Lectio divina del Salmo dominical

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En esta hermosa oración -compuesta para celebrar la recolección de las cosechas (Éx )- la comunidad agradece al Señor los frutos de la tierra.
Lectio divina del Salmo dominical Nm 6,22-27: Invocarán mi nombre sobre los israelitas y los bendeciré. Sal 66, : El Señor tenga piedad y nos.
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SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS.
Salmo 66 Que todos los pueblos alaben al Señor. El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros;
Lectio divina del Salmo dominical Is 56,1.6-7: A los extranjeros los traeré a mi monte santo. Sal 66, : Oh Dios, que te alaben los pueblos, que.
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Ilumina, Señor, tu rostro sobre nosotros.
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Salmo 66 SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS.
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Lectio divina del Salmo dominical Dt 4, : No añadáis nada a lo que os mando..., así cumpliréis los preceptos del Señor. Sal 14,2-3a.3bc-4ab.5: Señor,
Lectio divina del Salmo dominical Ap 7, : Apareció en la visión una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo.
Lectio divina del Salmo dominical Gn 3, : Establezco hostilidades entre tu estirpe y la de la mujer. Sal 97,1.2-3ab.3c-4: Cantad al Señor un cántico.
Lectio divina del Salmo dominical Is 62,1-5: El marido se alegrará con su esposa. Sal 95,1-2a.2b-3.7-8a.9-10a.c: Contad a todos los pueblos las maravillas.
Lectio divina del Salmo dominical Nm 6,22-27: Invocarán mi nombre sobre los israelitas y los bendeciré. Sal 66, : El Señor tenga piedad y nos.
Lectio divina del Salmo dominical Is 6,1-2a.3-8: Aquí estoy, mándame. Sal 137,1-2a.2bc c-8: Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor. 1Co 15,1-11:
Lectio divina del Salmo dominical Domingo VI de Pascua Hch 15, : Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las.
Lectio divina del Salmo dominical Sb 18,6-9: Con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti. Sal 32, :
Lectio divina del Salmo dominical Hch 4,33; 5, ; 12.2: El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago. Sal 66, : Oh Dios, que te alaben.
Lectio divina del Salmo dominical 1Re 17,17-24: Tu hijo está vivo. Sal 29, a.13b: Te ensalzaré, Señor, porque me has librado. Ga 1,11-19:
Lectio divina del Salmo dominical Gn 18,20-32: Que no se enfade mi Señor, si sigo hablando. Sal 137,1-2a.2bc-3.6-7ab.7c-8: Cuando te invoqué, Señor, me.
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Vigésimo Domingo 20 de agosto 2017 Ciclo A
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Transcripción de la presentación:

Lectio divina del Salmo dominical Domingo XX del Tiempo Ordinario Año A:Una casa de oración para todos los pueblos. Is 56,1.6-7: A los extranjeros los traeré a mi monte santo. Sal 66,2-3.5.6.8: Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Rm 11,13-15.29-32: Los dones y la llamada de Dios son irrevocables para Israel. Mt 15,21-28: Mujer, qué grande es tu fe.

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.

Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio… [1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. Cántico.] 2 El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; 3 conozca la tierra tus caminos,  todos los pueblos tu salvación. 4 Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. 5 Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. 6 Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. 7 La tierra ha dado su fruto,  nos bendice el Señor, nuestro Dios. 8 Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe. Si quieres escuchar el salmo en hebreo, pincha aquí

Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.

Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Nuestro salmo se encuentra en la primera parte del salterio, dedicado a las súplicas a Dios, formada por los libros: 1º: salmos 1-40 2º: salmos 41-71 Y 3º: salmos 72-88 Dentro del segundo libro, este salmo pertenece a un conjunto de súplicas “mizmorim” (salmos 61-67) que constituyen un grupo homogéneo de siete salmos de alabanza en el que se hace una relectura posterior interpretando las antiguas plegarias individuales de David en sentido colectivo. Salmo 66: salmo de acción de gracias y bendición.

Lectio: ¿Qué dice el texto? Este salmo 66 probablemente se cantaba en una de las dos fiestas de la cosecha: Pentecostés o los Tabernáculos. La fertilidad de la tierra, la alegría por la fecundidad de la siega invitaba a alabar al Señor con este breve poema. Un canto de acción de gracias y de bendición. Y a partir de este signo de la bendición divina –la fecundidad de la tierra- Israel, consciente de ser el Pueblo de la alianza, heredero de las promesas y mediador de la bendición divina para todos los pueblos, se abre a una invitación y deseo gozoso de que toda la tierra participe de esta dicha. Es un salmo claramente universalista. Su estructura alterna la forma orante (vv. 3. 4 y 6) con fórmulas de deseo (vv. 2. 5. 7b y 8). Asimismo, es un comentario del salmista en clave poética, de la bendición sacerdotal de Nm 6, 24-27. La tierra ha dado su fruto: Son varios los Padres que, en el comentario a este versículo, nos ofrecen una interpretación concorde. La Tierra es la Virgen María que es de nuestra raza, de esta arcilla, de este lodo, de la descendencia de Adán. La tierra ha dado su fruto: Jesucristo. Pero además, en la resurrección de Jesús la tierra ha dado el mejor fruto: la salvación. Cristo resucitado es la bendición de todos los pueblos porque en Él hemos sido bendecidos con toda clase de bendiciones por el Padre.

Meditatio: Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto Meditatio: Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. La cananea con su fe sencilla y confiada, intuyó mejor que nadie los caminos y la salvación de Dios. Y Jesús iluminó su rostro sobre ella y curó a su hija. ¿Sé pedir con constancia y humildad: “El Señor tenga piedad y nos bendiga”?

Este bello salmo halla su cumplimiento en Cristo y en su Iglesia Este bello salmo halla su cumplimiento en Cristo y en su Iglesia. El Señor quiere que todos los hombres se salven. Por todos murió Cristo. ¡Y su llamada y dones son irrevocables! ¡Cantémoslo con gozo!

El profeta Isaías anuncia por boca del Señor: “Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos” El salmo 66 canta el universalismo de la salvación… Con toda la Iglesia Católica (=Universal) canto con gozo: ¡Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben!

Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Te damos gracias, Señor, porque nos has llamado a tu casa. Concédenos una fe viva y un corazón ancho como el Tuyo. Amén.

Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros… Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben; la tierra ha dado su fruto. ¿Qué fruto? Que todos los pueblos te alaben.  Era tierra, y estaba llena de espinas: se acercó la mano del que las arrancó de raíz, llegó la llamada de su majestad y de su misericordia; y la tierra comenzó sus alabanzas, y ya da su fruto. ¿Daría el fruto si antes no hubiera llovido? ¿Daría este fruto suyo, si antes no hubiera descendido de lo alto la misericordia de Dios?   Esto sucedió porque el Señor envió la lluvia de sus palabras; sucedió lo que leemos en el Evangelio: enviando la lluvia por sus nubes, enviando a sus Apóstoles que predicaron la verdad, la tierra dio su fruto en abundancia; y esta cosecha ya ha llenado toda la tierra.” (San Agustín, Comentario al salmo 66, 8)

Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”… ¡Voy a tu casa de oración, Señor!