¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? T. Ordinario DOMINGO X - Ciclo B ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.

ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DEL DOMINGO X T. Ordinario – B “Dios nuestro, de quien todo bien procede, inspíranos propósitos de justicia y santidad y concédenos tu ayuda para poder cumplirlos”.

“Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa”. Salmo (129)

Marcos 3, 20 – 35 “Vuelto a la casa, se juntó otra vez tanta gente que ni siquiera podían comer. Al enterarse sus parientes de todo lo anterior, fueron a hacerse cargo de él, porque decían : Se ha vuelto loco. Mientras tanto los maestros de la Ley que habían venido de Jerusalén decían : Está en poder de Belzebú, jefe de los demonios, por eso puede echar a los demonios.

Así era, así sigue siendo. Situación común : quien hace el bien, quien dice la verdad, quien busca lo bueno, no suele ser bien considerado. Se cree que quien obra así es un desubicado o lo hace así porque debe tener alguna segunda y mala intención Así era, así sigue siendo. El bien no gusta, o nos cuesta mucho reconocer lo bueno.

Jesús les pidió que se acercaran y empezó a explicarles por medio de ejemplos : ¿Cómo puede satanás echar a Satanás? Si una nación está dividida en bandos no puede durar. Tampoco una familia dividida puede mantenerse. Lo mismo Satanás, si obra contra sí mismo, como ustedes dicen, no se puede mantener y pronto llegará a su fin. La verdad es que nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y quitarle sus cosas si no lo amarra primero.

En verdad les digo : Se perdonará a los hombres todos sus pecados, incluso si hablaron de Dios en forma escandalosa, sin importar que lo hayan hecho repetidas veces. Pero el que calumnia al Espíritu Santo no tendrá jamás perdón, sino que arrastrará siempre su pecado. Y justamente ese era su pecado al decir que tenía un espíritu malo.

Dios perdona todos los pecados, menos la blasfemia contra el Espíritu Santo Ese pecado incluye : Impenitencia Rechazo a la conversión Dureza de corazón O sea : Soberbia ante Dios (cfr. Catecismo Nº 1864) Específicamente los pecados contra el Espíritu Santo son seis: (cfr. Catecismo de San Pío X, Nº 965)

“LA DESESPERACIÓN DE SALVARSE” “LA DESESPERACIÓN DE SALVARSE”. Dudar de la bondad de Dios, pensar que no sirve de nada pedirle perdón. “LA PRESUNCIÓN DE SALVARSE SIN MERECIMIENTOS”. Creerse salvo porque nada es pecado y Dios perdona automáticamente. “LA IMPUGNACIÓN DE LA VERDAD CONOCIDA”. Despreciar lo bueno o interpretarlo como malo, atribuir lo bueno al Maligno. “LA ENVIDIA O PESAR DE LA GRACIA AJENA”. Envidiar u odiar la gracia que vemos en los demás, no reconocerlo ni corregirse. “LA OBSTINACIÓN EN EL PECADO”. Rechazar el bien y la verdad para pecar sin escrúpulos, creerse más sabio que la Iglesia. “LA IMPENITENCIA FINAL”. Aferrarse al mal y seguir pecando, amar el pecado hasta el final de la vida.

Entonces llegaron su madre y sus hermanos; se quedaron afuera y lo mandaron llamar. Como era mucha la gente sentada en torno a Jesús, le dieron este recado : Tu madre y tus hermanos y hermanas están afuera y preguntan por ti. Él les contestó : ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?

A algunos les parecen las palabras de Jesús un desaire para su Madre. Sin duda, los parientes, alarmados y molestos llevan a la Virgen con ellos para buscar a Jesús. Ella sabe perfectamente que su Hijo no esta enfermo ni está poseso, pero hace lo que haría toda madre : va a buscar a su Hijo, quiere verlo, quiere hablar con Él. A algunos les parecen las palabras de Jesús un desaire para su Madre. Pero Jesús está más preocupado por la salvación de los que lo siguen (nosotros) que por su Madre, que no necesitaba salvación porque es la “llena de gracia”, y ella ya sabía que su Hijo había venido por los pecadores.

(Jesús) “Quiere quitar la atención en la maternidad entendida solo como un vínculo de la carne, para orientarla hacia aquel misterioso vínculo del espíritu, que se forma en la escucha y en la observancia de la Palabra de Dios” REDEMPTORIS MATER, Juan Pablo II, 20 “¿Se aleja con esto de la que ha sido su madre según la carne?...Si así puede parecer en base al significado de aquellas palabras, se debe constatar, sin embargo, que la maternidad nueva y distinta, de la que Jesús habla a sus discípulos, concierne concretamente a María de un modo especialísimo” REDEMPTORIS MATER, Juan Pablo II, 20 “¿No es María la primera entre aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen?” REDEMPTORIS MATER, Juan Pablo II, 20

Y mirando a los que estaban sentados en torno a él, dijo : Aquí están mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”. Palabra de Dios.

Porque Dios ama a todas sus criaturas y, en especial, a los humanos. Jesús usa la oportunidad para darnos una enseñanza de importancia vital. Porque Dios ama a todas sus criaturas y, en especial, a los humanos. Pero se complace en su Hijo amado (Lc 3, 22) que vive unido a Él, y en los que tienen la actitud de su Hijo. Para complacer a Dios necesitamos estar cerca al Hijo, configurarnos con Cristo. (cfr. La Infancia de Jesús, Benedicto XVI)

“El que te creó sin ti, no te salvará sin ti”. San Agustín Te ruego, Señor, líbrame de la soberbia de querer persistir en el mal. Que la alegría siempre esté contigo Tob.5,10 BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.