HERRAMIENTAS NECESARIAS PARA LA TRANSFORMACIÓN EN EL MARCO DEL PLAN DE PASTORAL ORGANICA P. Francisco Merlos 6 de diciembre de 2006

I. Persona y Transformación

2. La persona existe para vivir su vida transformando y transformándose, porque nace dotada de vitalidad, de potencialidades y de anhelos que pone en juego continuamente para realizar su vocación de cambiar la realidad del mundo y de la historia. Hay una interdependencia entre cambio de la realidad y cambio de la persona. Van siempre juntas.

3. La persona reconoce en su vida dos grandes tipos de transformaciones: involuntarisas e intencionales. Ante las primeras se sitúa como testigo. Ante las segundas se sitúa como sujeto y protagonista.

4. Lo contrario de la transformación: inmovilidad, pasividad, estabilidad, quietud.

5.Las modalidades de la transformación: transformarse, transformar, dejarse transformar. Las tres se realizan en forma simultánea.

6. La trasformación tiene básicamente tres direcciones: amplitud, profundidad y calidad.

II. Las vías habituales para hacer las transformaciones

1.Evolución: cambio gradual (natural o artificial) para ir de una situación a otra.

2.Restauración: transformación externa, superficial y periférica de una realidad, donde se cambia solo la fachada de las cosas para que todo siga igual.

3.Renovación: transformación que afecta cosas sustanciales y profundas, de tal manera que surja una nueva realidad, con rostro y aspecto completamente nuevos.

4. Revolución: es el cambio que se realiza para suplir unas realidades por otras de manera radical, pretendiendo hacer borrón y cuenta nueva. Tal cambio a veces se lleva a cabo en forma violenta sin respetar nada ni a nadie.

5.Involución: es la transformación que se hace en dirección contraria a la actualidad, en forma regresiva, queriendo revivir situaciones o realidades de otra época o pretendiendo resolver problemas de hoy aplicando soluciones de ayer.

III. Hay una mentalidad moderna de la eficiencia

1. Hay una forma de pensar y de actuar que tiene que ver con los resultados inmediatos, con la productividad, con la utilidad y con el bienestar, empleando la menor cantidad de energías, de recursos y de tiempo.

2. Se dice que alguien es eficaz en la medida en que transforma la realidad que lo rodea. Y si lo hace en el menor tiempo posible, entonces tiene un alto grado de transformación. Para lo cual se echará mano de todos los medios posibles, antiguos y modernos, racionales y técnicos, personales o grupales.

3.El grado de eficacia transformadora tiene que ver con el éxito y con la posición que se tiene en la sociedad.

4. Nuestra sociedad moderna frecuentemente hace consistir la eficacia transformadora en tras palabras mágicas: producir, acumular y consumir.

IV. El Evangelio principio de eficiencia y fuerza de transformación

1.El principio rector de toda eficiencia transformadora en la Iglesia es el Espíritu del Señor, unido a la capacidad de respuesta de los creyentes para secundar sus planes.

2.Los grandes misterios del cristianismo tienen que ver con la transformación de la realidad social y cultural: Encarnación (una presencia nueva que lo cambia todo); Pascua (el triunfo de la Vida sobre todas las formas de la muerte); Pentecostés (la universalidad del Don de Dios sin exclusión de nadie).

3.El Reino de Dios: presencia misteriosa, permanente y transformadora de Dios en el mundo, en la historia y en corazón de cada hombre y de cada mujer.

4. La tarea primordial del cristiano: dejarse transformar por la gracia del Señor (conversión) y desde allí transformar toda realidad para que en ella se cumpla el Designio de Dios.

V. Herramientas prioritarias de transformación en un Plan orgánico de Pastoral

1.Las mediaciones operativas básicas, realizadas con espíritu articulador, superando las frecuentes tentaciones de interferencia, paralelismo y antagonismo. Cabe destacar: los consejos, el Plan, los programas, la organización, los métodos, la coordinación, la formación permanente.

2. Los espacios privilegiados y los momentos significativos de la diócesis: reuniones, eventos, encuentros, congresos, asambleas, jornadas, etc., que han de comprenderse como puntos de convergencia de la vida y el trabajo y focos de irradiación y proyección hacia el futuro.

3. Los acuerdos, consensos y decisiones como vías de transformación intencional y de dinamización de un futuro deseable. Inspiran el trabajo, motivan el comportamiento, tienen una fuerza vinculante, crean solidaridad y transforman la realidad en algo diferente.

Conclusión.

¿Qué eficacia tiene en nuestros días la energía escondida de la Buena Nueva? ¿Hasta dónde y cómo esta fuerza evangélica puede transformar verdaderamente al hombre de hoy? ¿Cómo hay que proclamar el Evangelio para que su poder sea eficaz? (E.N. 4).