A ÑO DIOCESANO DE LA FAMILIA

¿Q UÉ ES ? Es un año donde pondremos bajo la mirada pastoral de la Iglesia diocesana de Mar del Plata el misterio de la familia Es un tiempo de oración, de reflexión y de análisis para realizar propuestas pastorales para la familia

¿P OR QUÉ ? “La familia es un “patrimonio de la humanidad”, y constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos. Ella ha sido y es escuela de la fe, palestra de los valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente” Benedicto XVI, Discurso inaugural de Aparecida La familia es elegida por Dios como lugar de salvación… en ella cada persona puede, con la Gracia de Dios, alcanzar la madurez integral Percibimos que la familia es un valor apreciado por nuestro pueblo. El hogar sigue siendo un lugar de encuentro de las personas

Las familias atraviesan hoy momentos de dificultad, que sufren el drama de la división, de la enfermedad, de la falta de trabajo, de la separación “La familia recibe amenazas provocadas por el secularismo y el relativismo ético, por diversos flujos migratorios internos y externos, por la pobreza, por la inestabilidad social y por legislaciones contrarias al matrimonio” Benedicto XVI, Discurso inaugural de Aparecida Hace falta una URGENTE formación de la conciencia en la verdad sobre el bien de la persona y de la familia

La familia es el santuario de la vida; es en ella donde la vida debe ser engendrada, cuidada y protegida. La familia es garante y custodia de la vida, a ella ha sido confiada y reviste una grave responsabilidad de los padres asumir este servicio La familia es el ámbito originario de la educación, ese proceso de maduración integral de la persona a la luz de la verdad. En el hogar se forman los cimientos de la personalidad, de la conciencia y se desarrollan las virtudes que permiten guiar a la persona a una madurez plena e integrada.

¿P ARA QUÉ ? Anunciar con renovado ardor y valorar con compromiso efectivo el tesoro de la familia. Reflexionar y discernir con atención los rasgos de la cultura contemporánea que afectan a la dignidad de la persona y de la familia a la luz de la Palabra de Dios y bajo la guía del Magisterio de la Iglesia Recuperar y fortalecer la dimensión religiosa de la familia, para que cada familia se deje encontrar por Jesucristo y le abra las puertas de su corazón y de su hogar Incorporar a todas las familias en el corazón de la Iglesia

Dar respuestas adecuadas a los conflictos y enfrentamientos, a las divisiones y rencores, a las diferencias generacionales y a los resentimientos Invitar a desplegar la creatividad del amor y asumir los desafíos del perdón, de la misericordia, de la reconciliación

¿Q UIÉNES ? Les pido a todos, sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, fieles laicos, comunidades, instituciones educativas y movimientos… dar prioridad a la familia Todas las parroquias, comunidades educativas, movimientos e instituciones de la Iglesia deben asumir el desafío de una profunda renovación, que tenga como horizonte la inserción y acompañamiento de las familias Todos en todas y cada una de las iniciativas que las distintas comunidades vayan generando y proponiendo a lo largo de este año

Congreso de la familia: 21 al 23 de mayo en el Colegio Santa Cecilia de Mar del Plata 10 delegados por parroquia 5 delegados por colegio 5 delegados por movimiento Acto masivo de la familia: 4 de septiembre Toda la iglesia diocesana unida para manifestar la belleza de la familia

¿C ÓMO ? A lo largo del año habrá propuestas diocesanas, en el marco de la Solemnidad de Pentecostés, nos reuniremos en un congreso para estudiar la problemática de la familia en nuestra diócesis, nos reuniremos para celebrar el don de Dios, pero les pido a todos que acompañen y sostengan las acciones que cada comunidad ponga en práctica. Los invito a entronizar en el hogar el ícono que acompaña nuestro camino pastoral Volviendo la mirada a la Sagrada Familia, permaneciendo en su escuela y asumiendo con compromiso la hora de la familia

Quédate con nosotros Señor. Quédate en nuestra familia, ilumínanos en la noche de la duda, se sostén en nuestras dificultades, consuélanos en nuestros sufrimientos y haz fecunda la fatiga de cada día. Aleja de nuestro hogar todo mal y afirma nuestros pasos en el bien y en el amor. Te pedimos por las familias de nuestra comunidad, de nuestra diócesis y de nuestra Patria. Ayúdanos a trabajar unidos, a cultivar los valores, a defender con pasión la vida. En esta hora de la familia te pedimos la gracia de anunciar y valorar el tesoro de la familia, cuando en torno a ella se acumulan sombras que amenazan su unidad y su naturaleza. Tú que eres la Vida, quédate en nuestros hogares, para que sigan siendo nidos donde nazca la vida humana, se la acoja, se la ame y se la respete, desde su concepción hasta su término natural. Amén