RELIGIÓN Y EVANGELIZACIÓN Integrantes: Fátima Peña Barbaran Lesly Peralta Chavesta Nair Ailen Puelles Molina Diana Quesquén Huamán Caroline Ramos Rodas

Estos objetivos no fueron fáciles de conseguir La iglesia y el estado La expansión del cristianismo. El papa otorgo a los Reyes Católicos el derecho de evangelizar a los Infieles Los reyes de España tenían la facultad de cobrar diezmos para financiar la empresa evangelizadora Evangelizar a la población indígena Velaba por la Pureza de la FE Ya que los indígenas aceptaban la religión con facilidad y seguían idolatrando a dioses y huaca los españoles emprenden EXTIRPACION DE IDOLATRIA Se crea la SANTA INQUISICIÓN para vigilar la conducta de los súbditos Estos objetivos no fueron fáciles de conseguir

I N D G E A E V A N G L I Z C Ó

EL DERECHO DE REGIO PATRONATO El Patronato regio consistió en el conjunto de privilegios y facultades especiales que los Papas concedieron a los reyes de distintas monarquías europeas del Antiguo Régimen y que les permitían, al principio, ser oídos antes de una decisión Papal o elegir directamente en sustitución de las autoridades eclesiásticas, a determinadas personas que fueran a ocupar cargos vinculados a la Iglesia Católica (Derecho de patronato). Más tarde, los monarcas lograron el ejercicio de todas o la mayoría de facultades atribuidas a la Iglesia en el gobierno de los fieles, convirtiéndose, de hecho y de derecho, en la máxima autoridad eclesiástica en los territorios bajo su dominio (Patronato regio stricto sensu). El más importante históricamente es el que se concedió entre 1508-1523 a los reyes de España o de la Monarquía Hispánica; pero ya en 1516 se habían concedido privilegios semejantes al rey de Francia (por el Papa León X) y antes aún al rey de Portugal (por la bula Dudum cupientes del papa Julio II, en 1506); ahora bien, estas prerrogativas «se extendían solo a obispados y beneficios consistoriales»

Organización de la iglesia Desde un punto de vista eclesiástico, los territorios americanos fueron organizados en dos tipos de circunscripciones básicas: las parroquias (en las ciudades españolas) y las doctrinas (en las reducciones de indígenas). En ambas, los sacerdotes encargados llevaban el registro de bautizos, matrimonios y defunciones; celebraban la misa y administraban los sacramentos. Los curas doctrineros tenían, además, la obligación de catequizar a los indígenas en su lengua materna, de ahí que fuera un requisito que dominaran las lenguas nativas. Por encima de estas circunscripciones, se encontraban los obispados (diócesis) y arzobispados (archidiócesis). Al frente de cada diócesis se hallaba un obispo nombrado por el rey. El clero se dividía en regular y secular. En el primero, estaban los miembros de las órdenes religiosas. En el segundo, sacerdotes que no pertenecían a ninguna orden religiosa. Al virreinato peruano llegaron primero las órdenes mendicantes como los dominicos (1532) y los franciscanos (1533). Poco después llegaron los mercedarios (1548), los agustinos (1551) y los jesuitas (1568). Estos últimos fueron quienes evangelizaron a los indígenas.

Evangelización y cuidado de la fe Inicialmente, las conversiones de los indígenas fueron masivas pero superficiales, y los indígenas siguieron con sus prácticas religiosas tradicionales. Por ello, la Iglesia tomó conciencia de la necesidad de instruir seriamente a los indígenas en los dogmas cristianos e intensificar la administración de los sacramentos. A esto se le conoce como catequesis. La Iglesia peruana realizó tres concilios en Lima (1551-52, 1567, 1582-83) para definir cómo catequizar a los indios; destacó el tercer concilio, que produjo un catecismo en español, quechua y aimara.

La Inquisición Además de evangelizar a los nativos, la Iglesia colonial debía velar por la pureza de la fe y las costumbres de los colonizadores, para lo cual la Corona estableció en el Perú el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición (1570). La Inquisición castigaba a quienes cometían delitos contra la fe, exceptuando a los indígenas, pues se entendía que ellos estaban siendo evangelizados y que sus desviaciones eran asunto de los extirpadores de la idolatría. Los principales individuos que la Inquisición perseguía eran los «judaizantes» (judíos conversos que practicaban en secreto el judaísmo), los herejes protestantes, los hechiceros y los «pecadores públicos» (blasfemos, bígamos, homosexuales y otros).

Extirpación de idolatrías En el siglo XVII, cuando parecía que la evangelización había avanzado, los sacerdotes se dieron cuenta de que los indígenas -que, como politeístas, no tenían problema para aceptar al dios cristiano- continuaban practicando sus ritos tradicionales de manera oculta. Por ello se realizó una intensiva campaña de «extirpación de idolatrías», en la que los visitadores eclesiásticos obligaban a los indígenas a delatar a quienes seguían adorando a los dioses andinos. Los que se acusaban a sí mismos eran perdonados y recibían una penitencia; pero los que eran acusados por terceros eran obligados a salir en una procesión de castigo montados en una llama y con el cabello rapado. Las huacas y ofrendas eran destruidas o quemadas.

Religiosidad Colonial La cofradía fue una institución de origen europeo que agrupaba personas (por ejemplo, según oficios o profesiones) en torno a un santo o alguna advocación de Cristo o de la Virgen. En el Perú, las cofradías permitieron una mayor asimilación de los indígenas a la Iglesia. La proliferación de imágenes de Vírgenes, Cristos y santos permitió a los indios entenderlos mejor e integrarlos en su vida religiosa. La religiosidad colonial, finalmente, alcanzó mayor reconocimiento con la canonización de personajes nacidos en el Perú (como Santa Rosa de Lima) o relacionados con él (como Santo Toribio de Mogrovejo).

Misiones Jesuitas Los sacerdotes se dieron cuenta de que la evangelización peligraba debido a los maltratos que los indígenas recibían de los españoles. Por ello intentaron aislar a comunidades completas en misiones, reducciones cerradas a las que ningún español -salvo religiosos- tuviera acceso. Los jesuitas fueron los más exitosos con este sistema: en sus misiones, los indios, además de ser catequizados, aprendían diversas actividades artesanales y técnicas agrícolas modernas, como el arado

SEDES EPISCOPALES

Llegada de las Ordenes Dominicas Las órdenes religiosas que llegaron al Perú tuvieron diferentes métodos para evangelizar a los indígenas: La primera orden religiosa en llegar al Perú fue la orden Dominica. Los dominicos se caracterizaron por difundir las enseñanzas a través de colegios y centros superiores de enseñanza. Uno de los más grandes logros de esta orden fue la creación de la Universidad de San Marcos. Los dominicos rápidamente erigieron monasterios por todo el territorio del virreinato peruano, aunque siempre mantuvieron su línea educativa. Otra importante orden religiosa que llegó en los primeros años de la conquista fue la Franciscana . Esta orden destacó entre las demás por su vocación misionera. Los franciscanos llegaron hasta los lugares más recónditos del virreinato con la finalidad de llevar la palabra de Dios a todos los indígenas. La labor franciscana no se centró solo en la evangelización, sino también en la enseñanza de labores agrícolas y al aprendizaje del castellano.