CAPITULO 2 EDUCACIÓN Y COMUNICACIÓN EN EL CARISMA

En la tradición salesiana, educación y comunicación están unidas en la vida concreta de nuestros fundadores

La comunidad de Valdocco se presenta como una gran familia donde se reducen al mínimo las formalidades “Ganar el corazón”, “hacerse amar y aceptar” son las mejores estrategias para orientar al joven a la acogida de los valores.

DonBosco también hace opinión en la sociedad. Publica una serie de pequeñas obras de sólidos contenidos formativos (Las lecturas católicas y el Boletín Salesiano) para establecer con sus colaboradores y bienhechores una red periódica de intercambios recíprocos

Como en Don Bosco, también en María Dominga Mazzarello, piedra angular del Instituto de las FMA, descubrimos una fuerte y acentuada necesidad de comunicación y una rara habilidad para establecer relaciones auténticas.

Su capacidad de “entender” personas y situaciones procede de una actitud consciente de participación afectivo-emotiva que la hace intuitiva y perspicaz

“La primera comunidad de Mornese estaba caracterizada por un estilo familiar, sencillo y sereno. Esto favorece la creación de relaciones auténticas y predispone a las jóvenes a la escucha y a la simpatía”

María Dominica no sólo escribe y llega a las Hermanas, sino que desea recibir sus noticias. Las cartas recibidas acortan las distancias y potencian la comunión fraterna El desarrollo del Instituto se presenta como una red de relaciones cada vez más amplias, intensas, participativas, no sólo con el fin de transmitir contenidos, sino de instaurar una serie de relaciones, en vistas a alcanzar objetivos educativos con perspectiva misionera.

Aperturas comunicativas, ayer y hoy Algunos instrumentos mantienen vivo el vínculo de comunión: Notiziario, Unione, Primavera mundo joven, Da mihi animas, Proyecto Formativo, sitio web salesianascolombia.org

En la experiencia de las Hijas de María Auxiliadora, el estilo de relación “se basa en el sentido cristiano de la vida y en la visión optimista del ser humano”. De ahí se deriva el arte de educar en positivo a través de la síntesis de educación, comunicación y evangelización propia del Sistema Preventivo.

La educación preventiva, sobre todo hoy, significa fijar la atención en las exigencias comunicativas de las generaciones jóvenes, educarlas al diálogo interpersonal, a la apertura al otro en el respeto de su originalidad, a la vida de grupo como taller de relaciones auténticas, a descubrir a la familia, a compartir en la comunidad de fe, a la utilización positiva y al disfrute de los medios de la comunicación social y de las nuevas tecnologías, a la valoración del teatro, de la música y del arte

Nuestro ser educadoras requiere un cambio de mentalidad en la capacidad de partir de la cultura mediática para proponer y producir contenidos alternativos al sentir común. La nueva época de Internet, caracterizada por el predominio de la red social, en la que son los mismos usuarios los que producen e introducen en la red los contenidos, constituye un reto y un recurso para educar, comunicar e inculturar la visión cristiana de la vida.

He aquí la clave para interpretar el tiempo presente, acompañar a los jóvenes en la experiencia de vida personal y social, orientar a las comunidades educativas a identificarse como ecosistemas educomunicativos y expresión de la síntesis cultura-fe-vida

La red de relaciones, cada vez más vividas online en el ciberespacio y offline en el sistema de comunicación integrado, se convierten no sólo en lugar de confrontación, sino de verdadera y propia elaboración de la cultura católica, en referencia sobre todo a la paz a la solidaridad y al diálogo entre los pueblos y las religiones