imaginarios. Habrá, una estrecha relación entre Cine y Tango. A través de dicha dialéctica se logrará crear una identidad nacional, a través de la ilusión de un “pasado común” depositado en la imagen fílmica a través de un imaginario “porteño” y “tanguero” que logrará además exportarse sin problemas al resto del continente, desplazando de este modo, al cine de Hollywood en su papel hegemónico dentro de Latinoamérica
2. ¿Cine clásico o MRI? Como “cine clásico” se entiende a un modelo determinado de representación que se vuelve principal, por tanto es institucionalizado. Por lo anterior resulta mas certero referirse a un “Modo de Representación Institucional” antes que a “cine clásico”, ya que la conceptualización de Noel Bürch evidencia este carácter –si se quiere político- en el cual un modelo se torna central en desmedros de otros (por ejemplo el que proponían las vanguardias). La idea de un cine llamado “clásico”, naturaliza y universaliza y al mismo tiempo oculta este carácter hegemónico del modelo e intenta olvidar que su estilo de representación es solo un modelo mas dentro de otros muchos. El MRI posee muchas características, siendo las principales el ocultamiento de la instancia de enunciación, lo que en su orbita formal también podemos denominar como “transparencia”.
Cine- industria (1933-1956) La aparición del llamado cine industrial va de la mano con la aparición del sonido óptico (sistema movietone) en la película “Tango” de Moglia Barth, que remplaza a la anterior intentona sonora con sonido sincronizado (sistema vitaphone) y que en Argentina tuvo como experiencia pionera al film muñequitas porteñas (1927)
El cine industrial se sostiene sobre tres soportes fundamentales SISTEMA DE ESTUDIOS SISTEMA DE ESTRELLAS SISTEMA DE GÉNEROS En la imagen podemos ver algunos de los estudios principales que surgieron en la época y un afiche de Argentina Sono Film promocionándose en 1938 como la gran productora argentina
El sistema de estrella basa su funcionamiento en las caracteristicas repetitivas de los personajes que interpretan ciertos actores, lo cual para el sistema industrial en general permite una “economía narrativa” ya que los personajes interpretados no requieren presentación previa, esto es posible porque la estrella construye un contrato de lectura con el espectador independiente del universo ficcional en el que se inserte en cada película. En la imagen distintas estrellas del cine industrial argentino (de izq. A der. Libertad Lamarque, Tita Merello y Luis Sandrini)
Hugo del Carril, Mecha Ortiz, Niní Marshall, Pepe Arias
En esta trilogía de los estudios SIDE, dirigidas por José Agustín “el negro” Ferreyra, e interpretadas por la cantante de tango y actriz Libertad Lamarque, vemos un claro ejemplo de una producción industrial sustentada en el melodrama como genero fundamental, en la figura de la estrella y en la productora.
En la imagen vemos las fotografías de tres importantes directores del periodo, ( de izq. a der.) Luis Moglia Barth, José Agustín Ferreyra y Mario Soffici