Los Pioneros que Abrieron Cauces A la Educación Femenina en Chile

“Solo la mujer misma cuando le enseñemos que la verdadera filosofía para ella, consiste principalmente en conocerse a sí misma, por el estudio de su propia naturaleza, entonces ella nos dirá quién es, cuáles son sus facultades, cuál el alcance y extensión de ellas y de que potencia son los bienes que está llamada a producir en la humanidad.” Antonia Tarragó

Sus Razonamientos subordinaron su formación al ideal del matrimonio, siendo así, el valor que para la mujer tendría la educación seria el de favorecerle la posibilidad de acceder al matrimonio y valorarse ante el esposo.

Década de 1840: Mercedes Marín del Solar Década de 1840: Mercedes Marín del Solar. En el primer plan de Estudio para mujeres redactado en Chile. Propuestas: Para Cumplir Eficientemente su Rol de Madre Ilustrarlas Moralmente para Ejercer una acción bienhechora en la sociedad a través del ejercicio de las virtudes cristianas Para influir en el comportamiento de los hombres Para que aprenda los rudimentos de la ciencia

Década de 1850. José Antonio Torres en “Educación e Instrucción de la mujer” Postula como Meta Educativa La preparación para educar a sus hijos La formación del carácter femenino, lo que redundaría en beneficio de la familia, pues, por su naturaleza la mujer seria poco dada a la reflexión Mejorar la situación natural de la mujer. Sin ella, la obediencia, el respeto y la dependencia natural que le debía al varón, se transformaría en una carga difícil. Al educarse, esta carga impuesta por naturaleza seria llevada dignamente Mejorar el predominio subterráneo sobre el varón

Década de 1860 Eduvijis Casanova de Polanco en: Educación e Instrucción de la mujer” Plantea: Preparar a las jóvenes para el buen desempeño de su rol de madre Convertir a la mujer en defensora de la religión y la moral Motivar a las féminas a que utilizaran su capacidad intelectual Preparar a las estudiantes para la vida del trabajo si lo necesitaba.

Década de 1870 Máximo Lira en; “La Educación de la Mujer” 1872 Propuestas: Prepararla para el cumplimiento del rol de Madre Prevenirla de la excesiva futilidad que existía en ese momento en la sociedad Burguesa. Proponía como antídoto ejecutar y ocupar su intelecto en el estudio. Instruirla en la racionalidad científica para adiestrar su intelecto con el fin de permitirle alcanzar una profesión que posibilitara su sustento.

1873 Eugenio María de Hostos en “Educación de la mujer” Proponía que la mujer se encontraba capacitada para comprender cualquier ámbito del conocimiento humano y juzgado imprescindible, adoctrinaba a las mujeres en la racionalidad científica “Para que sea ser Humano; Para que cultive y desarrolle sus facultades, para que practique su Razón, para que viva su conciencia, no para que funcione en la vida social con las funciones privativas de la mujer.

Proponía una Educación para: Su Autoconocimiento que despertara en ella un sentimiento intimo de su deber, siendo esto así “mas mujer querrá ser y sabrá ser…” “Daos Madres que enseñen científicamente a sus hijos, y ellas nos darán una patria que obedezca virilmente la razón”

Percepciones de los pioneros sobre la femineidad. Torres y Hostos vislumbraban un cierto temor a su naturaleza y en atención a ella solicitaron su ilustración Marin del Solar y Casanova de Polanco fundamentaban sus demandas en aspectos positivos de la mujer. Ambas veían en ellas una fuente inagotable de afectividad capaz de dantescos sacrificios en Pro de sus seres queridos

Los argumentos, propiciadores de la educación dejan al descubierto los problemas que inquietaban a la sociedad decimonónica. Torres solicitó la instrucción con el objeto de posibilitar a la joven la elección acertada de la pareja Casanova y Lira el cultivo de sus facultades activas para la vida del trabajo. Ello era el reflejo de una sociedad que modificaba su estructura económica. Casanova proponía educarla con el objeto de hacer de ella una defensora del catolicismo como respuesta al alzamiento del hombre del alero de la iglesia y los avances del positivismo y racionalismo laico