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Lectio divina del Salmo dominical Sb 18,6-9: Con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti. Sal 32,1.12.18-19.20.22:

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Presentación del tema: "Lectio divina del Salmo dominical Sb 18,6-9: Con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti. Sal 32,1.12.18-19.20.22:"— Transcripción de la presentación:

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2 Lectio divina del Salmo dominical Sb 18,6-9: Con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti. Sal 32,1.12.18-19.20.22: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad. Hb 11,1-2.8-19: Esperaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios. Lc 12,32-48: Estad preparados. Domingo XIX del Tiempo Ordinario Año C : Nosotros aguardamos al Señor.

3 Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

4 Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos; dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad.

5 Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

6 Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

7 Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

8 Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

9 Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.

10 Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio… SALMO 32 (33) 1 Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. 2 Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; 3 cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones: 4 que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; 5 él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. 6 La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos; 7 encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano. 8 Tema al Señor la tierra entera, tiemblen ante él los habitantes del orbe: 9 porque él lo dijo, y existió, él lo mandó, y surgió. 10 El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos; 11 pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. 12 Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. 13 El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres; 14 desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra: 15 él modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones. 16 No vence el rey por su gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza, 17 nada valen sus caballos para la victoria, ni por su gran ejército se salva. 18 Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, 19 para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. 20 Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; 21 con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. 22 Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. Si quieres escuchar este salmo en hebreo, su lengua original, pincha aquí.

11 Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.

12 Nuestro salmo se encuentra en la primera parte del salterio, dedicado a las súplicas a Dios, formada por los libros: 1º: salmos 1-40 2º: salmos 41-71 2º: salmos 41-71 Y 3º: salmos 72-88 Salmo 32: Himno al poder y a la providencia de Dios. Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Dentro del primer libro, el salmo 32 se encuentra entre las dos colecciones de David: la Primera (salmos 3-31) y la Segunda (salmos 33-71).

13 El salmo 32 es un himno de alabanza que celebra la omnipotencia de la Palabra de Dios Como todo himno consta de una introducción, de un núcleo central y de una conclusión. a) Introducción (vv. 1-3): el salmista invita a los rectos y justos a aclamar al Señor con gozo un cántico nuevo, todo ello en un ambiente festivo (con cítaras y arpas de diez cuerdas). b) Núcleo central (vv.4-19): estos versículos explican la razón de esta jubilosa alabanza, el por qué. -Porque la Palabra de Dios es creadora, toda la creación es reflejo de la fidelidad de Dios. (vv. 4-9) -Porque Dios actúa en la historia de la humanidad, dirige todos los acontecimientos, en especial el destino del Pueblo elegido (vv. 10-12). -Porque Dios no está presente únicamente en los grandes acontecimientos de la historia, sino que penetra en el corazón de cada hombre y vela sobre los detalles más pequeños de la vida cotidiana (vv. 13-15, 18-19). c) Conclusión (vv. 20-22): refuerza el tema de la esperanza y de la confianza que el Pueblo tiene en el Señor, concluyendo con una ardiente súplica: que la esperanza del Pueblo se vea coronada por la misericordia del Señor. Lectio : ¿Qué dice el texto?

14 Con gran lógica pone la liturgia en nuestros labios esta “bienaventuranza” sobre el pueblo elegido ya que la 1ª lectura nos habla de “aquella noche”, la noche de Pascua, en la que el Ángel del Señor llevó a cabo la liberación de los hijos de Israel de Egipto, y de esta manera los constituyó en pueblo. Se trata del gran evento fundacional: Dios escoge a su pueblo y éste es dichoso. Cada uno de nosotros por el bautismo pertenecemos al pueblo santo de Dios que es la Iglesia, ¿lo vivimos con gozo? ¡Dios nos ha escogido y nos ama a cada uno! Meditatio :Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Dichoso el pueblo a quien Dios escogió.

15 Dios fijó sus ojos en Abraham, su fiel Abraham, a quien le dijo. “Camina en mi Presencia con lealtad” Y él así lo hizo toda su vida, peregrino en el mundo, aguardando la promesa del Señor. Este domingo se nos invita a la vigilancia, a la espera activa. Dios tiene puestos sus ojos sobre nosotros, ¿le miramos nosotros a Él? Los ojos del Señor están puestos en sus fieles en los que esperan en su misericordia.

16 Nosotros aguardamos al Señor. ¡Ojalá sea esta nuestra respuesta a las palabras que Jesús nos dirige en el Evangelio de hoy! Aguardar al Señor es ser fiel a Él en lo pequeño de cada día, en lo que nadie ve (el amo está de viaje…) Simplemente, vivir con nobleza y coherencia nuestra condición de cristianos que anhelamos la venida del Señor.

17 Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Te damos gracias, Señor, porque nos has escogido. Haz que te sirvamos con fidelidad y amor todos los días de nuestra vida mientras aguardamos con confianza y esperanza tu venida. Amén.

18 «Dichosa la nación, cuyo Dios es el Señor: sólo hay una nación bienaventurada: la que pertenece a la ciudad celestial, que no escogió para sí a otro dueño que a su Dios. El pueblo que el Señor se escogió como heredad: y esta elección no se debe a sus propios méritos, sino que es un don de Dios, para que siendo su dueño, no la deje abandonada en su miseria. Nuestra alma espera pacientemente al Señor: sabemos que hemos de ser alimentados en el futuro con manjares incorruptibles; por eso, mientras permanecemos en esta tierra, nuestra alma espera pacientemente al Señor. Porque él es nuestro auxilio y nuestro protector: es nuestro sostén en el esfuerzo por dirigirnos hacia él; es nuestro protector en la lucha contra nuestro adversario. Porque en él se alegra nuestro corazón: no en nosotros, por supuesto, porque sin él reina en nosotros la mayor indigencia; pero es en él donde encuentra la alegría nuestro corazón. Y en su santo nombre hemos puesto nuestra esperanza: nació en nosotros la esperanza de que llegaremos a poseer a Dios, porque mientras estamos todavía ausentes, por la fe nos ha enviado su nombre. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti: sí, Señor, que tu misericordia sea una realidad sobre nosotros; la esperanza no defrauda, porque es en ti en quien hemos puesto nuestra esperanza.» (S AN A GUSTÍN, Comentario al Salmo 32, 12. 20-22 )S AN A GUSTÍN Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros…

19 ¡Pon tu corazón en Cristo y tu tesoro será inagotable! Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”…


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