5- ANÁLISIS DE LOS DISCURSOS Discurso, texto, contexto, co-texto Enunciación/enunciado Producción/reconocimiento Enunciador/enunciatario Pacto de Lectura Interpretación
¡Atención! Tres cuestiones, muy relacionadas entre sí, son poco o mal contempladas en la semiótica peirceana y son mejor abordadas desde una semiótica post-estructuralista: El sujeto La enunciación La narratividad
Lengua Discurso (Ricoeur) Virtual - Atemporal Ocurre en un momento determinado Se autocontiene Remite a personas que hablan, oyen, leen, escriben Condición necesaria para la comunicación pero no comunica per se Comunica entre interlocutores Sistema de signos que refieren a otros signos dentro del mismo sistema Refiere a un mundo que intenta representar
Texto Discurso TEXTO Artefacto planificado con una orientación pragmática. Constructo teórico y abstracto que se realiza en el discurso. DISCURSO Texto + Contexto. Resultado de un proceso activo que para su análisis exige que se consideren las restricciones de la producción y la recepción textual.
7 características del texto: remite a Cohesión texto Coherencia Intencionalidad productor Aceptabilidad receptor Situacionalidad situación comunic. Informatividad conocimientos Intertextualidad otros textos
En el análisis pragmático se analizan diferentes variables relevantes para la comprensión de un enunciado o para explicar la elección de determinadas formas superficiales para realizarlo, en razón de los factores contextuales. Entre las variables relevantes están: La situación: En esta parte, se analiza el lugar y el tiempo donde ocurre el discurso. El contexto socio-cultural. Las personas presentes y el tipo de relación. La información presuntamente compartida.
TEXTO – CONTEXTO – CO-TEXTO ¡Un texto no es un producto de laboratorio! Sucede en un contexto Conjunto de circunstancias políticas, económicas, culturales, psicológicas, etc, que enmarcan y condi- cionan la producción textual. Al interior de un texto, el resto de los signos que lo constituyen, en relación a uno determinado, es el CO-TEXTO.
La figura animal forma parte del co-texto en relación a la figura antropomorfa. Las condiciones en las que estas mujeres tejen constituyen el contexto de producción de la manta (texto).
Enunciado Enunciación Lo realizado, el producto, un es- La puesta en funcionamien- pacio en el que aparece la hue- to de un código, un aconte- lla de la enunciación. cimiento irrepetible. Orden de lo que se dice. Orden del decir y sus moda- Contenido. lidades.
Dispositivo de enunciación ENUNCIADOR: lugar que se atribuye a sí mismo el que habla. Figuras discursivas b) ENUNCIATARIO: imagen de aquel a quien va dirigido el texto. c) PACTO DE LECTURA: relación entre el enunciador y el enunciatario propuesta en el discurso. - Posición didáctica o no-didáctica. Espacios que enunciador - Transparencia u opacidad. y enunciatario deciden asumir - Distancia o diálogo. - Valores y saberes compartidos. - Verosimilitud.
Lector modelo lector empírico Enunciador (autor modelo, para Eco): figura discursiva construida en el texto. Autor modelo autor empírico Enunciatario (lector modelo, para Eco): figura discursiva construida en el texto. Lector modelo lector empírico
La enciclopedia del lector Umberto Eco denominó “enciclopedia del lector” a esa suerte de base de datos que todos tenemos almacenada en el cerebro. Obtenemos los datos a partir de lecturas, vivencias, sueños, experiencias, etc. Todo texto tiene “huecos” que el lector rellena con el contenido de su enciclopedia. Por lo tanto, el enunciatario es la figura textual prevista por el enunciador (lector modelo) como aquella dotada de una enciclopedia tal que le permita llenar esos “huecos” de información.
10=nota más alta. Matemática=materia muy difícil que enseña la Seño Raquel. ¡¡Me saqué un 10 en matemática!!
Gramática de producción / reconocimiento Toda producción de sentido es necesariamente social: no se describe ni explica un proceso significante sin explicar sus condiciones sociales de producción. Todo fenómeno social es un proceso de producción de sentido, cualquiera que fuere el nivel de análisis. Los «objetos» que interesan al análisis de los discursos son sistemas de relaciones: sistemas de relaciones que todo producto significante mantiene con sus condiciones de generación por una parte y con sus efectos por la otra. La semiosis está a ambos lados de la distinción: tanto las condiciones productivas cuanto los objetos significantes contienen sentido. Entre las condiciones productivas de un discurso hay siempre otros discursos.
Las relaciones de los discursos con sus condiciones de producción por una parte y con sus condiciones de reconocimiento por otra parte, deben poder representarse en forma sistemática; debemos tener en cuenta reglas de generación y reglas de lectura: en el primer caso se habla de gramáticas de producción y en el segundo, de gramáticas de reconocimiento. Las reglas que componen estas gramáticas describen operaciones de asignación de sentido en las materias significantes. Estas operaciones se reconstruyen a partir de marcas presentes en la materia significante, Son siempre operaciones subyacentes, reconstruidas a partir de marcas inscriptas en la superficie material. Estos dos conjuntos no son jamás idénticos: las condiciones de producción de un conjunto significante no son nunca las mismas que las del reconocimiento. La distancia entre producción y reconocimiento es variable según el nivel de funcionamiento de la semiosis en que uno se coloca, así como según el tipo de conjunto significante estudiado.
Por lo tanto… Definimos la SEMIOSIS como la red interdiscursiva de la producción social de sentido. La semiosis es ternaria, social, infinita, histórica. Peirce Objeto/discurso Signo Discurso Objeto Representaciones Interpretante Operaciones
Gramática de producción G. de reconocimiento Sistemas productivos Análisis de las relaciones Análisis de las relaciones entre discurso y condicio- entre discurso y sus “efec- nes de producción tos” Análisis de los aspectos Análisis del poder de un Ideológicos discurso
Un enfoque más productivo, entonces… …es considerar las relaciones sociales como mediadas por cosas en una relación triádica donde la gente, las cosas y las palabras, en combinaciones variadas, pueden todas funcionar como signos, objetos e interpretantes, dependiendo del contexto semiótico.
¿Qué es interpretar?
Umberto Eco propone tres posibilidades: Interpretar es descubrir … del autor la intención del lector del texto ???
¿La intención del autor? “¿Qué quiso decir el autor?” ¡Pregunta imposible de responder! Cualquier intento remite a la así llamada FALACIA BIOGRÁFICA
¿La intención del lector? No existe un “interpretómetro”; luego, cada uno es dueño de asignarle al texto el sentido que prefiera… ¡Uso interpretación!
¿La intención del texto? Los que sostienen esta postura se denominan textualistas ( contextualistas). El sentido del texto está en el texto mismo (no se puede reconstruir el contexto): Formalismo Estructuralismo Todo texto es producido en un contexto, que condiciona su interpretación: Marxismo Análisis de los discursos
¿Entonces?...
La semiótica de la interpretación propone: CÍRCULO HERMENÉUTICO para inferir presente en Autor modelo texto Lector modelo Presente en reconstruir Intérprete Gramática de producción (contexto) Gramática de recepción (contexto de lectura)
El número de hipótesis se reduce: Las hipótesis interpretativas siguen siendo varias, pero su número se reduce al cotejarlas con el texto mismo: PRINCIPIO DE ECONOMÍA INTERPRETATIVA La hipótesis más válida es la que demanda menor tiempo y esfuerzo en ser contrastada con el texto.
¡Qué alivio! Interpretar es posible…
Y, ¿en el caso de la Arqueología? Un sitio/objeto arqueológico es un TEXTO: Es un encadenamiento coherente de signos. Responde a todas las características textuales antes señaladas. Es susceptible de ser “leído” como tal. Pueden inferirse de él hipótesis interpretativas. Fue producido por un autor modelo, en base a una gramática de producción, para un lector modelo.
La analogía textual en Arqueología Hodder introduce la analogía textual en Arqueología en dos pasos: Considera el registro arqueológico como “un texto a ser leído” en un sentido más o menos convencional (Reading the past- 1986). Remarca asimismo que la analogía textual implica “asociado a” o “en contexto”. Influido por Paul Ricoeur, argumenta que la acción humana puede ser concebida como portadora de las mismas propiedades del discurso y el texto: “cualquier acción material, como la elaboración de una vasija o el descarte de un artefacto, tiene un contenido proposicional que puede ser identificado y reidentificado.
Las críticas a la analogía textual: Miller: cuestiona la aplicabilidad de la sintaxis, la semántica y la pragmática al estudio de la cultura material. Wylie: argumenta que la analogía lingüística se sostiene primariamente a nivel del proceso y sentidos de la codificación y astutamente reconoce que una cierta competencia mediadora gobernaría la estructuración de la cultura material. Wynn argumenta que el modelo lingüístico es inapropiado puesto que no hay nada similar a la sintaxis en la cultura material. Shanks y Tilley: la cultura material es al mismo tiempo más simple y más compleja que la lengua. Más simple porque las relaciones sintácticas son más explícitas y más compleja por su polivalencia.
Argumentos a favor de la analogía textual: Textualización y contextualización son prácticas centrales en la constitución del orden social. Silverstein y Urban: los textos son precipitados momentáneos de procesos culturales continuos. Los significados materiales se articulan a través de la lengua. Nos comunicamos a diario sobre cómo hacer las cosas o cómo interpretarlas. Muchos artificios lingüísticos, como los deícticos, tienen sus análogos en la cultura material. Del mismo modo que “yo” implica la existencia de un hablante, un objeto implica la existencia de su hacedor. Esta propiedad referencial es la indexicalidad y el punto de partida para todo análisis semiótico de la cultura material.
Dos consecuencias de esta analogía: Revela que los significados de la cultura material son continuamente generados a través de la práctica y esos significados estructuran y constituyen el pensamiento. El concepto de texto enlaza el significado simbólico con poder y estrategia social, porque no cualquiera en una sociedad dada está autorizado a escribir un texto o asignar un significado particular.
Pero… ¿¿y la objetividad??
La objetividad no es una cualidad absoluta o abstracta a ser alcanzada La objetividad no es una cualidad absoluta o abstracta a ser alcanzada. La objetividad se construye. Por lo tanto, una afirmación objetiva es, por lo menos, fuerte, y su fortaleza proviene de su coherencia lógica, o porque la afirmación se corresponde con algo que está fuera de ella y que es más sólido que ella. Cabe diferenciar entre relativismo epistémico y juicio relativo. El relativismo epistémico sostiene que el conocimiento está enraizado en un tiempo y cultura particulares. Afirmar un relativismo que sostiene que la objetividad se construye es simplemente afirmar la racionalidad. Si negamos la objetividad como una esencia, la subjetividad resulta entonces la forma que toma el mundo de los objetos.
¡Atención! Conviene tener en cuenta que… La cultura material no es simplemente una colección de signos, motivados o no, a ser pasivamente interpretados por un lector: La cultura material es una práctica social activa de compromiso con el mundo.
Pero… ¡el arqueólogo no es el lector modelo de ese texto!
Por lo tanto, su labor interpretativa consiste en: Conciente de que su gramática de recepción no es la del lector modelo previsto, infiere el lector modelo previsto en el texto, a partir de la reconstrucción de la gramática de producción del autor modelo, y así puede elaborar una hipótesis interpretativa que cotejará con el texto mismo.
En conclusión… La arqueología es un discurso pragmático constituido por prácticas significantes en el presente que se articulan sistemáticamente con prácticas significantes del pasado.