Escenario de las relaciones laborales colectivas y perspectivas para el 2006

Economía cerrada y sistema fordista de organización del trabajo Centralización de las Centralización de las relaciones laborales

Megaconvenios cupulares Megaconvenios cupulares (actividad o rama), con las siguientes características: RÍGIDAS DEFINICIONES DE CATEGORÍAS LABORALES (MONOVALENTES) SALARIOS BÁSICOS (PRÁCTICAMENTE COMO ÚNICO INCENTIVO) Y ESCALAFÓN POR ANTIGÜEDAD SALARIO MÍNIMO VITAL COMO PISO DE LAS NEGOCIACIONES BAJO CONTENIDO DE REAL NEGOCIACIÓN DE CONDICIONES DE TRABAJO O BENEFICIO PARADIGMA DE RELACIONES LABORALES: - CONFRONTATIVO: HASTA QUE UNO GANE LA PULSEADA PÉRDIDA DE HORAS DE TRABAJO POR CONFLICTOS Y TIEMPOS MUERTOS LABORALES IMPRODUCTIVOS

Apertura de la economía y la globalización –fundamentalmente- por el cambio tecnológico, aparecieron nuevas formas de negociación más descentralizadas La fijación de salarios mínimos y los convenios de actividad o rama perdieron relevancia. Por otro lado, la estabilidad macroeconómica fue licuando su poder de empujadores de piso La fijación de salarios mínimos y los convenios de actividad o rama perdieron relevancia. Por otro lado, la estabilidad macroeconómica fue licuando su poder de empujadores de piso

Los básicos y la antigüedad perdieron importancia relativa. Empezaron a gravitar mucho más fuertemente los incentivos por productividad y por polivalencia. Se enriquecieron contenidos convencionales y se incluyeron nuevos beneficios como mecanismos de arraigo. PREVALECIERON CONVENIOS DE EMPRESA DONDE:

La realidad productiva y tecnológica impuso el cambio de la lógica del paradigma y se afianzó el modelo cooperativo (fuerte baja de la conflictividad en el sector privado, de las horas perdidas y, consecuentemente, mejora del modelo de relaciones laborales). PREVALECIERON CONVENIOS DE EMPRESA DONDE:

EN LA POST CRISIS APARECE UNA INEXORABLE RECENTRALIZACIÓN DEL MODELO, ALENTADA TANTO POR LOS CONDICIONANTES DE LA REALIDAD COMO POR CUESTIONES IDEOLÓGICAS: El salario mínimo vuelve a ser un fuerte impulsor de los pisos (se incrementó más del 200% desde la caída de la convertibilidad). Se volvió a generar protagonismo de las cúpulas – sobre todo las más combativas- y se revigorizó el modelo de negociación por rama o sector, que –obviamente- incide más en la macroeconomía y cuyo disparador no es precisamente la productividad o la competitividad. La crisis del 2001 / 2002

Intervención gubernamental en materia salarial, para mejorar el ingreso de los sectores de menores recursos a través de asignaciones no remunerativas y el salario mínimo vital (etapa inclusiva). Luego se adoptó una política más expansiva, invocando la necesidad de aumentar la demanda agregada y redistribuir el ingreso, lo que llevó a un mixed de negociación más decretos, que ha generado incrementos más allá del índice del costo de vida. EN LA POST CRISIS APARECE UNA INEXORABLE RECENTRALIZACIÓN DEL MODELO, ALENTADA TANTO POR LOS CONDICIONANTES DE LA REALIDAD COMO POR CUESTIONES IDEOLÓGICAS:

A ello se sumó el espacio reconocido al sindicalismo piquetero y activistas de base que utilizaron sus prácticas para escalar el conflicto salarial con resultados aún no previsibles (efecto dominó).

1.Hasta ahora, no está claro si no habrá nuevos impulsos del salario mínimo o de adecuación de salarios privados por Decreto (que parece poco probable). 2.Como resultado de las negociaciones colectivas desde el 2003 en adelante, las empresas absorbieron todo lo que pudieron de las políticas de adicionales y premios, restando incentivos ciertos al presentismo, a la productividad, etc. CONCLUSIONES

3. Por otra parte, hay un achatamiento claro entre convencionados y no convencionados. 4. La política fiscal ha contribuido a dicho achatamiento, pues los mínimos no imponibles son bajos. 5. La fiscalidad laboral se ha expandido notoriamente y afecta el costo laboral en su conjunto.

Una mayor intervención estatal pues la actual política implica riesgos ciertos desde el punto de vista macroeconómico y, por otro lado, agrava la brecha entre el sector formal y el informal, a la vez que crea riesgos competitivos en determinados sectores con alta participación de mano de obra. Frente a estas realidades se podría esperar:

La segunda alternativa es que el Estado no intervenga en modo alguno esperando que la realidad imponga su equilibrio. La tercera, buscar consolidar la estabilidad macroeconómica a través del diálogo social que permita un acuerdo a la española. Frente a estas realidades se podría esperar: Frente a estas realidades se podría esperar:

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