Entoloma lividum Falsa Pardilla. Engañosa

Entoloma lividum Sombrero: carnoso, de 6-20 cm, primero convexo con el centro plano, después extendido y ampliamente umbonado, y finalmente deprimido. El margen es ondulado y, a veces, lobulado; encurvado de joven y recto de adulto.

Entoloma lividum Sombrero: La cutícula, que no es separable, es seca, lisa y brillante, finalmente pruinosa, de color gris, con numerosas fibrillas radiales; al secarse, se abre radialmente. En tiempo húmedo toma una coloración gris pardusca, sobre todo hacia el centro.

Entoloma lividum Láminas: escotadas, primero de color crema, después amarillo y finalmente rosa salmón. Esporada de color rosa salmón.

Entoloma lividum Pie: robusto, de 8-14 x 1,5-3 cm, obeso o bulboso, a veces atenuado, a menudo curvo, primero pruinoso y de color blanco, y finalmente un poco escamoso y de color gris amarillento. Suele ser bastante largo.

Entoloma lividum Hábitat: Hongo micorrizógeno que vive en bosques de planifolios, en lugares húmedos, y en toda clase de suelos. Fructifica en verano y otoño, a menudo formando grupos de dos o tres ejemplares unidos por la base del pie, y, a veces, formando corros. Es bastante común en los encinares y alcornocales costeros, y más en los hayedos y robledales de la media montaña.

Entoloma lividum Comestibilidad: una seta tóxica. Su consumo provoca un síndrome gastrointestinal agudo e intenso, con posibles complicaciones si la cantidad ingerida es importante. En nuestras comarcas es la seta que causa más intoxicaciones, incluso a seteros expertos, aunque la mayoría pasan silenciadas al no acudirse al médico.

Entoloma lividum Carne: blanca y firme tanto en el sombrero como en el pie. En los especimenes jóvenes el olor y el sabor son harinosos.

Entoloma lividum Calocybe Gambosa Clitocybe Nebularis. Observaciones: muy tóxica, a pesar de no tener mal sabor, es la culpable de la mayoría de las intoxicaciones por setas que se producen cada año. Se confunde con la Clitocybe nebularis, o pardilla, que tiene las láminas más blancas y decurrentes sobre el pie, además de un olor característico no harinoso. En caso de salir en primavera, cosa excepcional,  se podría confundir con la Calocybe gambosa, de olor mucho mas harinoso y láminas blancas.