Teatro anterior a 1939

Contexto histórico Comprende desde el Reinado de Alfonso XIII hasta Guerra Civil Reinado de Alfonso XIII (1902-1931): Crisis de la monarquía parlamentaria debido a los conflictos laborales e ineficiencia política para solucionarlos. Semana Trágica de Barcelona (1909) y Huelga General Revolucionaria (1917). Dictadura Primo de Rivera (1923-1930): Restablece el orden, pero soluciona los problemas de fondo de la sociedad. Segunda República (1931-1936): Bienio reformador (1931-1933) intención de transformar la sociedad. Aumento de los choques ideológicos entre el frente popular de izquierdas y el nacionalista de derechas. Guerra Civil (1936-1939)

Movimientos Generación del 98: Autodidactismo individualista y anárquico. Tono subjetivista. Actitud pesimista y desesperanzada. Generación de 1914: Actitud minoritaria e intelectual. Preocupación por el problema de la regeneración española. Leguaje: pulcro y buscando la máxima depuración expresiva. Vanguardias Generación del 27: Talante liberal, progresista y laico. Cultos, la mayoría con estudios superiores. Lazos de amistad entre ellos.

La renovación del teatro El teatro de finales del siglo XIX no siguió una trayectoria de ruptura tan intensa como la poesía o la narrativa, aunque comenzaron a aparecer nuevos modos e concebir la obra dramática: Teatro comercial: Obras cuyo objetivo principal era el entretenimiento de un público burgués. Se tratan de obras de corte tradicional, en general dramas y comedias, que no plantean conflictos transcendentales, el mayor exponente es Jacinto Benavente, Nobel en 1922. Teatro innovador: Algunas propuestas más innovadoras que no tuvieron una gran aceptación del público. Entre los que trataron de renovar este género fueron: Miguel de Unamuno, Azorín y Valle-Inclán.

La renovación del teatro Teatro comercial El teatro comercial, se pueden distinguir tres corrientes: Teatro poético: Primera década s.XX, en oposición al teatro realista y naturalista. Influido por la estética modernista y el drama romántico, esta corriente recuperó con nostalgia personajes, temas y valores de un pasado idealizado, para revalorizar mitos y valores nacionales. Teatro de evasión, superficial, falto de compromiso crítico ante la realidad de la época. Eduardo Marquina Las hijas del Cid (1908). Teatro cómico: Emparentado con los sainetes del s. XVIII y del género chico del s.XIX, trata costumbres y tipo populares. Lo integran (3): Sainete: Pieza breve, ofrece visión amable , simpática y estereotipada de la sociedad. Lo conforman: Personajes: esquemáticos, sin profundidad psicológica. La acción: Escenas costumbristas, pone en escena las contrariedades de la vida cotidiana. Diálogos: Plagados de chistes y juegos de palabras. Leguaje castizo (Madrid y Andalucía). Hermanos Álvarez Quintero, ejemplo de tipismo andaluz, El patio (1900) El genio alegre (1906).

La renovación del teatro Teatro comercial El teatro comercial, se pueden distinguir tres corrientes: Teatro cómico: Sainete (anterior) Tragicomedia grotesca: Situaciones dramáticas y unos personajes ridículos que producen risa y lástima a la vez. Conlleva una denuncia de las lacaras de la sociedad, actitud moralizadora. Carlos Arniches La señorita de Trevélez (1916) Astracán: Creado por Pedro Muñoz Seca, son obras cómicas que buscan la carcajada con el chiste fácil, situaciones absurdas, habla regionalista. La venganza de Don Mendo (1918) La comedia burguesa o de salón: Obras de ambiente burgués criticaban superficialmente algunas costumbres de la clase media, y trataban de reflejar de forma realista su lenguaje. Jacinto Benavente.

La renovación del teatro Teatro comercial – Jacinto Benavente Dramaturgo madrileño, recibió el Nobel en 1922, que triunfó con un teatro de situación que da especial importancia al ingenio de los diálogos y en el que se critican valores y costumbres burgueses, sin entrar en la raíz de los problemas. Sus obras pueden clasificarse en función del lugar en el que se sitúan: Interiores burgueses urbanos: Escenarios elegantes y personajes burgueses, que conversan para demostrar su ingenio, suelen criticar la hipocresía de las conversaciones sociales y el dominio de las apariencias, y defienden como los valores auténticos el espíritu de sacrificio y el amor. El nido ajeno (1894). Ambientes cosmopolitas: Escenarios muy lujosos, personajes de una alta sociedad decadente, elegante y cínica. La noche del sábado (1903). Interiores provincianos: En la que valores como la decencia y el orden, ocultan hipócritamente intereses y pasiones individuales. Las cigarras hormigas (1905). Interiores rurales: Obras protagonizadas por una clase media campesina movida por pasiones e intereses ocultos. La malquerida (1913). Su obra más conocida es Los intereses creados (1907) en la que sale de la anterior clasificación y recupera personajes arquetípicos de la commedia dell’arte y también del teatro clásico, la pareja amo-criado. En la obra, los sentimientos sinceros triunfan sobre las convenciones sociales y se representa la lucha entre el idealismo y el materialismo, simbolizados en las actitudes de Leandro y su criado Crispín.

La renovación del teatro Teatro innovador – Generación 98 Miguel de Unamuno Autor en total desacuerdo con las propuestas comerciales que triunfaban sobre los escenarios y seguía con interés las tendencias europeas que abogaban por un teatro muy depurado. En cuanto a la construcción de la obra dramática, la parte más importante recaía sobre la construcción de un personaje y su conflicto interno, por lo que reducía al mínimo lo superfluo y ornamental, tanto en el lenguaje como en las acciones presentadas y la escenografía. En sus obras, la acción es esquemática y predominan los diálogos, en los que hay intercambio intelectual de ideas, teatro de ideas, como en La venda (drama entre la fe y la razón) o Fedra (versión de la tragedia de Eurípides). En su carrea dramática destaca El otro (1926), en la que un hermano ha matado a su gemelo y Unamuno aprovecha la intriga para reflexionar sobre el tema de la personalidad, del otro yo que llevamos dentro.

La renovación del teatro Teatro innovador – Generación 98 José Martínez Ruiz, Azorín Autor inspirado en las corrientes renovadoras del drama europeo, partidario de transformar el teatro como espectáculo. Su concepción dramática partía de una óptica antirealista, pues entendía que se debía abandonar la representación de la realidad material y llevar a escena el mundo de las ideas. El eje de sus obras es el diálogo, a partir del cual se debe deducir lo relacionado con los personajes y la acción. Otra característica definitoria es la reducción de las acotaciones hasta su práctica eliminación. Algunas de sus obras se estructuran a partir de dos conceptos enfrentados como en Old Spain (tradición frente a progreso), Brandy, mucho brandy (realidad y deseo). Su obra más relevante es Angelita (1930), un drama simbólico cuyo asunto central es la angustia por el paso del tiempo.

La renovación del teatro Teatro innovador – Vanguardias Jacinto Grau Autor ampliamente crítico con el teatro de su tiempo. Escaso éxito en España, pero notable éxito en el extranjero. Cultivó la tragedia y la farsa donde trata de forma muy personal mitos literarios (Juan Tenorio) o pasajes bíblicos (parábola del hijo pródigo). El señor Pigmalión (1921) Ramón Gómez de la Serna Autor que intenta romper con las fórmulas de la época. La temática de sus primeras obras es el erotismo y la crítica de los convencionalismos sociales. El drama del palacio deshabitado (1909)

La renovación del teatro Teatro innovador – Ramón María del Valle-Inclán El teatro de Valle-Inclán evolucionó lo largo de su trayectoria debido a un constante deseo de crear un teatro distinto, se puede dividir en cuatro etapas: El teatro poético: En las obras de esta etapa no hay una ruptura con el teatro de la época, la obras tratan temas realistas, el estilo está muy influido por el modernismo, aunque lo lleva a un nivel de refinamiento extremo. El marqués de Brandomín (1906) y El yermo de las almas (1908) El ciclo mítico: Las obras tienen por escenario una Galicia rural y arcaica, transformada en un ambiente donde la existencia del hombre se rige por los instintos primarios y lo irracional. En el estilo destaca la utilización de las acotaciones, de forma descriptiva y narrativa, de estilo elaborado las sitúa muy por encima de su función dramática elemental. El embrujado (1913), Divinas palabras (1920) y la trilogía Comedias bárbaras. El ciclo de la farsa: Este ciclo es el más crítico respecto a los valores y costumbres de su época y se caracteriza por el uso de personajes y argumentos del propio teatro. Una de sus características es la deshumanización de los personajes y la degradación del ambiente y del lenguaje. La marquesa Rosalinda (1912), Farsa italiana de la enamorada del rey (1920).

La renovación del teatro Teatro innovador – Ramón María del Valle-Inclán El esperpento: La técnica del esperpento, que Valle-Inclán alcanza al final de su obra. El esperpento consiste en someter a lugares, personajes y situaciones contemporáneas a una visión crítica y deformadora, que revela el carácter grotesco de la realidad. Los personajes se representan inferiores y con un tono irónico. En este ciclo destacan la trilogía Martes de carnaval y Luces de bohemia. En Luces de bohemia (1920): Teoriza sobre este nuevo género y ataca las formas burguesas imperantes. La obra es una crítica de la situación de España y una denuncia de la falsedad y la hipocresía social. Trilogía Martes de carnaval engloba a los títulos Los cuernos de don Friolera (1921), Las galas del difunto (1926) y La hija del capitán (1927). La crítica al Ejército, a la dictadura militar, sus anticuadas normas y discutibles decisiones son los temas predominantes, donde los personajes pierden el matiz militar y llegan a deshumanizarse. El humor y la ironía se emplean con frecuencia en la crítica de la realidad y se utiliza en leguaje de los personajes para acentuar el contraste entre la dignidad del protagonista y el resto.

La renovación del teatro Teatro innovador – Generación 27 Contribuyen decisivamente a la renovación del teatro, focalizándose en: Acercamiento del teatro a las clases populares. Exploración de nuevas técnicas inspiradas en las vanguardias. Depuración del “teatro poético” que triunfaba en las salas comerciales. Autores: Destaca Federico García Lorca. Max Aub. San Juan, Morir por cerrar los ojos. Rafael Alberti. El hombre deshabitado, Fermín Galán, Noche de Guerra en el Museo del Prado.

La renovación del teatro Teatro innovador – Generación 27 Federico García Lorca Su obra dramática se puede diferenciar en tres etapas: Teatro modernista en verso: El maleficio de la mariposa: donde contrapone el ideal inalcanzable y la aspiración a él, la imposibilidad de ambas realidades conduce a la frustración. María Pineda: esta heroína que representa los estándares del amor y la libertad, son irreconciliables con los principios sobre los que se asienta la sociedad. Búsquedas de nuevas formas, tentativas renovadoras. Tiene dos fases: Cultiva la farsa, como exhibición grotesca de ciertas pasiones humanas. Farsas para guiñol. Clara influencia del esperpento de Valle-Inclán. Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita (1923) y Retablillo de don Cristóbal (1931) Farsas para personas. Trata el tema del matrimonio entre un viejo y una joven. La zapatera prodigiosa (1929-1930). Teatro surrealista o criptodramas, o por su dificultad de su puesta en escena “comedias imposibles”:

La renovación del teatro Teatro innovador – Generación 27 Federico García Lorca Su obra dramática se puede diferenciar en tres etapas: Teatro modernista en verso: Búsquedas de nuevas formas, tentativas renovadoras. Obras de madurez: Teatro cada vez más desnudo y más esencialmente humano. Consta de dos tragedias rurales (Bodas de sangre y Yerma) y dos dramas (Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores y La casa de Bernarda Alba). Bodas de sangre (1932) Tema: La represión de los impulsos amorosos por las convenciones que impone la sociedad Arco argumental: