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ELHORIZONTE Y EL CAMINO DE SEGUIMIENTO (el Reino).

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Presentación del tema: "ELHORIZONTE Y EL CAMINO DE SEGUIMIENTO (el Reino)."— Transcripción de la presentación:

1 ELHORIZONTE Y EL CAMINO DE SEGUIMIENTO (el Reino).
La Oración Celebrar la Fe La vida Comunitaria Comprometer la Vida Proyecto de Vida

2 Oración Personal Oración
“tratar de amistad con quien sabemos nos ama”. Requiere un tiempo concreto. Oración La oración cristiana es una participación en la oración de Cristo. “Yo os he dado el ejemplo, para que vosotros hagáis también como yo he hecho” (Jn. 13, 15). El camino del seguimiento es la experiencia del Dios que nos ama infinitamente, que nos seduce, nos acompaña, nos perdona, nos acoge. Una oración encarnada e histórica, reconocer al Dios presente en la historia. Este estructurar requiere formación, ir “dando forma” a nuestra cabeza, nuestro corazón, nuestras actitudes vitales, de acuerdo con el evangelio. Oración Comunitaria La oración no es únicamente una experiencia individual.

3 La oración es la vida del corazón nuevo. Debe animarnos en todo momento. Nosotros, sin embargo olvidamos al que es nuestra Vida y nuestro Todo. Por eso los Padres espirituales, en la tradición del Deuteronomio y de los profetas insisten en la oración como un “recuerdo de Dios”, un frecuente despertar la “memoria del corazón”: “Es necesario acordarse de Dios más a menudo que de respirar” (San Gregorio Nacianceno, or. Theol. 1, 4). Pero no se puede orar “en todo tiempo” si no se ora, con particular dedicación, en algunos momentos: son los tiempos fuertes de la oración cristiana, en intensidad y en duración. ( C.I.C 2697)

4 Celebrar la Fe: La Vida Comunitaria:
La liturgia es también participación en la oración de Cristo, dirigida al Padre en el Espíritu Santo. La celebración litúrgica, así, expresa la realidad de la iglesia y la acrecienta. Por eso se dice que es la “cumbre hacia la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” La Vida Comunitaria: La fe en Jesús y la fe de la Iglesia es “inevitablemente” una fe comunitaria. Es una consecuencia directa del proyecto que Jesús nos propone. La vida comunitaria es caminar hacia ese proyecto de Dios y participar de la misma vida de Dios. Una comunidad Cristiana podemos decir que es un grupo de seguidores de Jesús que (Hechos 2, 42 – 47): Viven unidos, oran y celebran la fe juntos, viven el servicio, anuncian y con sus obras, hacen visible el reino.

5 Comprometer la Vida Evangelización:
(Lc 24, 46-47) La experiencia de encuentro de Jesús Resucitado convierte a sus seguidores en testigos. Testigo es aquel que “ha visto y oído”, los cristianos somos testigos, ejerzamos o no este testimonio. Creemos que es una Buena Noticia no solo para nosotros, sino para todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo y de todos los tiempos. Dar testimonio no es solo contar, decir con palabras que Jesús es el Señor de nuestras vidas; sino también mostrar con nuestra vida esta experiencia de Jesús. Evangelización: Es trabajar por los valores del Evangelio, por un mundo donde todos los seres humanos puedan vivir en plenitud, de acuerdo al plan de Dios. La Solidaridad: Al final seremos juzgados por el amor, por lo que hemos hecho en favor de los hermanos que sufren. Vivir la Vida como Compromiso: Como nos proponen los Evangelios, implica que toda nuestra vida la vivamos como compromiso con Jesús y su causa.

6 Tenemos que tener en cuenta todo lo que hacemos.
Proyecto de Vida El proyecto de vida es la respuesta personal a la llamada que Dios nos hace, nuestra vocación cristiana. Tenemos que tener en cuenta todo lo que hacemos. No es algo que se hace de una vez y para siempre. Realizar discernimiento Cristiano en la vida cotidiana. Discernir significa separar y para esto es necesario. Objetivar: Analizar racionalmente lo que vivo y cómo lo vivo. Contrastar con la Palabra de Dios ¿Qué me dice Dios respecto a estas situaciones? Acrecentar la confianza en Dios. Reconocer mis deseos y temores. Arriesgarse a decidir desde esta actitud de confianza y apertura.

7 “Ya no os digo siervos, os digo amigos” (Jn 15, 15)
“Ya no os digo siervos, os digo amigos” (Jn 15, 15). Los cristianos somos los amigos de Cristo, elegidos por él (15, 16). Toda la vida cristiana ha de entenderse como una amistad con Jesucristo, con todo lo que ésta implica de conocimiento personal, mutuo amor, relación íntima y asidua, colaboración, unión inseparable, voluntad de agradarse y no ofenderse. Esa es la amistad que nos hace hijos del Padre, y que nos comunica el Espíritu Santo.

8 Tanto el Catequista de Padres como el Catequista de Niños han sido llamados por el Señor a través de la Iglesia para ser Educadores de la fe de sus hermanos.

9 Características de la Espiritualidad del Catequista:

10 La propia experiencia del encuentro con Jesucristo
la acogida personal del llamado a vivir en su seguimiento animado por el Espíritu Santo

11 El cultivo de una relación de amistad permanente con el Señor

12 La escucha fiel de la Palabra de Dios que forma y transforma su propia vida y lo hace testigo del amor de Dios frente a las demás personas, especialmente sus catequizandos.

13 experimentada como la verdadera familia de los hijos de Dios
Una apertura fiel a la comunidad de los discípulos de Cristo que es la Iglesia, experimentada como la verdadera familia de los hijos de Dios

14 Conciencia y participación comunitaria
Actitud de memoria agradecida Apertura misionera Coherencia y autenticidad para dar el testimonio de su propia vida Espíritu mariano para dar cabida en su corazón a Jesucristo y ofrecerlo como la Virgen María lo hizo con sus hermanos


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