PROPUESTAS PARA LA FORMACIÓN DE DOCENTES CRISTIANOS Carlos Raúl Cantero

Formación de docentes cristianos 1. Introducción: revisión del punto de partida 2. Vivir intensamente lo real 3. Apropiación de la Tradición 4. Autoridad pedagógica de los educadores 5. Protagonistas de la construcción de una educación de calidad para todos. 6. Identidad y Pertenencia. De la utopía a la Presencia

En la actualidad El signo por excelencia de la marginación de Cristo respecto a la vida es una devaluación de las dimensiones propias de lo humano, una concepción reducida de la propia humanidad, de la percepción de sí, un uso reducido de la razón, del afecto, de la libertad, una censura de la magnitud de deseo.

Consecuencias antropológicas de la ausencia del “yo” En la dinámica del conocimiento: Incapacidad de alcanzar una conciencia de la realidad, de reconocer su presencia, de asombrarse y sorprenderse ante su consistencia, su belleza su inconmensurabilidad, su bondad. En la dinámica de la afectividad: sustitución del entusiasmo y la admiración que suscita el milagro del ser por la indiferencia afectiva, el tedio, la monotonía. En la dinámica de la libertad: arbitrariedad, ausencia de motivaciones para el obrar, fragilidad, moralismo, voluntarismo.

La mentalidad común Altera el sentido y el sentimiento de bueno de sí mismo. Atrofia el corazón del hombre, apaga, reduce y vacía sus exigencias constitutivas. Intenta imponer una imagen del deseo que deja a los hombres con su ímpetu recortado, escépticos, sin ideales, sin espera de que acontezca algo importante.

Ante esta devaluación del “yo” Es necesario volver a proponer el cristianismo de manera adecuada y atractiva a los hombres de hoy, en particular a los jóvenes que aspiran ser educadores. Un cristianismo capaz de hacer resurgir el “yo”, de despertar a la persona, de exaltar lo humano, de tal modo que al abrazarlo los hombres perciben la razonabilidad de la fe y su pertinencia a las exigencias de la vida.

¿Cómo proponer adecuada y atractivamente el Cristianismo ? Partiendo de lo humano Despertando los interrogantes fundamentales. Ampliando, ensanchando, impulsando a la razón a no detenerse ni conformarse. Reconociendo, valorando y potenciando las exigencias constitutivas del corazón humano de verdad, de justicia, de belleza, de amor, de felicidad.

Un “yo” despierto Que desea y busca- como tierra sedienta, agostada, sin agua- el significado de todo. Que tiene el hambre y la sed a la que se refieren las Bienaventuranzas. No se conforma con migajas. Sólo descansa en aquello que está a la altura de su necesidad, y no puede evitar conmoverse ante la Presencia del Infinito Hecho Carne.

2. Vivir intensamente lo real. El sentido primordial de la educación consiste en introducir a la totalidad de la realidad proponiendo su significado. Una educación, una escuela que renuncia a la pretensión de sentido se torna vacía e insignificante. Es necesario que los educadores reconozcan la consistencia, el atractivo, la belleza y la inconmensurabilidad de la realidad, y la validez de la búsqueda de su significado como pretensión inherente a la condición humana.

Hannah Arendt “El aspecto probablemente más sorprendente y desconcertante de la fuga de la realidad ... es el hábito de tratar los hechos como si fueran meras opiniones.... Todos los hechos pueden ser cambiados y todas las mentiras tornadas verdaderas”

Romano Guardini Esto es cierto... eso, no” “La expresión más horrible de la violencia es que se le destroce al hombre su conciencia de verdad, de modo que ya no esté en condiciones de decir: Esto es cierto... eso, no” “Quienes lo hacen -en la práctica política, en la vida jurídica y donde sea- deberían darse bien cuenta de lo que hacen: Quitar al hombre su condición de hombre”

María Zambrano “Por ser el hombre la criatura que tiene que cumplir su ser a través de la realidad, las consideraciones primeras y primarias acerca del sentido de la educación provienen de la actitud que se adopte ante la realidad. Se presenta ante el ser humano la exigencia de buscar la realidad como condición de su conocimiento y de su descubrimiento.”

Benedicto XVI “El educador es testimonio de una bondad de las cosas, de una bondad de la vida, de una positividad de lo real delante de sus hijos y de sus alumnos.” “Existe un clima generalizado, una mentalidad y una forma de cultura que llevan a dudar del valor de la persona humana, del significado mismo de la verdad y del bien; en definitiva, de la bondad de la vida. Entonces, se hace difícil transmitir de una generación a otra algo válido y cierto, reglas de comportamiento, objetivos creíbles en torno a los cuales construir la propia vida.”

“En la raíz de la crisis de la educación hay una crisis de confianza en la vida” Benedicto XVI “Nuestros hijos y alumnos nos perdonan mucho más de lo que nosotros perdonamos, pero hay una cosa que ellos no pueden perdonar la ausencia de una hipótesis buena sobre la vida, la ausencia de esperanza. Es eso lo que ellos no pueden perdonar, porque eso les condena a la desesperación” Franco Nembrini

3. Capacidad de apropiarse y gozar de las obras maestras de la cultura. La educación acontece cuando el niño o el joven encuentran adultos que proponen la tradición cultural como hipótesis explicativa de la realidad. La ruptura con la tradición o su desvinculación con el presente, es la renuncia a la vida como continuum de racionalidad, de imágenes y de afectos, que traería como consecuencia inevitable el desenraizamiento del ser humano: una extraterritorialidad sin horizontes, que es letal para constitución del yo.

La Tradición, fuente de la capacidad de certeza “Los jóvenes no pueden ser de entrada creadores. Son inicialmente herederos” Merleau Ponty “Toda cultura nos llega como una herencia admitida, y en consecuencia como una herencia transmitida y llevada por una Tradición” Paul Ricoeur

“El verdadero objetivo de la educación es poner a la nuevas generaciones en posesión de esa herencia, asegurando las condiciones para que pueda ser recibida” Etcheverry G.

La ruptura con el pasado “ Sin testamento, o fuera de la metáfora, sin tradición el tiempo carece de continuidad transmitida por un explícito acto de voluntad; y, entonces, en términos humanos, ya no hay ni pasado ni futuro, sino sólo la eterna evolución del mundo y el ciclo biológico de las criaturas vivientes” Hannah Arendt

“Hoy vivimos esa ilusión de creer que el hombre logra la libertad renegando de toda herencia de su pasado, de las obras maestras de la cultura” Finkielkraut A.

El valor educativo de los clásicos Se requiere de los educadores un explícito compromiso de reconocimiento y valoración del pasado, de descubrimiento de sus extraordinarias riquezas, y para ello es primordial que se adentren en el conocimiento y goce de los clásicos, porque son los puntos más elevados de la tradición, lo más profundo que el hombre ha sabido expresar y crear.

4. Portadores de la Tradición y Autoridad para los “recién llegados” “El docente es un representante de la humanidad y de sus obras, el delegado de los poetas, de los científicos, de los artistas”. Charles Péguy Para que la comunicación del pasado sea verdaderamente apropiada, es necesario que el educador lo convierta en contenido existencialmente significativo para las nuevas generaciones.

La verificación Es preciso que los educadores susciten la implicación personal de los alumnos en la verificación de lo que se les ha propuesto como hipótesis que permite comprender la realidad. Sólo cuando ellos mismos consiguen comprobar la correspondencia, la validez, la consistencia y la veracidad de lo que se les ha propuesto como hipótesis, pueden apropiarse y comprometerse con su contenido, corregirlo, transformarlo, y /o enriquecerlo.

La autoridad pedagógica “La crisis de autoridad pedagógica tiene un fuerte impacto sobre el sistema porque educar implica siempre un acto de autoridad, que conlleva una responsabilidad : la de asumir la tarea de enseñar algo a otros, de introducirlos en otros lenguajes y códigos, de darles herramientas para moverse en el mundo” Consejo Federal de Educación 2008

Consejo Federal de Educación Agosto 2008 “El acto educativo implica un acto de autoridad. Educar demanda asumir un lugar asimétrico. La escuela actual enfrenta el desafío de resignificar el lugar del docente como lugar del saber y de la autoridad legítima….que es la que encarna la cuota necesaria de ley que los adultos deben a los adolescentes…”

Premisas La autoridad pedagógica de los docentes es una problemática central y decisiva de la actualidad. Los niños y los adolescentes necesitan y demandan que sus educadores posean autoridad pedagógica y la ejerzan en la cotidianeidad.

¿Quién es hoy una auténtica autoridad para los “recién llegados”? El adulto que vive una intensa relación con la realidad, y en quien, por ello, emerge continuamente una curiosidad, un atractivo, una búsqueda apasionada del significado de todo lo que existe, una conmoción, un estupor, un saber y un gozo, que desea ser comunicado, participado, propuesto a los niños y a los jóvenes.

Se reconoce autoridad A quien convoca continuamente a los valores últimos. A quien provoca con su presencia una tensión continua a los grandes ideales. A quien suscita respeto, asombro, deseo de crecer. A quien tiene y expresa confianza en las posibilidades de aprender de los alumnos. A quien aprovecha intensivamente el tiempo. A quien establece vínculos de afecto, de cordialidad, que alientan la iniciativa y la solidaridad

Condición de posibilidad de la autoridad pedagógica No es posible despertar en los niños o en los jóvenes el interés y el gusto por la vida, por el saber, por el conocimiento, por el arte, por las ciencias, por la convivencia justa, en fin por la realidad toda, si el propio docente ha sido invadido por el escepticismo y el desinterés.

Adultos ausentes, jóvenes a la deriva. “Ya se vuelva hacia los profesores, los artistas, los periodistas o los filósofos, el adolescente contemporáneo no encuentra, salvo excepciones, más que a sí mismo.‘Europa envejece’ comprueba la demografía. Pero, ¿adónde han ido los adultos?’ pregunta la antropología” Alain Finkielkraut

Eliot Thomas S. “Ellos tratan constantemente de escapar de las tinieblas de fuera y de dentro, a fuerza de soñar sistemas tan perfectos que nadie necesitará ser bueno”

Gomes Da Costa Antonio C. “Ninguna ley, ningún método o técnica, ningún recurso logístico, ningún dispositivo político- institucional puede reemplazar la frescura y la inmediatez de la presencia solidaria, abierta y constructiva del educador ante el educando”

5. Protagonistas de una educación de calidad para todos La opción preferencial por los pobres que la Iglesia latinoamericana hizo en Puebla, significa ser protagonistas activos de una educación de buena calidad para todos. Los educadores cristianos no pueden estar desinformados, desinteresados, indiferentes frente a las problemáticas de la inequidad educativa que afectan de manera particular a los más pobres.

El dilema del Arcángel “Si a mí se me apareciera el Arcángel Gabriel y me dijera que no hay sino dos opciones, la de proporcionar una educación de primera a una tercera parte de la población o una educación mediocre a todos, no vacilaría un segundo. Yo escogería una educación de primera para una tercera parte de la población porque esta tercera parte de la población saca el país adelante”

MATRÍCULA Y POBLACIÓN POR EDAD. TOTAL PAÍS

6. Identidad y Pertenencia El camino para proponer el cristianismo de modo atractivo y adecuado en la actualidad: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y con ello, una orientación decisiva” Benedicto XVI

La pertenencia a una comunidad cristiana La pregunta por la identidad ¿quién eres? Es equivalente a la pregunta ¿De quién eres? La identidad es una pertenencia, se forja en una pertenencia. NADIE PUEDE EDUCAR SI NO ES EDUCADO. NADIE PUEDE SER PADRE SI NO ES HIJO. Todo educador necesita un “lugar” de pertenencia en el que se forme y se renueve su identidad, en el que pueda ser continuamente educado, sostenido y fortalecido en su vocación y tarea docente.

De la Utopía a la Presencia Sólo un ideal que esté presente, y por tanto que el hombre pueda encontrar, sostiene el sacrificio necesario para llevar a cabo el trabajo de la vida. Se puede vivir con un horizonte de positividad hacia el futuro, porque el Infinito ya no es inalcanzable, está PRESENTE: El Verbo se hizo carne y habita entre nosotros.