Al analizar el Sistema Electoral cubano, sus particularidades y retos es imprescindible dedicar algunas reflexiones al Sistema Político de nuestro país. Las razones que obligan a ello tienen que ver, nada más y nada menos, que con la existencia de la Revolución y la nación cubana misma.

El V Congreso del Partido lo definió con exactitud y precisión de la manera siguiente: “(…) Nuestro Sistema Político, que consagra el poder del pueblo, es la principal conquista que debemos salvar, porque de él dependen todas las demás. La historia ha demostrado dramáticamente que cuando el pueblo pierde el poder político, lo pierde todo”.

Desde mucho antes, al referirse a un componente esencial del sistema, el Primer Secretario del Comité Central del Partido, Fidel Castro, señalaba : “…El pueblo es quien postula y elige a sus representantes” “Postula el pueblo, en cada circunscripción se reúnen los vecinos y proponen y postulan, sin la intervención del Partido, no es el Partido el que postula …” (…) En ese proceso no puede intervenir el Partido, está terminantemente prohibido”

Un momento de excepcional demostración de la inquebrantable decisión del pueblo cubano de defender su presente y su futuro, se registró en junio de 2002, cuando más de 8 millones de electores en respuesta a las manifestaciones injerencistas y ofensivas del Presidente de los Estados Unidos, ratificaran el contenido socialista de la Constitución e interesaron de la Asamblea Nacional del Poder Popular, dejara consignado en ésta el carácter irrevocable del socialismo y del sistema político y social revolucionario por ella diseñado, lo cual hicieron los Diputados de manera unánime.

FUNDAMENTADOS EN ESTOS PRINCIPIOS ABORDAREMOS AHORA EL TEMA OBJETO DE ESTAS REFLEXIONES. El propósito no será detenernos en los detalles y consideraciones técnicos-legales del Sistema y de la Ley Electoral, sino el de llamar la atención sobre los elementos más relevantes y sustanciosos del proceso, que son inherentes al Sistema Político y a nuestra democracia, y que todos los cubanos debemos conocer y dominar, para que ello permita, al momento de la postulación de los candidatos y de su elección, que los electores ejerzan su derecho al voto con conocimiento consciente y pleno del real significado de ese estratégico acto.

En correspondencia con estos criterios, lo primero que podemos explicar del Sistema Político cubano es que éste es auténtico, genuino, propio, por tanto, no es copia de ningún otro, lo que responde al legado de José Martí cuando afirmó que: “Sólo echan raíces en las naciones las formas de gobierno que nacen de ellas”.

Como la Constitución da sustento jurídico legal al Estado y regula sus fundamentos políticos, sociales y económicos, nos referiremos solamente en este momento, a algunas de las principales definiciones que se relacionan más directamente con las formas y mecanismos en que el pueblo ejerce el poder y su relación con el Sistema Electoral, para lo cual mencionaremos los principios básicos siguientes: Existencia de un solo poder: el poder del pueblo. Poder que es ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ellas se derivan, en la forma y según las normas fijadas por la Constitución y las Leyes.

Que la Asamblea Nacional del Poder Popular sea el órgano supremo del Estado, y también el único con potestad constituyente. Que el Poder Popular funcione como un sistema, desde la Asamblea Nacional del Poder Popular hasta la comunidad (el barrio, el poblado). Todos los órganos representativos del poder del Estado son electivos y renovables. Las masas populares controlan la actividad de los órganos estatales, de los Diputados, de los Delegados y de los funcionarios.

Las disposiciones de los órganos estatales superiores son de obligatorio cumplimiento para los inferiores. Los órganos estatales inferiores responden ante los superiores y le rinden cuenta de su gestión. La libertad de discusión, el ejercicio de la crítica y la autocrítica y la subordinación de la minoría a la mayoría rige en todos los órganos estatales colegiados. Incorpora, como elemento principal, las formas de democracia directa y participativa al carácter inevitablemente representativo que debe tener la institucionalización de una democracia moderna.

Garantiza que el contenido democrático de la sociedad cubana no se agote en el sistema del Poder Popular y en el ejercicio electoral, fomentando una cultura participativa que incluye las funciones y acciones de las organizaciones de masas y sociales (ONGs) que integran la sociedad civil. Garantiza la más alta forma de pluralidad de opiniones, criterios y acciones en el seno de la sociedad cubana.

PARA PRESENTARLO DE LA FORMA MÁS COMPRENSIBLE LO EXPRESAREMOS DE ESTE MODO: En la cúspide del sistema, la Asamblea Nacional del Poder Popular y el Consejo de Estado como el órgano que la representa entre uno y otro período de sesiones, que ejecuta los acuerdos de ésta y cumple las demás funciones que la Constitución le atribuye.

Las Asambleas Provinciales y Municipales del Poder Popular, constituidas en las demarcaciones político- administrativas en que se divide el territorio nacional, son los órganos superiores locales del poder del Estado, y,… dentro del marco de su competencia, ajustándose a la ley, ejercen gobierno. Los Consejos Populares que se constituyen en ciudades, pueblos, barrios, poblados y zonas rurales; están investidos de la más alta autoridad para el desempeño de sus funciones, representan a la demarcación donde actúan y a la vez son representantes de los órganos del Poder Popular, municipal, provincial y nacional.

En la base contamos con la Circunscripción, que no es un órgano del Poder Popular. No constituye una instancia intermedia a los fines de la división político- administrativa. No dispone de estructuras administrativas subordinadas. Es una división del Municipio a los efectos de las elecciones en su territorio. Es en fin, la célula básica de toda la estructura del Poder Popular, cuya concepción y funcionamiento convergen esencialmente en la figura del Delegado y representa los aportes más legítimos y auténticos de nuestro sistema democrático. Cuyo trabajo, como lo definiera Fidel, “es político, no es solo estatal; el Estado es político y el trabajo de ese hombre allí, de ese Delegado de circunscripción, es muy político”.

1.Los Diputados no reciben salario por sus funciones y se mantienen vinculados, a todos los efectos, a los centros laborales de donde proceden. 2.Que los Diputados puedan ejercer otros cargos electivos como presidentes de Asambleas Provinciales y Municipales del Poder Popular y de los Consejos Populares. 3.Que el Ejecutivo no pueda disolver la Asamblea Nacional. 4.Que el Ejecutivo no pueda vetar las leyes que aprueba la Asamblea Nacional.

5.Que las organizaciones de masas y sociales tengan derecho a ejercer la iniciativa legislativa. 6.Que hasta el 50% de los Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular sean Delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular. 7.Que las leyes que se aprueban en la Asamblea Nacional la discutan, además de los Diputados y las Comisiones Permanentes de Trabajo, los especialistas y trabajadores de los sectores implicados. 8.Que los electores participen, junto a los Diputados, en las principales decisiones que se adoptan y que puedan afectar a las personas y a todo el país.

En el año 1974, en la clausura del Seminario que se impartió a los Delegados que iniciarían la experiencia sobre la constitución de los órganos del Poder Popular en la provincia de Matanzas, el Segundo Secretario del Comité Central del Partido, Raúl Castro, expresó: “...esos representantes van a ejercer gobierno, a intervenir en todas las decisiones estatales que afectan a la comunidad, (...) a través de esos representantes, las masas van a participar sistemática y regularmente en los asuntos del gobierno de la sociedad y en la discusión y solución de todos los problemas estatales...”.

Como las funciones de los Delgados están definidas en la Constitución, la Ley Electoral y en el Reglamento de las Asambleas Municipales del Poder Popular, a los efectos de estas reflexiones solo me detendré en llamar la atención sobre otros asuntos relevantes.

El Delegado a la Asamblea Municipal del Poder Popular puede ser elegido también para los cargos siguientes:  Presidente o Vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular.  Presidente de una Comisión Permanente o Temporal de Trabajo de la Asamblea Municipal del Poder Popular.  Delegado a la Asamblea Provincial del Poder Popular, e integrante de una de sus Comisiones Permanentes o Temporales de Trabajo.

 Presidente de un Consejo Popular.  Diputado a la Asamblea Nacional, e integrante de una de sus Comisiones Permanentes o Temporales de Trabajo.  Miembro del Consejo de Estado.

Además los Delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular participan en otras importantes decisiones, tales como: En la función de ejercer gobierno que realiza la Asamblea Municipal del Poder Popular. En la nominación de candidatos a las Asambleas Provinciales del Poder Popular y de Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

En la revocación del mandato de Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular y de Delegados a la Asamblea Provincial del Poder Popular, que hayan sido elegidos por su municipio. En la elección para cubrir cargos vacantes de Diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular y de Delegados a la Asamblea Provincial del Poder Popular. En la aprobación del plan económico – social y el presupuesto del municipio.

Tomando en consideración que el proceso de las elecciones generales de se desarrolla en circunstancias excepcionales tanto en el plano nacional como internacional, es apropiado dedicar algunas palabras a los planes del Gobierno norteamericano para destruir la Revolución. En el Plan Bush, aprobado en mayo de 2004, se contempla que “El gobierno de Estados Unidos ofrecerá asistencia para enmendar la actual Constitución comunista a través de legislaciones internas u ordenes ejecutivas o la suspenderá en su totalidad”.

Relacionado con cuestiones más específicas de nuestras elecciones se disponen a “(…) Crear y fortalecer, con el apoyo y asistencia de Estados Unidos, un sistema electoral democrático para la redacción y reforma de las leyes electorales y capacitación de los funcionarios electorales en cuestiones de inscripción de votantes, mantenimiento de los censos electorales y procedimientos de votación.” El 10 de julio de 2006, el Presidente Bush dio a conocer de forma oficial el informe mediante una breve declaración a la prensa de los aspectos complementarios del documento de la llamada “Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre”.

El documento de 2006 no sustituye ni modifica el plan de Por el contrario se toma como base y lo enriquece, adicionando medidas que refuerzan la política de guerra económica contra Cuba, incluyendo un nuevo elemento agravante y peligroso, un anexo secreto, el que nos ofrece toda la razón para pensar que contiene más ataques terroristas, nuevos intentos de asesinatos contra dirigentes de la Revolución e incluso la agresión militar.

Por lo que interesa al tema que analizamos, diremos que en el Capítulo 3 del documento dedican una buena parte para “ayudar a los cubanos a obtener elecciones libres y justas”. Este acápite no oculta que Estados Unidos tratará de alcanzar durante la ocupación militar el desmantelamiento del sistema político socialista y, en primer lugar, del Partido Comunista.

No debemos olvidar en ningún momento que la madre de estas agresivas medidas administrativas de 2004 y 2006, se encuentran en la Ley Helms –Burton, tanto en la Sección 109 en la que se autoriza al Presidente norteamericano a “prestar asistencia y otros tipos de apoyo a personas y organizaciones no gubernamentales independientes a favor de los esfuerzos de democratización de Cuba”, como en la Sección 205 “Requisitos y factores para determinar la existencia de un gobierno de transición”, que establece “haya expresado públicamente su compromiso de organizar elecciones libres y justas para un nuevo gobierno”… “con la participación de múltiples partidos independientes que tengan un acceso pleno y equitativo a los medios de difusión”… “no incluyan a Fidel Castro ni a Raúl Castro”.

Para el pueblo cubano queda claro que la respuesta a este plan está contenida en el alerta que nos hiciera José Martí: “(…) A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispersarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin nuestra patria libre. “Plan contra plan”.

Nuestro Comandante en Jefe durante el Tercer Período de Sesiones de la VI Legislatura de la Asamblea Nacional cuando los Diputados daban respuesta al plan Bush 2004, afirmó: “(…) no queremos que se equivoquen, desde luego que no nos conviene en absoluto un disparate de ese tipo, pero “(…) como dice la declaración en su parte final: “si nos atacan, aquí sufrirán su mayor y más vergonzosa derrota”.

Como complemento de estas definiciones debemos agregar en el plano político-ideológico que es imprescindible también continuar perfeccionando el Sistema Político, los órganos del Poder Popular, el Sistema Electoral, y lograr una mayor participación de los cubanos y cubanas en su derecho de ejercer gobierno. A partir, en primer lugar, de mantener la invulnerabilidad alcanzada en la defensa del país. Por lo que se refiere al Sistema Electoral, será necesario que desarrollemos una cultura superior y más consciente dirigida, de manera especial, a aquellos aspectos que nos convierten en una bandera y en un referente, a saber:

1.Postulación de los candidatos por el pueblo. 2.Revocación de los elegidos en cualquier momento del mandato. 3.Registro Electoral, automático, gratuito y de total transparencia. 4.Rendición de cuenta de los elegidos a sus electores. 5.Absoluta transparencia en la votación y en el conteo de los votos.

6.El carácter y contenido de la campaña electoral. 7.Financiamiento de las elecciones por el Estado. 8.La edad para votar (16 años) y para ser elegido Diputado (18 años). 9.Alto por ciento de votantes, lo que da una mayor legitimidad a los resultados de las elecciones y un mayor compromiso entre elegidos y electores.

10.La composición de la Asamblea Nacional, Provinciales y Municipales. Su profundo carácter popular. 11.La estructura de base del sistema del Poder Popular: el Consejo Popular y la Circunscripción. 12.Que todos los elegidos tengan que serlo por más del 50% de los votos válidamente emitidos.

Concluyo estas reflexiones expresando la convicción que nuestro pueblo revolucionario hará válida en las próximas elecciones la sentencia de José Martí: “(…) El voto es un depósito más delicado que otro alguno, pues va con él vida, honor y porvenir”.