La evolución Psicológica del Niño. Cap. III. Parte II Disciplinas Mentales. La evolución Psicológica del Niño. Cap. III. Parte II

Para Wallon es alrededor de los 6 años que el niño puede suspender su actividad espontánea para poder dedicarse a otras actividades propuestas desde fuera como es la actividad escolar y mantenerlas. Este tipo de actividades supone una tarea personal de autodisciplina.

En etapas tempranas, la actividad que es elemental responde a la “disciplina” de las necesidades, de las circunstancias actuales sin poder personal de auto regularlas, de diferirlas, o de anticiparlas. Sin embargo en caso de una discordancia entre la reacción y la situación que suscita la reacción, la conducta cambia hasta ajustarse en forma satisfactoria (si no hay respuesta del medio adecuada, el niño variará el llanto, la agitación)

A medida que las estructuras del organismo o del individuo progresan las excitaciones externas cambian pues el individuo puede recibir en su estructura que progresa mayor cantidad de excitaciones o estímulos. Más adelante entonces no estarán solamente dependientes de las necesidades ni de la circunstancia actual.

A medida que progresan las estructuras >> Las reacciones se van diferenciando (reacciones motrices, perceptivas, mentales) >> También se afina y diferencia la excitación.

Con el progreso en el desarrollo el estímulo externo que suscita una reacción puede deberse a: >> impresiones actuales, vinculadas al instante presente >> a impresiones anteriores >> a una eventualidad que implique previsión (niño que llora si ve agarrar la cartera a su madre)

Cuando la reacción puede implicar anticipación o deberse a una situación anterior quiere decir que ha sufrido una interiorización y puede hacerse independiente de las circunstancias y necesidades actuales y proyectarse en anticipaciones o a situaciones anteriores. Puede entonces separarse de la situación presente.

Las funciones en vías de emerger, como vimos en la reacción circular, se ejercen con la sola finalidad del propio ejercicio funcional. Llegará un momento en que podrán responder a motivos heterogéneos y del medio.

En la época de los ejercicios funcionales lo En la época de los ejercicios funcionales lo que caracteriza la actividad o reacción del niño es la Inercia. El niño muestra poco poder de cambio en sus actividades del momento (las repite).

Perseverancia e Inestabilidad. Otras características en épocas tempranas son la perseverancia y la inestabilidad. Perseverancia: la actividad que se apodera del niño se realiza en un circuito cerrado sobre sí mismo, repitiéndose o agotándose en sí misma, sin extenderse a otros campos (el niño golpea o chupa lo mismo, pero no puede trasladarlo a otro objeto).

Inestabilidad. A veces la actividad repetida es monótona y pierde interés y el niño pasa a interesarse del primer estímulo que le llega. La actividad cede ante un estímulo imprevisto.

Contradicción. Hay pues un aspecto contradictorio en la actividad del niño pequeño: Ser absorbido por su acción O ser atraído por estímulos imprevistos que determinan un pronto cambio de actividad.

En el correr del desarrollo van: disminuyendo la perseverancia y la inestabilidad Aumentando la capacidad de mantener durante más tiempo la misma actividad Disminuyendo la dependencia respecto de la situación actual y concreta Va aumentando el empleo de símbolos que permite el acceso a un pensamiento más abstracto.

En el terreno del juego vemos que: La duración del juego aumenta a medida que el niño crece y madura Y decrece el número de distracciones que lo sacan de su actividad.

Causas de la inestabilidad en los niños pequeños: Poder de acomodación inconsistente. >>En el terreno de los actos motores, éstos desfallecen rápidamente frente a obstáculos o esfuerzo sostenido. >>En el terreno de la percepción la acomodación perceptiva se fatiga rápidamente. Se fija más en las variaciones y se fija en un rasgo u otro o en un objeto u otro. >> Las actitudes (soporte visible de las intenciones) cuesta que se mantengan.

>>Hay falta de continuidad en la orientación psíquica para la actividad o en la ejecución de un acto. Los estímulos sensoriales suscitan un reflejo, o curiosidad. Todo cambio determina un nuevo interés. Le cuesta mantener la finalidad de un objetivo ya sea motor o mental.

Estas intermitencias, discontinuidades afectan en el niño pequeño el curso del pensamiento y de la conducta.

Dice Wallon: “El edificio de disciplina necesario para: mantener una actividad realizar un esfuerzo se puede realizar gradualmente y requiere del progreso de las estructuras anatómicas y el aprendizaje de los efectos que pueden extraerse de las conductas.” La reducción de la perseverancia y de la inestabilidad supone poderes inhibitorios del SN.

El poder de inhibición. Interviene para suprimir lo que hay de inútil en un acto Para seleccionar los gestos que se adecuan a su finalidad Para suprimir los estímulos que no son necesarios a la actividad.

Capacidad de discriminación, de diferenciación o especialización. Al inicio todo movimiento es generalizado, global sin poder diferenciarse de esta manera a partir de la inhibición. La diferenciación, discriminación, especialización de los movimientos tienen como condición: >>La maduración de los centros nerviosos >>El aprendizaje

La discriminación así como se da en el plano motor se da también en el plano mental. Durante mucho tiempo el niño podrá extraer el rasgo esencial que importa para la situación presente, de la circunstancias laterales, parásitas.

Para poder hacerlo supone una discriminación tanto en acción como perceptiva. Para que haya evolución la discriminación debe acompañarse de: Inhibición de lo que no pertenece específicamente al tema actual del pensamiento. De lo que conviene y no conviene al fin buscado.

La actividad motora, perceptiva y mental dejará así poco a poco de ser cambiante. La discriminación de lo esencial al fin buscado se agregará a la inhibición de lo que no pertenece al tema en cuestión. Siendo importante en este proceso, como señala Wallon, la capacidad de mantener la ATENCIÓN.

ATENCION. La atención para Wallon puede producir dos efectos contrarios pero necesario a la actividad: La posibilidad de reducirse a un único objeto, excluyendo otros del campo de la actividad en curso – Focalización de la conciencia. La capacidad de abrir ese campo de atención a los objetos o estímulos múltiples necesarios al fin perseguido. – Atención distribuída, alternante. Estas diferentes modalidades varían según las aptitudes de cada individuo.

ESFUERZO. Wallon señala citando a Morgan: “El esfuerzo consiste en una respuesta inmediata a un estímulo de fracaso”. En el niño la capacidad de esfuerzo se desarrolla tardíamente

Para el ingreso a la etapa escolar el niño precisa de estas funciones maduras. Son fundamentales para los aprendizajes escolares. En nuestra consulta es común ver cuanta dificultad genera una alteración de estas posibilidades.