“… denles ustedes de comer” DOMINGO XVIII T. Ordinario – Ciclo A “… denles ustedes de comer” BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano.
“Ven, Señor, en ayuda de tus hijos; derrama tu bondad inagotable ORACIÓN COLECTA DE LA MISA DEL DOMINGO XVIII T.O. – A “Ven, Señor, en ayuda de tus hijos; derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican y renueva y protege la obra de tus manos a favor de los que te alaban, como creador y como guía”.
“Abres tú la mano, Señor, y nos sacias de favores” Salmo (144)
Mateo 14, 13 - 21 “En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en una barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos.
Dos reacciones de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Para aprenderlas de Él. ANTE EL DOLOR, LO SIENTE y ORA La muerte cruel de Juan Bautista, su primo, un hombre justo, lo impacta. Jesús se retira a un lugar tranquilo, sin duda, para pensar y orar. A PESAR DEL DOLOR, NO SE DESENTIENDE DE LO QUE LO RODEA Jesús se olvida de sí mismo para atender las necesidades de la gente que lo busca.
Al desembarcar, vio Jesús la muchedumbre, sintió compasión por ellos y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle : Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a los poblados y compren algo de comer.
Los sentimientos de Jesús y nuestros sentimientos. ANTE LA MULTITUD HAMBRIENTA, Él piensa compasivamente, busca la manera de atender y de ayudar. Piensa con amor. ANTE LA MULTITUD HAMBRIENTA, los discípulos –como nosotros- piensan con espíritu práctico y en su comodidad. Pensamos con egoísmo. ¿Tan difícil será dejar de pensar solo y siempre en nosotros?
Jesús les replicó : No hace falta que vayan, denles ustedes de comer. Ellos le replicaron : No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces. Les dijo : Tráiganmelos.
Nadie necesita alejarse de Dios para poder satisfacer sus necesidades. Al contrario. NOTEMOS Y si, como los discípulos, creemos que “solo tenemos cinco panes y dos peces”, o sea, que no nos alcanza, que no basta, que somos pobres necesitados, carentes (en cualquier área) , entreguemos lo que tenemos a Jesús. En sus manos, todo basta y sobra. Busquemos la bendición de Dios antes de actuar y podremos descansar saciados.
Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce canastos llenos de sobras, Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños”. Palabra de Dios
Jesús es misericordioso y quiere lo mejor para nosotros. Nada puede ni debe alejarnos de su amor. La compasión debe ir unida a la acción. Todos tenemos algo que ofrecer.
La paz sea contigo Señor Jesús, queremos estar siempre cerca a Ti para sentirnos saciados y seguros con tu Amor. Toma lo poco o mucho que podemos ofrecer y bendícelo para que podamos ayudar a otros. ¡Gracias Jesús! La paz sea contigo Barthimeus, Instituto para el Progreso Humano