La llamada de la sabiduría Proverbios 1:20-33
Introducción MUCHOS POCOS En los primeros versículos (1:8-19) recibimos la primera lección de la sabiduría, una lección especialmente dirigida a los jóvenes. Antes de continuar con mas lecciones, la sabiduría nos habla como una madre sabia (1:20-33) Quiere nuestra atención para recompensarnos. No perderá su tiempo con nosotros si la rechazamos. Ella habla en serio. Los jóvenes tienen que elegir entre la instrucción de los buenos padres y lo que ofrecen los compañeros del mundo. MUCHOS POCOS
MUCHOS POCOS "Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan" (Mat. 7:13-14). “Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán" (Luc. 13:23).
Plan para este estudio La sabiduría personificada. La sabiduría disponible. Un sentido de urgencia. Las dos reacciones.
LA SABIDURÍA PERSONIFICADA Su voz para clamar y hablar (1:20, 21, 33). Su mano extendida (1:24). Su consejo y reprensión (1:25, 30). Su risa y burla (1:26).
LA SABIDURÍA DISPONIBLE No es como la mayoría de los hombres con algún conocimiento ventajoso. No es como el erudito que desprecia (1:22). La sabiduría quiere ayudar a todos (1:20-21). ¡La sabiduría está disponible para todos! Todos podemos disfrutar de la sabiduría, si es que en realidad lo queremos. No necesitamos preguntarnos si es que Dios nos dará o no su sabiduría (cf. Sant. 1:5). No podríamos decir “queremos ser sabios pero que la sabiduría está lejos de nosotros”.
UN SENTIDO DE URGENCIA “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” Gálatas 6:7 La sabiduría urge a una reacción positiva: “¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia?” (1:22). La sabiduría advierte: “Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia” (1:27). Nosotros, no la sabiduría, seremos los culpables si no hacemos caso de su llamada. La sabiduría ha hecho todo lo posible.
LAS DOS REACCIONES Hay quienes rechazan la sabiduría “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca” Mateo 7:24 LAS DOS REACCIONES Hay quienes rechazan la sabiduría Entonces quedan sin su ayuda (1:22, 24-25). Y la sabiduría se mofa de ellos (1:28). Su final es la muerte (1:32; cf. Luc. 12:16-20). Hay otros que hacen caso de ella Ellos viven confiadamente, sin temor (1:33). Ellos no temen las consecuencias de los pecados que azotan nuestra sociedad (Gal. 6:7).
Conclusión Todos necesitamos la sabiduría de Dios (1:4,5). Los simples. Los jóvenes. Los sabios. La sabiduría del evangelio nos llama a todos (Mar. 16:15,16). Es urgente. La vida es breve. El juicio final se acerca.
Plan de Salvación Rom. 10:17, Oír la palabra de Dios. Jn. 8:24, Creer en Cristo. Hech. 2:38, Arrepentimiento. Rom. 10:10, Confesar la fe en Cristo. Mar. 16:16, Bautismo para el perdón de los pecados. Col. 1:21-23, Perseverar en la fe. Hech. 8:22, Arrepentirse si ha caído, rogar el perdón. 1 Jn. 1:9, Confesar el pecado.