Tres cosas motivan nuestra adoración Algunos quizás no sientan especial atractivo a la devoción al Corazón de Cristo. Quizás por la forma con que algunas.

Presentación del tema: "Tres cosas motivan nuestra adoración Algunos quizás no sientan especial atractivo a la devoción al Corazón de Cristo. Quizás por la forma con que algunas."— Transcripción de la presentación:

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3 Tres cosas motivan nuestra adoración Algunos quizás no sientan especial atractivo a la devoción al Corazón de Cristo. Quizás por la forma con que algunas veces la presentamos. Que esa herida es una herida de amor Que tiene el Corazón herido Que Jesús, el Hijo de Dios tiene Corazón

4 El corazón de Jesús humaniza el amor. El Verbo hecho carne habla con palabras y con acciones. Le ponían los enfermos delante para que los mirara. Se los llevaban a El y El imponiendo sus manos sobre ellos, sobre cada uno, los curaba (cf. Lc, 4,40).

5 Algo sucede en Dios cuando en nosotros sucede algo. Dios es inmutable, dicen los teólogos. “Dios no se muda”, dice Santa Teresa de Jesús. Es inmutable, pero no es insensible, nos viene a decir el Corazón de Jesús herido. Dios tiene un corazón que palpita.

6 Señor Jesucristo, Redentor y Salvador del género humano, con humildad y confianza, dirigimos nuestra mente, nuestros ojos, nuestro corazón a tu Sacratísimo Corazón. Queremos alabarte y darte gracias por todo lo que eres y lo que haces. Queremos agradecerte, especialmente, el inmenso amor que nos revelas a través de tu Sagrado Corazón; traspasado por nosotros y por todos los hombres, es manantial de nueva vida y de nuevo amor. Reunidos en tu nombre, a él nos entregamos y consagramos. Enséñanos a aprender de tu amor y no nos separes de ti. En ti confiamos. Haz que podamos alabarte siempre en unión del Padre y del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén Señor Jesucristo, Redentor y Salvador del género humano, con humildad y confianza, dirigimos nuestra mente, nuestros ojos, nuestro corazón a tu Sacratísimo Corazón. Queremos alabarte y darte gracias por todo lo que eres y lo que haces. Queremos agradecerte, especialmente, el inmenso amor que nos revelas a través de tu Sagrado Corazón; traspasado por nosotros y por todos los hombres, es manantial de nueva vida y de nuevo amor. Reunidos en tu nombre, a él nos entregamos y consagramos. Enséñanos a aprender de tu amor y no nos separes de ti. En ti confiamos. Haz que podamos alabarte siempre en unión del Padre y del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén

7 Toda la información del trimestre Lugar sencillo para registrarse a los distintos cursos y talleres Lugar para encontrar las presentaciones en PowerPoint de las charlas Sitio para hacer consultas y propuestas

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