El MUÑECO BOBO Albert Bandura

Albert BANDURA Nació en Canadá en 1925. Psicólogo de tendencia conductual- cognitiva. Reconocido por su trabajo sobre la teoría del aprendizaje social. Responsable del experimento del muñeco Bobo.

El Muñeco bobo Dar credibilidad a su creencia de que toda conducta humana es aprendida a través de la imitación social y las repeticiones, en lugar de heredarse a través de factores genéticos. Mostrar, mediante el uso de agentes agresivos y no agresivos, que un niño tendería a imitar y aprender del comportamiento de un adulto.

El Muñeco bobo El muñeco Bobo es un juguete inflable de aproximadamente un metro y medio de altura, diseñado para recuperar inmediatamente su posición vertical cada vez que sea derribado. Como sujetos de estudio fueron elegidos los niños, ya que tienen menos condicionamiento social; han sido menos instruidos y, no se encuentran tan familiarizados con las reglas de la sociedad.

Predicciones Los niños que habían visto la conducta agresiva del adulto iban a imitarla Los niños que habían visto al adulto no agresivo iban a ser menos agresivos incluso que el grupo control. Los niños serían más proclives a imitar la conducta del adulto si éste era de su mismo género Los varones serían más proclives que las mujeres a exhibir conducta agresiva.

El Muñeco bobo Conjunto de niños de la guardería local de Stanford, con edades comprendidas entre los 3 y 6 años. 36 sujetos de cada sexo. El grupo de control, que no vería ningún modelo adulto en absoluto, estaba formado por 24 infantes, 12 niños y 12 niñas. El segundo grupo, que estaría expuesto a un adulto que muestra tendencias agresivas, fue conformado por 24 niños de ambos sexos. Los dos grupos resultantes de este fueron divididos en grupos de 12, la mitad se pondría a prueba con un modelo femenino y la mitad con un modelo masculino. El tercer grupo se vería expuesto a un adulto pasivo.

Antes de llevar a cabo el experimento… Pre-seleccionar y clasificar a los niños para un reparto equilibrado de los diferentes tipos de personalidad en los grupos de prueba. Uno de los profesores de la guardería trabajó con el experimentador para clasificar la personalidad de cada niño y tratar de construir grupos bien equilibrados. Cada sujeto debería ser probado por sí solo y de forma individual, para que los efectos y reacciones de sus compañeros no tuvieran ninguna influencia sobre los resultados.

El Muñeco bobo Cada niño entraba en una sala y se sentaba en un rincón rodeado de atractivos juguetes. Del otro lado de la sala se situaba el adulto con el muñeco Bobo. Allí los encargados de mostrar conductas agresivas dañaban verbalmente a Bobo a la vez que lo agredían físicamente. El modelo no agresivo jugaba con otros juegos e ignoraba completamente a Bobo. Pasado el momento de exposición al modelo adulto, los niños volvían a entrar en la salita rodeados de juguetes, entre ellos Bobo y un mazo. Los investigadores estudiaban la conducta de los niños midiendo la agresión que ahora ellos presentaban a Bobo.

Resultados Los chicos que habían visto al modelo agresivo tendían en mayor medida también a agredir a Bobo. Las agresiones verbales fueron las más imitadas. La actividad agresiva mostrada por el grupo expuesto a modelos no agresivos fue nula, pero no mayor que la del grupo sin modelo. Los niños copiaban más las conductas agresivas cuando las realizaba alguien de su mismo género. La frecuencia de la repetición de conductas agresivas en varones fue superior a la de las mujeres.

Importancia Este experimento ha sido pionero en el estudio de la agresividad, y ha sustentado la teoría del aprendizaje social, basado en la imitación por parte de los niños de aquello que ven en los adultos. Refuerza la idea de la importancia que tiene la conducta de los adultos en el ambiente familiar y el modo en que sus comportamientos marcan la conducta futura de los niños.

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