Los milagros registrados en la Biblia Señales milagrosas Los milagros registrados en la Biblia

¿De qué trata este estudio? Este estudio no trata de: Si Dios puede, o no, hacer milagros ahora. Si Dios tiene, o no, el mismo poder ahora. Si Dios obra, o no, ahora. Este estudio trata de la voluntad de Dios para nosotros: Dios quiere que nos enfoquemos en su palabra y no en señales milagrosas (2 Tim. 3:16,17; Rom. 1:16,17). Dios quiere que oigamos a su Hijo (Mat. 17:5; Hech. 3:23; Heb. 1:1,2).

Los milagros de la Biblia Hay quienes se burlan de los milagros bíblicos: ¿De veras cree Ud. que Jesús resucitó al tercer día? ¿Israel cruzó el mar Rojo como por tierra seca? ¿Harina y aceite no disminuyeron como dijo Elías? ¿Eliseo hizo flotar un hacha? “Las personas de ese tiempo eran ignorantes, por eso las historias de la Biblia son narradas así, ahora en pleno siglo 21 tenemos más conocimiento…”

Los milagros de la Biblia Los milagros registrados en la Biblia son narraciones verídicas: Porque Dios existe (Mar. 10:27). Porque la Biblia es la palabra de Dios (2 Tim. 3:16). Porque los incrédulos y enemigos de la fe no pudieron negarlos (1 Rey. 18:36-39). Porque dan a conocer el poder glorioso de Dios como Señor de la historia: “Así ha dicho Jehová”.

Los milagros de la Biblia Muchos milagros dispensados por Dios ocurrieron en público: Delante de incrédulos y enemigos de la verdad. Durante un período de tiempo específico, en lugares determinados, y en armonía con la revelación previa. Demostraron autoridad de Dios sobre el mundo, y su revelación como la verdad definitiva.

¿Qué es un milagro? “Una intervención sobrenatural en el mundo natural, de parte de Dios, y a pesar de la ley natural; de tal modo que todos pueden ver, oír y reconocer que un milagro ha ocurrido, y en lo cual Dios tiene un propósito específico” No era algo producto de la naturaleza y el esfuerzo humano. No era algo ordinario, común e insignificante. Había un propósito espiritual en ello.

Propósito de los milagros Al dispensar los milagros Dios se dio a conocer como Señor de la historia confirmando a la vez su palabra. Su meta era señalar la revelación de Dios como el estándar para la fe y la salvación, y no simplemente aliviar algún malestar físico. Dios estaba desplegando el plan de redención. La revelación era incompleta. La Biblia como la conocemos hoy no existía.

¿Milagros hoy en día? Los llamados “milagros” de hoy día: Son limitados. Son paulatinos. Son incompletos. Son dudosos. Son con fines materiales.

Dios obra en su providencia Dios está activo y obrando en los asuntos de los hombres y el enfoque de su atención es su pueblo (Ej. Mat. 6:11,13,33; 1 Ped. 5:7). Muchos no quieren entender que los milagros no fueron continuos ni cotidianos en la historia de la humanidad: Tenían características distintivas. Ocurrieron en períodos específicos. Dependían totalmente de Dios. Luego, cesaron por siglos.

Las señales milagrosas en la Biblia Ocurrieron en cuatro etapas: Durante el éxodo de Egipto y el establecimiento de Israel en la tierra prometida. Durante los ministerios de Elías y Eliseo, al hallarse el reino de Israel en su momento decisivo. Durante el ministerio de Daniel, cuanto estaba en juego la supervivencia de la nación. Durante el ministerio de Jesús y sus apóstoles. No siempre ocurrieron milagros. Pasaron siglos entre los diversos períodos de milagros.

Los milagros en la Biblia Dios nunca falló cuando por sus siervos obraba para efectuar milagros. Visibles. Instantáneos. Completos. Irrefutables. En personas conocidas. La fe no siempre era necesaria.

Principios Bíblicos El propósito de las señales milagrosas no existe hoy. El propósito de los milagros fue confirmar la palabra de Dios (cf. Mar. 16:17,18,20; Heb. 2:3,4) Dios ha revelado y confirmado su verdad de manera completa y definitiva (Heb. 1:1,2; 2:3,4; Jud. 3). La forma en que fue otorgado el poder para hacer milagros no existe hoy (cf. Hech. 8:18; 19:6; 2 Tim. 1:6). La Biblia misma dice que los poderes sobrenaturales cesarían (1 Cor. 13:8-13).

Conclusión La maravilla más grande que Dios puede hacer es cambiar nuestras vidas. ¿Ha dejado usted que Dios cambie su vida (cf. 2 Cor. 3:18; 5:17)? Díganos como podemos ayudarle a gozar de estas bendiciones (Mar. 16:16).

Plan de Salvación Rom. 10:17, Oír la palabra de Dios. Jn. 8:24, Creer en Cristo. Hech. 2:38, Arrepentimiento. Rom. 10:10, Confesar la fe en Cristo. Mar. 16:16, Bautismo para el perdón de los pecados. Col. 1:21-23, Perseverar en la fe. -- Hech. 8:22, Arrepentirse si ha caído, rogar el perdón. -- 1 Jn. 1:9, Confesar el pecado.