DOMINGO XIV T. Ordinario – Ciclo A “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré” BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.

ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DEL DOMINGO XIV T. Ordinario – A “Oh Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída. Concede a tus fieles la verdadera alegría, para que quienes han sido liberados de la esclavitud del pecado alcancen también la felicidad eterna”.

“Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey”. Salmo (144)

Mateo 11, 25-30 “En aquel tiempo, exclamó Jesús : Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.

Acercarse a Dios no es asunto de ciencia sino de conciencia. La Fe es un don. Acercarse a Dios no es asunto de ciencia sino de conciencia. GENTE SENCILLA. ¿Somos sencillos? ¿Prudentes, dóciles ante el Señor, rectos de corazón, limpios de malas intenciones? ¿Somos más listos que la serpiente pero más sencillos que la paloma? cf.Mt.10, 16 ¿Somos sencillos -no ingenuos- y sabios gracias a la Palabra de Dios?

Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

¿Cuál es la importancia de que el Señor se nos revele? Si lo conocemos y lo seguimos es la única forma en que Él puede obrar en nosotros, para nuestro bien y el bien del mundo.

Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré.

¿Cansados y agobiados? ¡Todos! Porque no somos sencillos, ni lo son los otros. Estamos cansados de las mentiras, de las soberbias, de las injusticias, de la desconfianza. Y nos criticamos y nos exigimos mutuamente, sin tomar conciencia de nuestros propios defectos. ¡Todos necesitamos alivio! Y es lo que Jesús nos ofrece.

Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. Palabra de Dios

SÓLO HAY DESCANSO EN DIOS El descanso no lo hallamos odiándonos, traicionándonos, despreciándonos o matándonos. HUMILDES, es decir Ubicados en la verdad, conocedores de nuestra pequeñez ante Dios MANSOS, es decir Estables, serenos, sosegados SÓLO HAY DESCANSO EN DIOS Que nos enseña a ser mansos y humildes

Mi yugo es suave y mi carga es ligera Yugo y carga nos suenan a esclavitud. Pero el yugo también es unión y cooperación. Y esclavos no somos, Jesús nos liberó del pecado y la muerte eterna. Ahora somos LIBRES pero FIELES a Dios. Nuestro yugo y nuestra carga son el Evangelio, guardar la Palabra de Dios y hacer su Voluntad. ¿Se nos hacen pesados? ¿Más áspero y más pesado no es vivir en la iniquidad, sin esperanza y tan endurecidos que no se pide perdón?

La paz sea contigo Señor Jesús, como decía San Agustín, “nos has hecho para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en Ti”, ayúdame a aceptar tu yugo y tu carga, para poder encontrar descanso. Amén La paz sea contigo Barthimeus, Instituto para el Progreso Humano