La Peña de Arias Montano Un espacio mágico
Un lugar para ver
Un lugar para oír
Un lugar para oler
Un lugar para degustar
Un lugar para creer
Un lugar para sentir
Un lugar para soñar
Un lugar... mágico
Benito Arias Montano vivió en el siglo SXVI, durante el reinado de Felipe II. Fue un humanista en el más amplio sentido, pues abarcó todos los saberes y disciplinas de la época: la cultura, la religión, la ciencia y la política ocuparon su existencia.
Como filólogo editó en Amberes a petición de Felipe II la Biblia Políglota, en cuatro idiomas ( hebreo, caldeo, griego y latín). Fue consejero y hombre de confianza de este rey para los asuntos de Flandes. Encargado además de crear y ordenar la Biblioteca de El Escorial.
En Amberes entró en contacto con las nuevas ideas del Renacimiento. Nuevos saberes, descubrimientos e invenciones se abrían paso y el enorme talento de Arias Montano se hico eco de todo ello. Y siguiendo el ideal humanista del retiro a la vida contemplativa de estudio, oración y creación literaria, buscó un lugar bucólico en el que refugiarse...
Y ese lugar fue la Peña de Alájar: “...estancia es que por ninguna ciudad la trocaría por no haber visto en cuanto he andado en España ni aún en otras provincias, un sitio semejante a este...”
Descubrió y acondicionó la fuente, recreó el ideal de villa renacentista con jardines y huertas, construyó varias dependencias, siendo una de ellas el considerado primer museo científico de España, su estudio-museo.
Hombre en la encrucijada de dos mundos: el de la España católica y todavía medieval, y la nueva era Renacentista que se abría paso en Europa.
En sus últimos años logró Arias Montano una forma de vida llena de armonía. Hombre sobrio y de hábitos vegetarianos, vivió entregado a su tarea intelectual en plena naturaleza, en una montaña apartada: La Peña, que desde entonces lleva su nombre.
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