Los cuentos, las historias, los libros… LA LECTURA. Es un mundo mágico que nos abre las puertas a la imaginación, la creatividad, la atención, el lenguaje, la comprensión del mundo. Por todo esto es importante leer. Por todo esto es importante desarrollar unos sentimientos adecuados hacia la lectura. Y en ello, LA FAMILIA, tiene un papel fundamental. Pero todos sabemos, padres y maestros, lo difícil que a veces resulta crear hábitos de lectura y despertar en los niños y niñas el interés por los libros. En esta presentación os ofrezco algunos consejos.

No debemos imponer el libro. Ni tampoco eliminar la televisión de sus vidas. Ambas actividades se complementan y son importantes y adecuadas en su desarrollo.

Sin embargo es importante: Controlar el tiempo que dedican a la tele y los programas que ven en ella. Ofrecerles otras alternativas de diversión, como los juegos y la lectura, pero sin llegar a imponérselos ya que no fomentaremos el gusto por la lectura sino que crearemos una imposición desagradable.

* Si tú lees, ellos leerán. * Las marionetas o el teatro son también formas de lectura. Acudir a alguno de estos espectáculos es también muy positivo.

* Si les insistimos en que lean libros, no podemos después negarnos a leerles un cuento porque… es muy tarde, no tenemos tiempo. Debemos encontrar un hueco en nuestra apretada agenda para compartir momentos de intimidad, de magia, de ilusión.

* Participar en las actividades de animación a la lectura organizadas por el colegio o la biblioteca, atendiendo a las sugerencias que los profesionales puedan ofrecer. * Si sabe utilizarse, Internet es un buen y gran recurso. Podéis visitar con vuestros hijos e hijas páginas adecuadas, el blog del colegio, de la biblioteca…

Todos aquellos que les gusten, sin censurar temas o géneros literarios. Las brujas, los ogros, las diferencias, los miedos, la muerte… son temas que les inquietan. Y plantearlos desde la buena literatura infantil puede ayudarles a comprender y superar sus miedos.

Podemos encontrarnos libros que trabajan todo tipo de temáticas: Las diferencias: “El cazo de Lorenzo” de Isabelle Carrier, “Por cuatro esquinitas de nada” y “Hombre de color” de Jérôme Ruillier. Amistad: “Sopa de calabaza” de Helen Cooper. Miedos nocturnos: “Hay un oso en el cuarto oscuro” de Helen Cooper. Comprensión de situaciones: “Mi madre es rara” de Rachna Gilmore………………..

La narrativa, la poesía, el comic… todos aportan su granito de arena en su formación y desarrollo; aunque a veces a nosotros nos parezcan poco adecuados o que escapan a su comprensión. Podemos utilizar la lectura desde su nacimiento haciendo uso de la tradición oral: nanas, canciones, retahílas, adivinanzas, juegos de palabras…

Hasta los 3 años es importante crear una rutina diaria de lectura, como con la comida y el baño. Son adecuados los libros con colores llamativos, ilustraciones grandes, textos cortos y letras grandes, y todos aquellos que utilizan un lenguaje rítmico y repetitivo (“La casa de la Mosca Fosca” de Eva Mejuto, “Rata Tomasa y Tom ratón” o “Cocorico” de Marisa Núñez).

Entre los 3 y los 5 años comienzan a ser adecuados los textos más amplios. En estas primeras edades suelen pedirnos que les leamos un determinado libro una y otra vez. Dadles ese gusto, aunque os parezca aburrido y que pueden llegar a sabérselo de memoria. En realidad casi es eso lo que pretenden. Seguro que días después os los encontraréis “leyendo” en voz alta el cuento y utilizando vuestros tonos de voz.

Es un buen momento para comenzar a ir a la biblioteca: que escoja sus libros y se familiarice con estos lugares y hábitos. A partir de los seis años comienzan a leer ellos solos. Es importante que las historias sean interesantes y creíbles.

* Es importante implicarle en la narración, y no hacer una simple lectura. * Deberemos cuidar nuestra pronunciación, vocalizando de modo pausado. * Es importante saberse el cuento, aunque sin llegar a memorizarlo.

* Nuestra principal herramienta es nuestra VOZ. Es adecuado cambiar la tonalidad, susurrando cuando el relato lo requiera o subiendo el tono. Es muy importante no hacer una narración plana. * Al mismo tiempo es conveniente apoyarnos en gestos y mímica.

* Cambiad el ritmo de la narración. A veces el cuento requerirá más rapidez para darle más emoción; otras, incluir pausas para proporcionar intriga. * Contad con EL/ELLA. Dejad que intervenga, que invente el final, que diga lo que piensa que va a ocurrir…

FÁCIL Y SENCILLO… ¿VERDAD? PUES ÁNIMO Y MUCHA SUERTE.