Ancianos, el producto de una iglesia fuerte La consecuencia de un esfuerzo organizado
Conceptos erróneos Que los ancianos siempre deben ser conversos de muchos años (cf. 1 Tim. 3:6; Hech. 14:23). Que él tiempo es factor determinante para la madurez de un cristiano (cf. Heb. 5:12). Lo ocurrido en Hechos 14:23 contradice estos conceptos populares en la hermandad.
Tiempo se requiere para madurar en Cristo Tiempo se requiere para madurar en Cristo. Pero, el tiempo en sí no hace la diferencia. Si el cristiano se esfuerza por crecer, Dios le dará madurez a pesar del tiempo. En poco tiempo puede haber grandes resultados.
La clave: una iglesia fuerte Una iglesia fuerte, madura y activa tendrá hermanos calificados, no así una iglesia débil, inmadura e inactiva. Apoyo completo, de todo corazón: Cada miembro totalmente involucrado (cf. 1 Cor. 12:13-26). Plena participación en el cuerpo: Cada cual diciendo “cuenten conmigo” (1 Cor. 12:27) Asistencia y puntualidad (Heb. 10:25). Apoyo financiero (cf. 2 Cor. 9:7; 1 Cor. 16:1,2).
Logrando ser una iglesia fuerte Una iglesia fuerte se produce con un “púlpito fuerte” (cf. Hech. 20:20,27,32; 2 Tim. 4:2). Predicador idóneo: No cualquiera debe subirse al púlpito. Predicación idónea: No cualquier tema “bíblico” será necesario en la ocasión.
Plan de Salvación Rom. 10:17, Oír la palabra de Dios. Jn. 8:24, Creer en Cristo. Hech. 2:38, Arrepentimiento. Rom. 10:10, Confesar la fe en Cristo. Mar. 16:16, Bautismo para el perdón de los pecados. Col. 1:21-23, Perseverar en la fe. Hech. 8:22, Arrepentirse si ha caído, rogar el perdón. 1 Jn. 1:9, Confesar el pecado.