Experiencia del sector sanitario chileno Guillermo Pickering de la Fuente Presidente Ejecutivo Andess Santiago, marzo de 2011.

Antecedentes del sector sanitario chileno

Según la proyección del último censo, actualmente la población de Chile supera los 17 millones de personas, de los cuales un 90% se concentra en los diferentes centros urbanos del país. En las zonas urbanas de cada una de las 15 regiones de Chile existen empresas de servicios sanitarios de diferentes tamaños, que cuenta con la concesión de agua potable, recolección de aguas servidas y descontaminación. En la actualidad, 19 empresas sanitarias a lo largo del país abastecen a cerca del 99% de la población de las zonas urbanas. El porcentaje restante es atendido por pequeñas concesiones creadas recientemente. En total, las empresas sanitarias atienden a cerca de 4,5 millones de hogares, es decir, cerca de 15 millones de chilenos. En la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (ANDESS A.G.), se agrupan empresas de todo el país que en su conjunto atienden al 94% de la población urbana, que supera los 14 millones de personas.

El sector sanitario en su conjunto, no consume mas del 6% del agua cruda disponible en el país (fuente: DGA). El consumo promedio de los hogares chilenos ha bajado cerca de un 20% los últimos 10 años y está cercano a los 18m3 al mes, con una dotación estimada en de 180 lt/hab/día. Un 16% de los hogares chilenos tiene un subsidio en su cuenta de agua potable, lo que corresponde a cerca de hogares. Éste se financia con fondos estatales y se entrega directamente a las familias, a través de los municipios, previa evaluación social y puede llegar a cubrir hasta el 100% de los primeros 15 m 3 de consumo.

Breve historia del sector sanitario chileno

Pocas décadas después de la independencia, el Estado chileno ya tuvo conciencia de la necesidad de contar con agua potable para la población. Es así como a mediados del siglo XIX, entran en operación las primera cañerías de distribución de agua potable para Valparaíso, Concepción, Santiago e Iquique. Para finales del siglo XIX, se construyen las primeras redes de alcantarillado de Valparaíso y Santiago. Durante el siglo XX, el Estado estableció como meta país extender la cobertura de agua potable y alcantarillado. Esto se hizo con un gran esfuerzo público apoyado con iniciativas municipales y privadas, tales como: Alcantarillado de Santiago, desarrollado esfuerzos municipales Servicios de agua potable y alcantarillado en las principales ciudades del país a cargo del Estado (Inversión y operación) Servicios privados que atendían nuevas zonas urbanas y polos de desarrollo (Lo Castillo)

Para mediados de la década del 60, Chile había alcanzado, comparativamente, importantes niveles de cobertura en agua potable y alcantarillado: Las siguientes décadas, ante la necesidad de seguir elevando la cobertura y mejorando estándares de calidad de servicio, se creó una institucionalidad que operaba y mantenía los sistemas regionales además de la creación de dos empresas estatales autónomas para atender Valparaíso y Santiago (ESVAL y EMOS). Para fines de la década del 80, se habían alcanzado interesantes niveles de cobertura en agua potable y alcantarillado pero sin avances en descontaminación: Año Cobertura agua potable (%) Cobertura alcantarillado urbano (%) Tratamiento de aguas servidas (%) ,525,50 Año Cobertura agua potable (%) Cobertura alcantarillado urbano (%) Tratamiento de aguas servidas (%) < 5

Desafíos Siglo XXI Descontaminación de aguas servidas Asociación Público-Privada

Las nuevas realidades de desarrollo del país, hacían necesario un sistema que garantizara mayores coberturas, mantención y reposición de infraestructura a tarifas a costo real, sin subsidios cruzados. A principios de los 90, entra en aplicación un nuevo Marco Regulatorio para el sector sanitario sobre el cual se basa la operación actual de las empresas, que establece como principios básicos los siguientes: Separación de las funciones normativas y fiscalizadoras de las productivas y comerciales Legislación común a todas las empresas (públicas y privadas) Marco regulatorio para controlar monopolios naturales y proporcionar estabilidad a las empresas Sistema tarifario que incentive la eficiencia de las empresas, que tienda al autofinanciamiento de éstas y entregue señales adecuadas a los consumidores Subsidio directo a los hogares más pobres

Hasta mediados de los 90, el Estado chileno había alcanzado niveles de cobertura de agua potable y alcantarillado aceptables para la región. La descontaminación de las aguas servidas era muy incipiente, no obstante su relevancia para el desarrollo medioambiental del país. Año Cobertura agua potable (%) Cobertura alcantarillado urbano (%) Tratamiento de aguas servidas (%) ,291,616,7 El desafío era resolver cómo mejorar y seguir ampliando la cobertura y calidad de los servicios de manera eficiente, con control estatal y sustentabilidad financiera. El desafío era resolver cómo mejorar y seguir ampliando la cobertura y calidad de los servicios de manera eficiente, con control estatal y sustentabilidad financiera.

Creciente conciencia medioambiental: Resguardo de los recursos naturales. Mejorar la calidad de vida de las personas. Chile, país exportador: Amenaza de acusaciones de dumping. Salud pública: Existencia de enfermedades entéricas. Recuperación del borde costero para el turismo: Limpieza de lagos, ríos y playas. Uso eficiente del recurso hídrico: Riego seguro, es decir utilizar aguas descontaminadas para la agricultura. Aporte al desarrollo silvoagropecuario. Factores que impulsaron el cambio

¿Cómo se logró? Se diseñó y aplicó una alianza público-privada como la fórmula más eficiente para el desarrollo del sector sanitario chileno, utilizando el modelo de transferencia de propiedad y/o contrato de concesiones. Para la correcta aplicación de esta alianza estratégica, se cambió el marco regulatorio vigente hasta 1998, estableciendo condiciones para la incorporación de capitales y gestión privada y otorgando al Estado estrictas facultades fiscalizadoras, a través de un organismo técnico, denominado Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS).

Fortalezas del sistema sanitario chileno ESTADO: El sistema se autofinancia, no requiere recursos públicos Por concepto de transferencia de activos y/o contrato de concesiones, el Estado percibió recursos cercanos a los US$ millones, quedando con una participación patrimonial del sector cercana al 35%. La participación del Estado en la propiedad de las empresas le permite recibir anualmente, por concepto de dividendos, cerca de US$100 millones. El Estado implementó un sistema de subsidio a la demanda socialmente eficiente, financiado por las utilidades que recibe por su participación en la propiedad de las empresas. A través de la SISS, un órgano técnico con amplias facultades sancionatorias, fiscaliza el desempeño de las empresas y regula los procesos de tarificación cada cinco años.

Todos los clientes de las empresas sanitarias reciben un servicio de alta calidad, y continuidad durante las 24 horas del día. Cada hogar paga de acuerdo a lo que consume, existiendo una exactitud en el cobro. La tarifa cobra por separado los servicios de agua potable, alcantarillado y de descontaminación de aguas servidas. El precio pagado por el servicio es fijado por la autoridad mediante procesos tarifarios públicos, basado en la denominada empresa modelo, que consiste en hacer competir a la empresa real con una ficticia en términos de eficiencia. Este sistema garantiza una tarifa justa para el cliente, ya que considera costos reales y no presenta subsidios cruzados. Fortalezas del sistema sanitario chileno CLIENTES: Servicio de calidad y pago justo

Chile cuenta con un marco regulatorio que ha permitido ser atractivo para la llegada y mantenimiento de nuevos operadores, ya que garantiza una rentabilidad mínima y define, a través de sus planes de desarrollo, las inversiones que debe ejecutar la empresa para satisfacer la demanda futura. Revisión tarifaria cada cinco años y reajuste mediante indexación. Aunque en Chile es legal el corte de suministro por no pago, éste es de baja recurrencia, ya que existen alternativas previas a esa situación, como la postulación a los subsidios o convenios especiales para quienes tienen dificultades para pagar sus cuentas. Fortalezas del sistema sanitario chileno EMPRESAS: Marco regulatorio claro, que asegura estabilidad

La alianza público-privada significó una nueva forma de gestionar las empresas que implicó no solo inversión, sino que también una gestión con favorables impactos en: Calidad del agua potable. Continuidad del servicio de agua potable. Presión del servicio de agua potable. Exactitud en el cobro. Tiempo de respuesta a los reclamos presentados por clientes. Cobertura en descontaminación de aguas servidas. Logros del Sistema

Año Cobertura agua potable (%) Cobertura alcantarillado urbano (%) Tratamiento de aguas servidas (%) ,996 90% Gracias a este modelo, y con una inversión de más de US$ millones en diez años, hoy en Chile cerca de 15 millones de personas cuentan con agua potable, alcantarillado y descontaminación de sus aguas servidas.

Una industria medioambiental Gracias al saneamiento de las aguas que han realizado las empresas sanitarias, Chile ha limpiado sus ríos, lagos y bordes costeros. Se han recuperado cerca de hectáreas de riego, entregando a los ríos aguas que cumplen con las nuevas normativas ambientales y que permiten el desarrollo de un sector agroalimentario de calidad mundial. Han disminuido significativamente las enfermedades entéricas, lo que ha beneficiado especialmente a los más pobres y permitido ahorrar grandes recursos al Estado.

Conclusiones El modelo del sector sanitario demostró su eficiencia en Chile, pero no pretende ser aplicable a otras realidades y países. Para el sector sanitario ha sido exitosa la alianza entre el Estado y los privados. Un exigente Marco Regulatorio, con gran fiscalización por parte del Estado, es la base fundamental para la sustentabilidad del sector sanitario. La existencia de instrumentos técnicos específicos, permite al regulador evaluar la gestión de las empresas. La estructura tarifaria no estimula las ineficiencias. Existen mecanismos de subsidio para los sectores más vulnerables.

Experiencia del sector sanitario chileno Guillermo Pickering de la Fuente Presidente Ejecutivo Andess Santiago, marzo de 2011.