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 Un evento adverso de importancia, ya sea una emergencia extraordinaria o un desastre, por su impacto, consecuencias, abordaje y significación, constituye.

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Presentación del tema: " Un evento adverso de importancia, ya sea una emergencia extraordinaria o un desastre, por su impacto, consecuencias, abordaje y significación, constituye."— Transcripción de la presentación:

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2  Un evento adverso de importancia, ya sea una emergencia extraordinaria o un desastre, por su impacto, consecuencias, abordaje y significación, constituye una construcción social. Por lo tanto, aunque el evento sea de origen natural, siempre es social en la medida en que es investido por una significación histórico-social, política-económica, cultural, científico-técnica como resultado o promotor de un proceso de construcción social de sentidos que hagan de soportes del mismo, con referencia a un mundo de representaciones aprehendido, percibido y/o instituido por la misma sociedad-cultura impactada.

3  La prevención psicosocial en todos los momentos de la Gestión de Riesgos incluidos los de la reparación tienen que ver con la adjudicación o recuperación de sentidos (necesidad primaria de todo sujeto) con la trama simbólica correspondiente. Ello posibilita realizar su elaboración, metabolización crítica, inclusión e integración de los contenidos en el psiquismo; con posibilidades de compartirlos, ponerles palabras, entender, recordar.

4  Es central en la Prevención y Gestión integral e integrada de riesgos la participación comunitaria, interdisciplinaria e intersectorial y la conformación de redes sociales e interinstitucionales lo que favorece la operatividad y significación de los eventos adversos y disminuye el potencial iatrogénico de los mismos.

5  Realizar periódica, intersectorial e interdisciplinariamente, Diagnósticos de la vulnerabilidad psicosocial, los que facilitan los procesos psicoelaborativos en la Gestión Integral de Riesgos, evaluando para su modificación:  1) la situación de injusticia socio-económica, presencia de asimetrías obscenas y vulneración de los derechos ciudadanos y soberanías.  2) el grado de intervención de los determinantes sociales, económicos, políticos y culturales en los procesos de salud-enfermedad y en la vulnerabilización social.

6  3) el ataque o destrucción eco-ambiental.  4) la fragmentación social; fragilidad vincular; carencia, quiebres o descalificación de instituciones y/o de referentes sociales confiables y éticos.  5) la escasa participación socio-política y en la toma de decisiones.  6) la ausencia de capacitación y de formación.

7  7) el arrasamiento del patrimonio cultural.  8) la destrucción de los lugares de encuentro, violencia social e inseguridad especialmente de los excluidos sociales.  9) la profunda crisis o ausencia proyectual singular y/o del conjunto social.

8  -Implementar una Planificación estratégica considerando los distintos procesos preventivos y la incorporación de los diferentes sectores responsables y comunidades; los aportes, sumatorias, resistencias, progresividad, objetivos, acciones y todos los aspectos que conforman este enfoque de gestión.  Realizar -mediante la Planificación estratégica- la preparación psicosocial, con elaboración participativa intersectorial e interdisciplinaria de Mapas de riesgos locales, regionales e interjurisdiccionales, como estrategia psicopreventiva.

9  -Concientizar y formar sobre el impacto psicosocial de un evento adverso para la comprensión del fenómeno, la incorporación del aspecto psicosocial en la sociedad en general y en los/as damnificados en especial.  -Informar preventivamente a la comunidad sobre la posible utilización de defensas psicológicas como la negación, proyección o desplazamiento del riesgo, disociación afectivo- representacional -entre otras- en la misma etapa de prevención primaria.  -Formar en las distintas disciplinas sobre el abordaje de eventos adversos con ciudadanos comunes impactados a fin de limitar el modelo del trauma, de la enfermedad, de lo hospitalocéntrico, de la pasividad, como centrales y apriorísticos.

10  -Realizar talleres formativos sobre Gestión de Riesgos Local a nivel intersectorial con participación de instituciones responsables (bomberos, defensa o protección civil o ciudadana, policía, docentes, juzgado, cooperativas, servicios de emergencias, hospitales, centros de atención primaria de la salud, clubes, medios de comunicación, etc.), representantes barriales y de la comunidad.  -Realizar Convenios para las previsiones y provisiones necesarias ante una situación de emergencia extraordinaria o desastrosa (depósitos, locales e instituciones para evacuados, abrigos, agua potable, alimentos, etc.) entre el Estado (municipal, provincial y nacional) y empresarios, proveedores, supermercados y otros, a los fines de evitar emergencias innecesarias, saqueos, victimizaciones, criminalizaciones, enfrentamientos por desesperación, delitos, etc.

11  -Promover políticas públicas y la elaboración de estrategias para la gestión preventiva de emergencias extraordinarias y desastres en forma permanente y sostenida, para que las respuestas no queden reducidas a lo coyuntural, a lo reactivo o espasmódico ante un evento adverso, sino como resultado de políticas de Estado, ya que la imprevisibilidad genera o agrava las consecuencias a todo nivel.  -Trabajar con todos los sectores sociales, especialmente los más vulnerables o vulnerados (en los que se dan la mayor cantidad de víctimas y damnificados frente a un evento adverso) a fin de la prevención o erradicación del riesgo y de las amenazas, su mitigación, preparación y organización para su afrontamiento y/o su rehabilitación integral (hábitat; urbanización; relocalización; adecuación y seguridad de las construcciones e infraestructura; organización social; vida saludable; trabajo decente; educación; seguridad; etc.).

12  -Prevenir y concientizar sobre la necesidad de organización y participación comunitaria activa, comprometida y responsable, para que la desorientación reinante, la confusión, la vulnerabilidad circunstancial de sujetos, instituciones y comunidades durante un evento adverso masivo, no sean aprovechadas por liderazgos oportunistas, ni por sectores de poder para implementar medidas políticas y/o económicas, las que no serían posibles dentro de una dinámica social regular, por las resistencias que generaría la población afectada por dichas medidas.

13  -Promover la solidaridad y el trabajo organizado a fin de mitigar el miedo, el descontrol, la incertidumbre e inestabilidad de la población damnificada una vez ocurrido un evento adverso y acompañarla en la implementación de sus recursos vinculares para prevenir, elaborar las consecuencias, generar las acciones protectivas, solidarias.  -Promover la participación social activa y comprometida, la investigación, la capacitación y el conocimiento de las medidas preventivas, protectivas y atencionales por parte de la comunidad ante un evento adverso, para su apropiación por el conjunto social.

14  -Esclarecer y promover la necesidad de implementar medidas de triage psicoemocional sobre damnificados/as, su clasificación en la misma emergencia, a los fines de su detección oportuna en las distintas etapas o momentos de un evento desastroso, como de auto-triage psicoemocional protectivo (registro de reacciones, alertas somáticas, señal de angustia importante), medidas de autocuidado, de autoprotección u otras que signifiquen un mejoramiento en las respuestas preventivas, de cuidado a distintos ciudadanos/as en situación de riesgo-vulnerabilidad ante las amenazas, las consecuencias y toda otra medida operativa necesaria (evacuación, autoevacuación, derivación, etc.) para el control o eliminación del o los riesgos.

15 Importancia de la participación:  participar coadyuva a significar la realidad, los riesgos, amenazas y vulnerabilidades, por tanto a eficientizar y fortalecer la capacidad de respuesta.  participar socialmente instrumenta en la capacidad de percibir, dominar y representarse más ajustadamente lo que sucede o lo que va a suceder; favorece la construcción de sentidos compartibles sobre la realidad a partir de confrontaciones, conflictos, acuerdos, argumentaciones, comprobaciones, verosimilitudes.

16  participar coadyuva a reducir las negaciones, la omnipotencia-impotencia o proyecciones defensivas, y a complementar o limitar más adecuadamente los componentes imaginarios, mágicos, míticos, o religiosos del psiquismo singular, conformado en la interacción vincular significativa, social y cultural.  contrariamente, no participar favorece el aislamiento, la soledad por angustia, el desamparo, la desnutrición vincular y social, la vulnerabilidad estructural, la respuesta inadecuada y las dificultades elaborativas.

17  compartir y metabolizar institucional y comunitariamente lo acaecido, facilitan la elaboración e integración psíquica y social de los sujetos y de sus comunidades;  recuperar la grupalidad es clave en la medida que es constituyente del psiquismo y facilitadora de los procesos reparatorios;  participar comunitariamente en todo el proceso de Gestión de Riesgos es fundamental ya que la comunidad suele ser la primer respondiente y colaboradora central en la rehabilitación psicosocial.

18  -promover y facilitar la nutrición vincular en los distintos ámbitos sociales e institucionales para coadyuvar a la elaboración psíquica y a la rehabilitación psicosocial.  -realizar convocatorias, y gestión participativa intersectorial e interinstitucional, jurisdiccional e interjurisdiccional de los riesgos-amenazas-vulnerabilidades y vulnerabilizaciones.

19  promover lazos, agrupamientos, redes y acciones solidarias y la contención individual, familiar, grupal, institucional y comunitaria.  realizar tareas organizativas y participativas sobre seguridad, disminución de la incertidumbre e información centralizada y veraz.

20  -informar sobre las potenciales reacciones o afecciones a corto, mediano y largo plazo, su necesidad de prevenirlas, detectarlas y atenderlas, si se manifiestan, como también realizar el acompañamiento clínico preventivo e interdisciplinario a los distintos tipos de damnificados/as en caso de necesidad.

21  -informar sobre las reacciones esperables al personal de bomberos, de seguridad, de salud u otros intervinientes. Es necesario tener en cuenta que el impacto desastroso produce una serie de reacciones que no deben considerarse síntomas, sino reacciones propias de una experiencia límite o con potencial desbordante, para la cual el psiquismo de los sujetos comunes generalmente cuentan con recursos (a los que se deben reconocer y/o potenciar) para adaptarse activamente, luchar y dominar la situación mediante su significación y realización de las acciones y vinculaciones adecuadas para su contención y reparación.

22  -promover en la intersectorialidad, la participación de los medios de comunicación social para su colaboración en la difusión oportuna de medidas preventivas de auto y heteroprotección a fin de: multiplicar la información de referencia; generar -de acuerdo a las necesidades preventivas- las acciones adecuadas por parte de la población; mitigar la angustia y evitar o concientizar los procesos de negación del riesgo.

23  favorecer la expresión de emociones y la elaboración del impacto, daños y pérdidas.  promover la recuperación de las referencias personales, sociales, culturales y de la vivencia de continuidad.

24 Es central promover, formar y formarse para trabajar con ciudadanos comunes impactados mediante dispositivos multimodales para tramitar el dolor, lo siniestro y lo horroroso a fin de ser convocados para transformarse en creación artística, en vínculos profundos, en encuentro, en pensamiento crítico y no solo intervenir desde el modelo clínico-terapéutico, salvo ajustadas indicaciones interdisciplinarias.

25  Atender a los/las impactados y a damnificados desde una actitud flexible en estilos, reacciones y tiempos elaborativos y con la proxemia y contención adecuadas.  Detectar conductas y grupos de mayor riesgo- vulnerabilidad (niños, niñas y adolescentes huérfanos y carentes de centros de vida, ancianos, discapacitados, enfermos, etc.).  Trabajar con líderes comunitarios y apoyar la elaboración de proyectos.  Promover los recursos solidarios y la participación social en la rehabilitación y reconstrucción.

26  -Orientar en intervenciones de emergencia, de contención en crisis, terapéuticas, de orientación, psico-socio-educativas y en actividades recreativas, artísticas, creativas, culturales y sociales por su carácter preventivo y reparador.  -Promover los recursos culturales y artístico-creativos en general para coadyuvar a la elaboración de lo sucedido, de las pérdidas y daños sufridos.  -Promover y fortalecer o reconstruir los vínculos grupales, institucionales y sociales, los sentidos y las estrategias de abordaje basados en la comunidad.

27  Es fundamental evitar la estigmatización de los/las impactados y/o damnificados a priori como ‘enfermos y traumatizados’, porque es consagrarlos desde un lugar de poder diagnóstico, como víctimas, a veces funcionando el profesional psi u otro (consciente o inconscientemente) como ejecutor de intereses velados que pueden utilizar el evento adverso como oportunidad económica y/o política.  Es central acompañar a los/las sobrevivientes de un evento adverso que hayan sufrido daños para que se asuman como damnificados/as a fin de salir del lugar de víctima a menudo asignado (como pasiva, enferma, muerta-viva) y poder recuperar subjetividad, dignidad, vínculos saludables y ejercicio de ciudadanía.

28  -Disminuye la cantidad de víctimas y damnificados/as.  -Merman las consecuencias psicosociales.  -Reduce el temor a la repetición del fenómeno colapsante o desbordante.  Posibilita informar y formar a los/las distintos responsables operativos.

29  Coadyuva a la regulación del estrés y disminuye la vulnerabilización estructural (psicovincular; representacional; social; intra e intersistemas - neuro-inmune-endócrino).  Aporta al conocimiento mutuo y al trabajo en red; merman las posibilidades de patologización de las reacciones propias al impacto o que las mismas se transformen en síntomas, en enfermedades de distintos tipos o se produzca un encapsulamiento patológico del evento y su transmisión vincular profunda en lo social y en lo intergeneracional.

30  -Favorece la organización de la respuesta y el dominio del caos en menor tiempo; también la responsabilidad compartida, la solidaridad y la toma de decisiones sobre las medidas más oportunas y eficaces a tomar.  -Favorece las respuestas solidarias, la participación intersectorial y la elaboración psicoafectiva y social de la experiencia y de las vivencias resultantes.

31  -Posibilita una recuperación o afianzamiento de ideales y del proyecto vital tanto singular como comunitario.  -Contribuye a la toma de medidas de autoprotección, de autotriage, de pedido u otorgamiento de ayuda solidaria, de protección en forma oportuna, conocimiento de las referencias y llamadas clave.  -Disminuye el impacto y las consecuencias psicosociales del contacto con lo siniestro, con lo terrorífico.

32  -Evita una medicalización y/o control químico innecesario -en muchos casos- de las reacciones psicosociales, del malestar psicoemocional y social, lo que puede limitar su tramitación y el ejercicio de derechos.  -Evita psicologizar, psiquiatrizar, medicalizar al impactado/a o damnificado/a por un evento adverso.  -Coadyuva a recrear y revisar críticamente el concepto de trauma psíquico y/o social, y su instalación masiva en una comunidad impactada, para que la misma no sea ‘patologizada’, ni se le asignen categorías nosográficas como ‘psicosis colectiva’ u otras.

33  -Contribuye a la recuperación integral, al dominio de la situación y de las vivencias ligadas a la continuidad psíquica y social, como a una más rápida reestructuración proyectual.  -Mitiga la posibilidad de que los temores y miedos se transformen en horror, y por consiguiente en parálisis, descontrol, caos.  -Facilita una mejor elaboración de las pérdidas y de los duelos en general y una disminución de los procesos de culpabilización y de las defensas disociativas.  -Previene la victimización o revictimización social.

34  -La falta de tareas preventivas y de articulación intersectorial.  -La ausencia de red de interacción social solidaria, de servicios asistenciales y de gestión social y política de riesgos.  -El incremento de la negación, desmentida o proyección del riesgo-vulnerabilidad y de las amenazas.  -La emergencia de lo siniestro, de lo terrorífico a nivel masivo.

35  Las dificultades para brindar contención social e institucional a los necesarios procesos elaborativos de los/las damnificados.  -La presencia de discriminación social negativa por origen, género, religión, enfermedad, pobreza, discapacidad u otras.

36  -La ausencia de formación en la gestión de riesgos en y con la comunidad.  -Los problemas de comunicación y en el intercambio de información sobre la situación entre los organismos responsables, como de difusión oportuna sobre las acciones realizadas y a realizar.

37  La ausencia de información veraz y de contención por parte de los medios de difusión.  -La falta de verificación de la difusión o de centralización de la información.  -La difusión distorsionada, irresponsable o sesgada de riesgos como estrategia para taponar o invisibilizar otros problemas socio- económicos y/o políticos.

38  La disociación de los organismos y/o expertos con la -o alejados de la- comunidad.  -La irrupción de técnicos, expertos, emergencistas y voluntarios desorganizados y no convocados (ya que puede provocar conflictos, confusión y nuevas rupturas para los/las damnificados, complicaciones operativas y en las responsabilidades).

39  -El mantenimiento de la desorganización, del caos y la confusión por falta de conducción de la situación.  -La negación, arrasamiento o desconocimiento de los derechos de los/las damnificados.  -La ineficiencia en la gestión oficial, el silencio manipulado, la falta de respuesta y/o el manejo discrecional, injusto o corrupto de asignaciones.

40  - Las relaciones de poder problemáticas: 1) incrementan las diferencias político-institucionales, interjurisdiccionales y la potencia saboteante; 2) aumentan la tensión entre visibilización- invisibilización de las causas; 3) acrecienta la omnipotencia disciplinaria y/o sectorial; los tabicamientos, refugios normativos, exclusividades, la especialización aislada y/o reduccionista.  -La impunidad de los distintos responsables de las causas del evento, del manejo corrupto y/o de la falta de prevención y de respuesta ante las consecuencias sociales y económicas producidas.


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