ORDENAMIENTOS PARA LA INSTITUCIÓN DEL MINISTERIO DEL CATEQUISTA EN LA ARQUIDIÓCESIS DE MÉXICO

1) Perfil del Catequista Entendemos por “Perfil” el conjunto de cualidades, capacidades, aptitudes y actitudes que conforman la personalidad del Catequista. Éstas, se han de desarrollar en dos campos: Humano. Cristiano.

a) Humano En el campo humano, el Catequista ha de caracterizarse por: Dar testimonio de vida. Intercambiar experiencias. Ser humilde. Hacer las cosas por amor. Ser responsable. Estar comprometido. Ser alegre.

Ser paciente. Trabajar en grupo. Estar comprometido con la realidad. Estar actualizado. Ser respetuoso. Ser obediente. Fomentar la unidad. Estar en un proceso de formación permanente. Estar inculturado. Transmitir el amor. Estar disponible.

Ser valiente y audaz ante los desafíos y retos de nuestro tiempo. Ser sencillo. Ser creativo. Ser dinámico. Estar consciente de sus capacidades y limitaciones. Ser servicial. Ser libre. No instalarse en el éxito fácil. Estar insertado en los ambientes sociales.

Tener bien definida su identidad sexual. Ser dócil. Ser entregado. Ser ético. Ser líder. Ser perseverante. Ser dialogante. Fomentar un ambiente de confianza. Asumir los conflictos. Amar sus raíces.

b) Cristiano En el campo cristiano, el catequista ha de caracterizarse por: Ser Discípulo-Misionero de Jesucristo. Profundizar en la riqueza de los Sacramentos. Buscar crecer en la fe. Ir al encuentro de los pecadores y alejados. Revalorar el Misterio Pascual de Cristo. Ser una persona de oración.

Proclamar alegremente el Evangelio. Tener un encuentro permanente con Dios. Propiciar que otros tengan un encuentro con Dios. Agradecer y responder al llamado de Cristo. Alimentarse de la Palabra de Dios y de los Sacramentos. Ser congruente en su vida (vive conforme lo que cree). Ser dócil a la acción del Espíritu Santo.

Predicar con confianza, valentía, esperanza y amor. Aprender el lenguaje de sus interlocutores. Mantener la esperanza. Ser libre ante la ley y la sociedad. Presentar a un Jesús vivo. Tener el Evangelio como centro de su vida. Conocer y seguir a Jesús. Imitar e identificarse con Jesús. Hacer y vivir en Comunidad.

Saber escuchar a los Pastores y a sus interlocutores. Estar enamorado de Cristo. Estar en un proceso continuo de Conversión. Ser fiel al Magisterio y Tradición de la Iglesia. Cumplir con la misión profética (anuncia y denuncia). Transmitir su experiencia de Dios Contagiar esperanza a sus interlocutores Interpretar los signos de los tiempos a la luz del Evangelio

Vencer las tentaciones del enemigo. Actuar sin miedo al escándalo. No tener miedo a las críticas. Aplicar la Pedagogía de Jesús. Ser claro y sencillo en la formulación y transmisión del Mensaje. Ser Corresponsable de su Formación Permanente. Ser firme en la fe. Tener una espiritualidad Cristocéntrica. Tener un espíritu misionero (ir a donde es enviado).

Servir al prójimo en cualquier necesidad. Sentirse perteneciente a la Iglesia. Experimentarse profundamente amado por Dios y los demás, ya que de esta experiencia brota su acción pastoral.

2. Formación del Catequista El catequista, para poder desempeñar adecuadamente su Ministerio, ha de contar con diversos niveles de formación: Inicial. Básica. Específica. Profesional. Permanente.

a) Inicial Se entiende por formación Inicial el Primer Anuncio o Kerigma. Formación que suscita el encuentro con Cristo, la fe en Él y la adhesión a su proyecto. En este nivel se descubre y profundiza en el llamado a ser Catequista.

b) Básica Se entiende por formación Básica aquella que aborda los principales aspectos sobre Cristo, la Iglesia y el Apostolado. Éstos, son abordados desde los siguientes puntos de vista: la Sagrada Escritura, la Revelación, los Sacramentos, la Pedagogía, la Formación Humana y la Espiritualidad.

c) Específica Se entiende por formación Específica aquella que brinda los elementos necesarios para poder desempeñar el Ministerio ante diversos interlocutores. Interlocutores que pueden ser: niños, adolescentes, jóvenes, adultos, personas con capacidades diferentes y otros catequistas.

d) Profesional Se entiende por formación Profesional la que imparten ciertos Institutos o Universidades, con reconocimiento eclesiástico y/o civil. Otorgando grados académicos a nivel Licenciatura, Maestría o Doctorado.

e) Permanente Se entiende por formación Permanente aquella que se va recibiendo a lo largo del Ministerio. Ésta puede ser a través de: Cursos de Actualización que ofrecen las Parroquias, Decanatos o Vicarías; Cursos y Encuentros Diocesanos y Nacionales para catequistas; Diplomados, Talleres u otras modalidades.

3. Normatividad Para que el Ministerio cuente con la debida solidez, es necesario establecer una serie de criterios en cuanto a: La documentación eclesiástica del Catequista. La Temporalidad del Ministerio. El Ministro que lo confiere. Los ámbitos de servicio.

a) Documentación Se ha de contar con la documentación que acredite lo siguiente: Recepción de los Sacramentos de Iniciación Cristiana (Acta de Bautismo y Confirmación, y comprobante de Comunión). Acta de Matrimonio Eclesiástico, si el Catequista es casado. Constancias o Certificados o Título que avalen los niveles de formación recibidos.

a) Documentación Es necesario contar con la formación inicial y básica para recibir el Ministerio. Así como la Experiencia para los ámbitos. Solicitud del Ministerio al Obispo. Nombramiento en el que se especifique el “lugar” dónde se desempeñará el Ministerio y el “tiempo” del mismo. Se sugiere que sea por periodos de 2 años renovables, previo acuerdo de los interesados.

b) Temporalidad Transcurso del tiempo prefijado. Según lo establece el Código de Derecho Canónico (Cfr. c. 184&1), todo oficio en la Iglesia cesa por las siguientes causas: Transcurso del tiempo prefijado. Cumplimiento de la edad determinada en el derecho. Renuncia. Traslado. Remoción. Privación.

c) Ministro Al Obispo Diocesano es a quien compete la Institución de cualquier Ministerio en su Iglesia Particular (Cfr. c. 157). Sin embargo, puede delegar a los Vicarios Episcopales o Generales, según convenga (Cfr. Decreto: Organización y Gobierno Pastoral de la Arquidiócesis de México. núms. 47, 48, 177 y c. 250&3).

d) Ámbitos de Servicio De acuerdo a las prioridades establecidas por el II Sínodo Arquidiocesano, el Catequista podrá desempeñar su Ministerio en los siguientes ámbitos: Catecúmenos (Cfr. ECUCIM 1340). Niños (Cfr. ECUCIM 1542). Adolescentes y Jóvenes (Cfr. ECUCIM 1468). Adultos (Cfr. ECUCIM 1599).

d) Ámbitos de Servicio Adultos mayores (Cfr. ECUCIM 1670). Familias (Cfr. ECUCIM 1419). Personas con capacidades diferentes (Cfr. ECUCIM 1762).

4. Anexos Es necesario contar con algunos esquemas que nos permitan tener uniformidad en cuanto a: La solicitud del Ministerio. Rito de Institución. El Nombramiento.