¡Desafiados como somos! (1ª. Corintios 1:26-29). 26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos,

Presentación del tema: "¡Desafiados como somos! (1ª. Corintios 1:26-29). 26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos,"— Transcripción de la presentación:

1 ¡Desafiados como somos! (1ª. Corintios 1:26-29)

2 26 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, 29 a fin de que nadie se jacte en su presencia. (1ª. Corintios 1:26-29 RVR 1960) ¡Desafiados como somos!

3 Introducción Recordemos que Jabes, fue desafiado por las circunstancias, posiblemente no tenía futuro, pero respondió con una oración significativa. En su simple oración pidió; provisión, dirección y protección. Cualquier persona común, puede ser usada grandemente por Dios, y hacer cosas increíbles que nos asombrarán, si creemos que Dios puede usarnos. Efesios 3:20 nos dice que Dios puede hacer más abundantemente cualquier cosa de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros. Dios no se basa en nuestra apariencia, nuestra educación, nuestras posesiones ni nuestros talentos. Se basa en la actitud de nuestro corazón, y en la disposición a cumplir.

4 ¡Personas fieles en cosas pequeñas! Muchas personas no quieren las cosas pequeñas. Desean comenzar con las cosas grandes desde el principio. La Biblia nos enseña que Dios escoge lo que el mundo rechaza, lo que el mundo desprecia, lo que el mundo ve como insignificante, sin valor e inútil. ¡Sobre poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré! ¡Desafiados como somos!

5 ¡Personas que le den la gloria a Dios! El versículo 29 de 1ª. Corintios 1, nos dice el porqué Dios escoge a las personas que no se puedan jactar en su presencia y que no se olviden desde donde provienen. Personas que puedan darle siempre la gloria y honra a Dios. ¡Desafiados como somos!

6 ¡Personas que quieren llevar fruto para Dios! Tenemos que estar dispuestos a permitir que Él trate con nosotros, y ese proceso no será siempre algo placentero; de hecho, será doloroso. No será de nuestro agrado, pero tenemos que confiar en Dios y daremos preciosos frutos. Probablemente muchas personas hoy aquí tienen talento, pero no le permiten a Dios hacer lo necesario en sus vidas. No se quedan sobre la rueda del Alfarero ni en el fuego del Refinador, quieren todo de inmediato y no quieren esperar. ¡Desafiados como somos!

7 ¡P ersonas dispuestas a terminar lo que comienzan! La razón es simple, las emociones nos impulsan a comenzar y siempre nos apoyan en las cosas nuevas. Recibimos una palabra de Dios o alguien nos da una profecía, y salimos corriendo con muchas ganas. La pregunta es, ¿cuánto tiempo mas seguiremos corriendo una vez que se agoten las emociones? Los que comienzan la carrera con emoción no son los que ganan; los ganadores son aquellos que no se apartan y cruzan la meta cuando ya nadie los vitorea, cuando sus emociones ya no les sostienen, cuando parece que nunca llegarán al final, y lo único que queda es aquella palabra que recibieron de Dios. ¡Desafiados como somos!

8 ¡El tiene propósito en ti y estás desafiado! Proverbios 19:21 Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero es el propósito del Señor que prevalece. 2ª. Timoteo 1:9 Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos. ¡Desafiados como somos!